No cabe duda que los asesores del presidente Andrés Manuel López Obrador ya echaron a andar la famosa "caja
china".
Eso de rifar el avión presidencial a través
de la Lotería Nacional, es una soberana estupidez, y que tiene
como finalidad distraer a la opinión pública de los temas que sí deben de
preocupar, como son los casos del financiamiento y funcionamiento del Instituto
de Salud para el Bienestar (INSABI), las reformas al sistema de justicia y el
incremento de homicidios en el país.
Al inquilino de Palacio Nacional también le
interesa que las fuertes críticas por el nacimiento de su primer nieto (Salomón
Andrés López) en un hospital de súper lujo en Houston (Texas), y el escándalo ocasionado
por el Caso Bartlett, vayan a la baja.
Obviamente, la mayoría de los chairos siguen creyendo ciegamente en su
"mejías". Eso de recibir becas y apoyos sociales sin trabajar, le
funciona en gran medida al gobierno de la “Cuarta Transformación”. Por
supuesto, a través de esa forma tienen el control de los beneficiarios. ¿No que
Morena era muy diferente al PRI?
Afortunadamente, no todos los mexicanos caen
en la trampa de recibir atolito con el
dedo.
En política, se dice que se echó a andar la “caja china” cuando por
medio de alguna noticia o suceso se busca distraer la atención de otros hechos,
creados o falsos, a fin de engañar la percepción de la ciudadanía con algo que
despierte más la curiosidad o el morbo.
Así las cosas en el México de la 4T. O, mejor
dicho, en el gobierno de la Cuarta Trastornación.
MENOS MAÍZ PARA GUERRERO
En entrevista para el diario La
Razón de México, la Confederación
Nacional de Productores de Maíz y el Centro de Derechos Humanos “Tlachinollan”
denunciaron que los errores cometidos por el gobierno federal en la
distribución del fertilizante en 2019 “tiraron” en un 50% la producción de maíz
en Guerrero.
Los denunciantes señalaron que la reducción de cosecha en un 50 por
ciento, representa pérdidas económicas por más de tres mil millones de pesos y
una afectación para 100 mil productores, pues no pudieron sembrar alrededor de
70 mil de las 350 mil hectáreas que anualmente se trabajan, impactando de esa
manera a siete regiones.
Abel Barrera Hernández, director de Tlachinollan, fue más allá.
Dijo que el gobierno federal mostró su novatez, por lo que pidió
eliminar los trámites burocráticos que obstaculizan la entrega inmediata del
fertilizante.
“Ahí creo que le faltó más tener pulso de cómo estaba el problema; que
no era fácil, sino complejo, sobre todo en los padrones, porque luego hay
muchos que manejan éstos y no todos son apegados a la realidad”, sostuvo.
Y advirtió que si no hay un cambio en la manera de entregar el abono
desde la Federación y se mantiene la ineficacia en la programación y
distribución, se corre el riesgo de que la gente vuelva a interceptar y saquear
los vehículos en los que se transporta el apoyo, por desesperación e incertidumbre,
Desde luego que las críticas incomodaron a la Secretaría de Agricultura
y Desarrollo Rural (Sader) del gobierno federal y a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien cobra (y bien) como
delegado del gobierno de la 4T en la entidad.
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Twitter: @efiglesias
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