AL FINAL, LA SECRETARÍA DE SALUD estatal levantó la alerta sanitaria que había decretado en Acapulco, luego de que el alcalde Evodio Velázquez Aguirre, aunque a regañadientes, retiró el basurero que tenía en el Puerto, aunque claro, el edil decía que no había tal basura, la cual ponía en riesgo la salud de los acapulqueños.
Aunque su caso es el más sonado, no solo porque los medios dieron cuenta de los focos de infección en que se habían convertido los basureros que existían en el puerto, sino porque con desfachatez y cinismo una y otra vez dijo que no había tal basura, lo cierto es que también hay otros alcaldes sinvergüenzas, quienes con total descaro se enojan hasta de que los ayuden como es el caso de Evodio.
Por fortuna, dicen los que viven en el Puerto, Velázquez Aguirre ya se va, y lo que es mejor, agregan, para nunca más volver, y es que, señalan, ni siquiera le pedirán que regrese lo que se lleva, pues con tal de que nunca más vuelva a ocupar un cargo en Acapulco, el municipio sale ganando.
Y es que, contrario a Chilpancingo, que también ha enfrentado problemas con la basura, la diferencia que existe con Acapulco es que en la capital del estado se carece de un basurero o de un relleno sanitario, cuando en el Puerto los focos rojos generados por la basura fue porque el alcalde tiene incapacidad hasta para recogerla.
A propósito, por el problema de la basura en Chilpancingo, debido a la falta de un depósito final, en virtud de que el alcalde perredista de Tixtla le impidió al de la capital del estado hacer uso de una celda emergente de su propiedad, ubicada en el municipio tixtleco, los diputados del PRD en el Congreso del estado entablaron un juicio de revocación de mandato del edil capitalino.
Claro, ya se fueron los diputados perredistas que pretendieron revocarle al mandado a Marco Antonio Leyva Mena, precisamente por la basura en la capital del estado, y la pregunta es ¿habrá algún diputado que también quiera revocarle el mandato a Evodio Velázquez Aguirre, por su incompetencia de no recoger la basura en el puerto? Cierto es que “Güevodio”, como algunos le dicen, ya se va, y qué bueno por quienes viven en Acapulco, porque si no pudo con los problemas del puerto, ¿cómo diablos pensó que alguna vez podía ser gobernador del estado de Guerrero?
Y EN OTRO ASUNTO, ESTE SÁBADO finalmente la 62 Legislatura del estado inició formalmente sus funciones. Morena, con 20 integrantes es la fracción parlamentaria mayoritaria, y de acuerdo a la Ley, preside la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, mientras que el PRI, como segunda minoría, con 10 miembros, encabeza la Mesa Directiva. Es decir, Morena manejará el presupuesto del Congreso, y el PRI tendrá la representación legal, o lo que es lo mismo, para efectos prácticos Morena hará uso del dinero, y el PRI de la parte jurídica y legal.
La fracción parlamentaria del PRD es la tercera minoría, con 8 integrantes, y de acuerdo a la misma ley, en la rotación de la Mesa Directiva, le corresponderá el segundo año. El resto de los partidos políticos, o tienen dos diputados, como el PT, el PVEM, y el PES, en tanto que el PAN y el MC tienen un representante popular, respectivamente.
Y dada la composición del Congreso, parece difícil, por no decir imposible, que Morena, el partido del Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, pueda hacer todo lo que se propone por sí sola, pues aún y cuando tiene el mayor número de diputados, e incluso conseguir la mayoría simple con algunos aliados o legisladores “nalgas-prontas”, no le alcanza para logar una mayoría calificada, es decir, las dos terceras partes de quienes integran la Legislatura y con ello modificar la Constitución.
Es cierto, el partido de Andrés Manuel, y futuro presidente del país ganó la elección de diputados locales en el estado, pero eso no significa que pueda hacer lo que quiera en el Congreso, pues además de los 20 diputados que tiene en la Legislatura, y los dos que puede sumar con el PES, no son suficientes en una sesión en donde estén presentes los 46 legisladores.
Tiene pues, forzosamente que acordar, y para eso se quiere sumar, con el resto de partidos políticos representados en el Congreso. El problema es con quién, toda vez que el PRD, que tiene 8 diputados, trae un pleito a muerte, y no se diga de los del PT, a quienes ningunearon en la elección. Pudiera ser con el legislador que tiene el MC, con quien AMLO ha ido en alianza, pero parece imposible que sea con el PAN. A menos, claro, que la alianza sea con el PVEM, quien a nivel nacional ya le dio las nalgas a Morena.
Aunque, hay que decirlo, las alianzas con Morena para que pueda tener mayoría simple, tendrán un precio, y ni duda cabe que será económico.
Comentarios: julio651220@hotmail.com
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