La ciudadana María del Carmen González Benicio, es reportera del periódico El Sur, cuyo socio mayoritario lo es un prominente político de Acapulco; y del diario su director, se llama y apellida Juan Ángulo Osorio, es por lo tanto empleado del señor dueño, antes relatado. Digo esto, porque los hechos nos llevarán a lo que ellos acusan a los colegas del Club de Periodistas, de gobiernistas. El perro siguiéndose la cola.
Doña María del Carmen,
según reza en una ficha posteada en Facebook, por amigos solidarios de la
periodista de la región de La Montaña, lo cual es excelente, respetable,
apreciable que lo hagan. (https://www.facebook.com/silvia.borja.50/posts/850946298259621?notif_t=like_tagged).
Refleja muchos datos.
Retomo, lo que sí es saludable
aclarar que la señora González, siendo parte del Movimiento Popular Guerrerense
(MPG), ¿está vetada por Ley, para ser parte del Consejo Distrital 5, Con sede
en Tlapa?
Dijo en una ocasión,
acalorado de dimes y diretes el escritor argentino Jorge Luis Borges: “El mito
es la última verdad de la historia, lo demás es efímero periodismo”. A
sabiendas.
El mundo entero ha sido
testigo de los destrozos, incendios de edificios y automóviles, paros, atraco y
robo de mercancía de autotransportes, secuestros (no retención), obstrucción de
carreteras, cobros indebidos de peaje entre otras acciones fuera de la Ley, cobrando
además fuera de todo preceptos jurídico un precio a su arbitrio en complicidad
con la propia autoridad; y, resulta que son miembros del Movimiento Popular
Guerrerense (MPG), en buena parte del Estado, trayendo con ello, pérdidas
económicas y horas/hombre, que lesiona la economía de los trabajadores en el
seno de su hogar. Además del atraso de vuelos de aviones, entorpecer primeros
auxilios y hasta muerte de pacientes trasladados en ambulancias, que pernoctan
en las largas filas ocasionadas por el embotamiento de carreteras. Si no
estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de
la paz.
Luego entonces, ¿Son o no
enemigos, hostiles y adversarios al desarrollo del paupérrimo Estado de
Guerrero, son los forjadores que todo iluso pretende creer que esta es la
Revolución y los del MPG, son los non plus ultra, a esa solución? Son sí,
forajidos. No hay duda.
Millones de pesos se han
visto diluir entre llamas, escombros y bloqueos que en algún momento pagaremos
quienes pagamos al fisco. No ellos, pues están al margen de toda Ley.
Encubiertos mañosamente. Y, con complicidades. Aprender sin pensar es inútil.
Pensar sin aprender, peligroso.
Los convenios suscrito con
cualquier gobierno de los tres órdenes que cualquier empresa que se dedica,
ejerce y comercializa los medios de
comunicación, tiene a bien como se estipula en el contrato, publicar sus envíos
(boletines). Pura, fina y vil Administración.
Muchos si lo hacen, los
exponen en sus páginas; otros, lo obvian y publican lo que su criterio y su
emoción les marca o dicta. Y, en muchas de las ocasiones contrario a lo que se
dice en el boletín. ¿Luego entonces, quien rompe el esquema del convenio? ¿O,
acaso se pretende un chayo extra para el titular de la empresa? Tal y como han
hechos y hacen algunos editores. Recordemos el caso claro del gobierno de
Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, con algunos medios impresos y radiales. Que
les zampó lo mismo que le dieron a Garganta Profunda.
Lo hizo, por conocer las
mañosidades y las ambiciones personales ajenas al periodismo y a los propios
medios de comunicación. Ah, no confundir uno con el otro, eh.
Los tres niveles de
gobierno pagan para publicitar sus obras y trabajos a periódicos impresos y
digitales; como radiales y de televisión. Para que las organizaciones belicosas
sean las que obtengan primeras planas. Cuando, además, el dinero que percibe
cada reportero, viene de ese gobierno que ellos fustigan, vapulean y zahieren. ¿Qué
incongruencia, no?
Luego entonces la tlapaneca
-espero no se ofenda, por el gentilicio- María del Carmen, debe por respeto, pundonor
y acto de conciencia por cobrar un emolumento del gobierno, al menos, ser
decente y honesta. Y, por lo tanto: callar. El mal no está en tener faltas,
sino en no tratar de enmendarlas.
Pues devenga un salario
del mismo gobierno a quien agrede y ataca a través del Movimiento Popular
Guerrerense. ¿O no? Digo.
P.D. En mi larga travesía
laboral en los medios de comunicación y en el propio Gobierno, he visto en las “listas
de raya” los nombres de periodistas -que cobran jugosos y chonchos billetes-
que se creen impolutos y que además se “visten de impecables” comunicadores. No
son chayoteros, son cínicos y sinvergüenzas. Muchos de ellos aparecen sus
nombres y apellidos , en los desplegados
apoyando a Carmelita, diciéndole a los integrantes del Club de Periodistas del Estado de Guerrero: ¡Gobiernistas! Vaya que desfachatez.
Considero que del mito al periodismo, solo se suman gentes buenas y nobles.
·
Delegado del Club de Periodistas, (Atoyac
de Álvarez) Costa Grande de Guerrero.
·
Director de Grado Cero Consultoría. Medios
impresos y digitales “Suriana”, “Así” y “GradoCeroPress”, que tiene suscrito
convenios. Paga impuestos y factura, además.
·
¡Ah, y secuestrado por la horda de
criminales del MPG, en Tlapa junto a otros compañeros, sus esposas e hijos! El
pasado sábado 13 de diciembre 2014.
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