*Omite dar su respaldo a Mario Moreno
Finalmente, Manuel Añorve ha
mandado un comunicado, donde se pueden leer dos situaciones: una buena y otra
mala.
La buena es el anuncio de
que se queda en el PRI.
La mala es que en ningún
momento dice que apoyará la candidatura de Mario Moreno.
Su lastimado narcisismo no
logra procesar que no es el candidato del PRI y se niega a aceptarlo.
Parece pues que el canto de
las verdes sirenas no le alcanzó para generar en él, ese deseo de romper con su
historia política dentro del tricolor, que tanto le ha dado.
Su tardanza en señalar que
no se irá del PRI generó una serie de versiones, algunas incluso encontradas.
Contrario a lo que hizo
Héctor Apreza Patrón, quien inmediatamente definió su postura y anunció que
apoyará a Mario Moreno.
De Añorve el martes todavía
se decía que estaba en arreglos con la dirigencia nacional del PVEM.
Aunque señala que es “hombre
de una sola pieza, un político serio y de palabra que promueve el diálogo, el
entendimiento y los acuerdos”, en estos momentos no se ve que lo haga dentro de
su partido.
Después afirma que su
estancia en su partido no está a discusión, pero usará sus derechos “como
priista para manifestar lo que pienso, y lo expresaré de manera respetuosa pero
puntual.”
“Por el momento –prosigue–
no tengo nada que decir”, pero insisten en que “más adelante, cuando considere
importante y oportuno, fijaré postura, decisiones y rumbo al interior del
instituto político donde he militado.”
Este comunicado lo envío a los medios de
comunicación después de que había guardado silencio desde el día en que Mario
solicitó su registro ante su partido, y solo subió a las redes sociales un
video donde hablaba de manera cifrada, lo que creó una serie de versiones en
torno a su definición política.
Y solo lo hace porque “ha
visto con atención y detenimiento las múltiples reacciones y comentarios sobre
el desarrollo del proceso interno y las decisiones tomadas al respecto,
análisis donde se plantean escenarios inmediatos y futuros del PRI, y otros más
sobre la contienda electoral de este año, el papel que tendrán las alianzas y,
sobre todo, lo que se ha dicho y escrito sobre mi persona.”
Señala estar consciente que
“en política nunca nada puede descartarse, y no hay nada escrito de manera
definitiva, sin embargo, lo que es una realidad es lo que he señalado: mi
compromiso y lealtad hacia mi partido están intactos, al respecto he platicado
mucho con mi familia, mi equipo y con los miles de guerrerenses que me han
acompañado a lo largo de mi trayectoria.”
De la propuesta del Partido
Verde, dice estar “firme en sus convicciones, de momento, lo único seguro es
que seguiré recorriendo el Estado, seguiré escuchando las voces de todas y
todos los guerrerenses en un ejercicio plural y de inclusión, porque solo así
es como he podido representarlos de la mejor manera posible.”
Hasta ahí el comunicado, que
puede sonar convincente para algunos, pero el único problema es que en ningún
renglón de su texto dice que apoyará la candidatura de Mario Moreno, es decir,
esquiva intencionalmente lo que parte del priismo quiere saber.
Será que a eso se refiere
cuando afirma “que más adelante, cuando considere importante y oportuno, fijaré
postura, decisiones y rumbo al interior del instituto político donde he
militado toda mi vida.”
Acaso seguirá en el PRI,
pero no levantará el brazo de Mario Moreno. Es decir, el PRI puede tener un
traidor dentro de casa, exactamente cuando son los momentos de las
definiciones.
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