viernes, 21 de septiembre de 2018

CONTEXTO POLÍTICO / Por Efraín Flores Iglesias Walton: eterna frustración (Primera parte)

Para los estudiosos de la psicología y el psicoanálisis, la frustración “es una respuesta emocional común a la oposición, relacionada con la ira y la decepción, que surge de la percepción de resistencia al cumplimiento de la voluntad individual. Cuanto mayor sea la obstrucción y la voluntad habrá mayor probabilidad de frustración. La causa de la frustración puede ser interna o externa”.
En política tenemos claros ejemplos de personajes que han participado en varias elecciones y nomás no ganan una. Y hay otros que sin medirse en las urnas se convierten en diputados y senadores.
“Las urnas no se hicieron para todos, sino para los que realmente tienen carisma, dinero y la bendición del mero mero”, escuché decir hace algunos años de un viejo priista guerrerense.
Eso quedó en el ayer, ya que el pasado 1 de julio fue evidente que varios personajillos ganaron senadurías, diputaciones, presidencias municipales y regidurías sin invertir tanto dinero ni hacer campaña. Les favoreció y/o se colgaron de la imagen de quien el próximo 1 de diciembre rendirá protesta como presidente de la República.
Aunque, claro, la pasada elección fue coyuntural. Y los que fueron favorecidos tendrán que cuadrarse con el que los hizo ganar. Tanto, que se jactan en decir: “es un honor estar con Obrador”, en lugar de exclamar “es un honor estar a favor del pueblo”.
La historia misma nos ha demostrado que no siempre ganan los mejores una elección, sino los que son votados por una mayoría enojada y sedienta de venganza.
En 1999, por ejemplo, el PRD logró ganar por primera vez la Alcaldía de Acapulco con el empresario Zeferino Torreblanca Galindo, quien en dos anteriores elecciones (1993 y 1996) fue derrotado por los priistas Rogelio de la O Almazán y Juan Salgado Tenorio, respectivamente.
Torreblanca aprovechó su condición de alcalde para proyectarse a la gubernatura, cargo que obtuvo en 2005 con la ayuda del PRD, Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) y el extinto Partido de la Revolución del Sur (PRS); inaugurándose así la alternancia en Guerrero. 
En 2011 concluyó su periodo y desde entonces ha sido marginado por sus otrora aliados, a quienes llegó a tachar de “come mierda” por respaldar a Ángel Aguirre Rivero para las elecciones de ese año. 
En 2015 y en la elección del pasado 1 de julio participó como candidato a la Presidencia Municipal de Acapulco a través del PAN y el PT, respectivamente.  
El gran problema de Zeferino Torreblanca es su soberbia. Como administrador es eficaz, pero nunca entendió que el poder se logra a través de la política. Y, lo peor de todo, vio frustrada sus aspiraciones político-electorales.
Un caso similar le ocurre al también empresario Luis Waton Aburto, quien luego de cuatro intentos llegó a la Alcaldía de Acapulco, aunque no logró ser gobernador en 2015.
En 2002, recordemos, el señor Walton se inscribió como precandidato del PRI a la Alcaldía porteña, pero el dedo del entonces gobernador (René Juárez Cisneros” favoreció Ernesto Rodríguez Escalona. 
Walton se inconformó y renunció al PRI. El veracruzano Dante Delgado lo invitó a Convergencia y lo hizo candidato para enfrentar a Escalona y al candidato del PRD, Alberto López Rosas. Y el triunfador fue éste último al obtener 121 mil 978 votos, contra los 69 mil 913 del priista.
Tres años después, el empresario gasolinero se enfrentó nuevamente con la maquinaria electoral del PRD, que postuló como candidato a Félix Salgado Macedonio. Los electores decidieron que su gobernante fuera el controvertido político de origen calentano, y no Walton. 
En 2006 y a través de la alianza “Por el bien de todos, primero los pobres” (PRD-PT-MC), Walton es incluido en la lista de senadores plurinominales. Y desde la Cámara Alta promovió su imagen para llegar al Palacio Municipal de Acapulco. Era su obsesión, su gran sueño.
En 2008 y con un PRD dividido, el dueño de Convergencia en Guerrero aprovecha la situación y suma a su causa a destacados perredistas y logra el respaldo del PT. Sin embargo, el PRI no se quedó de brazos cruzados.
El PRD cometió el error de postular a la zeferinista Gloria Sierra López, cuando el candidato natural era el diputado federal César Flores Maldonado, quien al final decide respaldar al priista Manuel Añorve Baños. Y todo gracias a Emilio Gamboa Patrón y Rubén Figueroa Alcocer, quienes lo regresaron al redil.
El respaldo de Flores Maldonado fue decisivo para que Añorve recuperara para su partido la Alcaldía porteña. Y Walton, quien ya se veía sentado en la silla edilicia, perdió por tercera ocasión la elección.
También es necesario precisar que antes del 2012, Walton perdió dos elecciones para diputado federal.
En 2012, el PRD decidió a través de una encuesta que Evodio Velázquez Aguirre fuera su candidato a la Alcaldía, pero el empresario gasolinero presionó a la dirigencia nacional del PRD y al equipo de López Obrador para ser el candidato de la alianza PRD-PT-MC en Acapulco. 
Desde luego que no era bien visto en el perredismo guerrerense. Y para evitar una ruptura de las izquierdas en Guerrero, Evodio Velázquez declinó ser candidato y sumó a su estructura electoral a la campaña de Walton.
Y hasta que se le hizo la Alcaldía de Walton, pero gracias al PRD, ya que de lo contrario, jamás llegaría a despachar en el Palacio Municipal.
Desafortunadamente, como gobernante fue un desastre. Le incumplió varios compromisos al PRD y dejó sin policías a Acapulco durante un año, a tal grado de que seis turistas  españolas fueron violadas sobre la carretera Amate-Barra Vieja, en el punto conocido como Playa Encantada.
Walton lamentó la situación, pero se justificó diciendo que este tipo de hechos “ocurren en todo el mundo”.
En 2015 se animó ser candidato a la gubernatura por MC, con el objetivo claro de hacerle el caldo gordo al PRI, ya que se la pasó atacando al partido que lo hizo alcalde de Acapulco tres años antes.
Los resultados eran de esperarse. MC perdió la elección y ganó posiciones en el gobierno estatal.
Y desde la clandestinidad orquestó una campaña de lodo contra Evodio Velázquez Aguirre, quien sin MC ganó la Presidencia Municipal de Acapulco. 
Walton quedó frustrado porque a su partido lo echaron del poder en el municipio más importante de la entidad. En 2015, MC quedó en cuarto lugar, y en la pasada elección no postuló candidato propio, ya que a su gallo Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja, le hicieron fuchi los dirigentes del PRD y el PAN. 
Hace un par de días nuevamente salió a escena para escupir veneno contra el personaje que en una sola elección ganó en Acapulco y sin la ayuda de MC.

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Facebook: Efraín Flores Iglesias; 
Twitter: @efiglesias

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