HAY QUE DECIRLO. EN ESTOS
TIEMPOS DE CRISIS, generado por el coronavirus, muchos servidores públicos, y
políticos, al igual que las autoridades, están haciendo lo propio para ayudar,
y apoyar, a los guerrerenses, principalmente a los que menos tienen. Y eso es
bueno. Eso es loable. Lo criticable es que hay quienes utilizan la
contingencia, producto de la pandemia, para sacar raja política, beneficiándose
de la desgracia, mientras que otros lo hacen de manera discreta, para que,
salvo el beneficiado, nadie más lo sepa.
Dice la Biblia, de la que
algunos políticos toman frases para engañar a la población de que son hombres
piadosos, honrados y decentes, y así quedar bien con ellos, que lo que haga tu
mano derecha no lo tiene que saber la izquierda. Y eso, sin duda, es mucho más
que plausible, pues la acción busca ayudar, y no servirse de ella…
Sí. Eso dice “el libro de
libros”, para enseñarnos que debemos ser discretos en nuestras acciones cuando
de dar o hacer el bien se trata, y no parecer como los hipócritas, por decir lo
menos, que apenas dan un peso al desvalido, lo publicitan, gritándolo a los
cuatro vientos, para que la gente sepa lo que hicieron y se enteren de que son
buenas personas.
Y eso, hay que decirlo, está ocurriendo con
algunos políticos que, en medio de la pandemia, y aprovechando la necesidad de
la gente que menos tiene, se andan publicitando con la entrega de despensas, y
criticando a otros, supuestamente porque no lo hacen, es decir, porque no
entregan apoyos como ellos, haciendo uso de los medios de comunicación para dar
a conocer lo que dieron.
“Nosotros sí estamos
apoyando a la gente”. “Nosotros sí estamos entregando despensas”, y para que no
quede duda de ello, se toman fotos y las difunden en los medios de
comunicación. Tienen la desvergüenza, incluso, de señalar que entregan los
apoyos en nombre de un grupo o de un partido político de quienes esperan ser
candidatos, incluso a gobernador del estado.
Lamentablemente hay muchos
como ellos, que se publicitan en los medios de comunicación e información
entregando despensas y otros apoyos. Por supuesto que es loable que lo hagan,
aunque no sea de su dinero; lo criticable, y lo mezquino, es que lo hagan con
el fin de lograr fortalecer su imagen, con miras a beneficiarse políticamente.
Por supuesto, no debería
sorprender, pues la mayoría de los políticos, que dicho sea de paso siempre
buscan beneficiarse de lo que sea, incluso de las contingencias y las
desgracias, son así. No dan, pues, un paso sin huarache, como se dice
coloquialmente, y de todo buscan sacar provecho, y más si entregan una despensa
o algún otro apoyo. Es el caso, entre otros muchos, de Evodio Velázquez
Aguirre, y de Félix Salgado Macedonio.
Hay que decirlo, para que
quede bien claro. Nadie podría estar en contra de que haya quienes apoyen a los
que menos tienen en estos momentos de crisis, y de contingencia por la
pandemia. Lo triste y lamentable, y criticable, es que la entrega de despensas,
como lo hace Evodio, o la entrega de guantes y cubrebocas, como lo hace Félix,
sea de manera perversa, y mezquina. Es decir, no es un apoyo desinteresado como
lo haría la gente buena y altruista, sino que esos apoyos llevan también como
fin que los donadores también se beneficien de ello, y más si cuando los dos
buscan ser candidatos a gobernador del estado, a través de su respectivo
partido político.
Claro, dice el dicho que
cada quien da de lo que tiene, de lo que está hecho.
Precisamente por eso es
que hay quienes, por otra parte, también entregan despensas y otros apoyos a
las familias más necesitadas con la mayor discreción posible, porque saben, y
entienden, que cuando se da de corazón, no se busca más que apoyar al prójimo,
sin recibir nada a cambio, ni mucho menos beneficiarse de alguna manera, más
que obtener la satisfacción de ayudar a los que menos tienen.
Y a estos hay que
reconocerlos, pues son quienes están apoyando a la población sin pedir a nada a
cambio. En efecto, no solo servidores públicos y políticos están apoyando a la
población, lejos de los reflectores y el protagonismo, sino también ciudadanos comunes
que por sus posibilidades también están entregando ayuda a quienes más lo
necesitan. A éstos, nuestro reconocimiento y respeto.
Sí, nuestro respeto y
agradecimiento. Entre estos hay que reconocer, entre otros muchos al secretario
de Desarrollo Social, Mario Moreno Arcos, no solo como servidor público, sino
como un ciudadano más. También a César Armenta Adame, Administrador Fiscal con
sede en Chilpancingo, y a los directivos de la Cámara Mexicana de la Industria
de la Construcción, de la capital del estado.
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