La raza tenochca es por
idiosincrasia retobona y muy invadida del espíritu de ruta cien. Tenemos que
llevar la contraria a todo lo que diga alguien en autoridad, siempre prestos a
pasarnos por el arco del triunfo cualquier recomendación si esta viene de
cualquier autoridad. Basta y sobra para que nos topemos con un señalamiento de
NO Estacionarse o de estacionamiento exclusivo para discapacitados, para que
‘’ipsofactamente’’ aparquemos ahí el patas de hule. No nos hemos podido
sustraer del complejo de Juan Camaney, mismo que se transmite de generación en
generación.
Pero tratándose de la
paisanada ometepequense y costachiquense en general, cuidado, porque aquí si la
mezcla que nos reverberea tradicionalmente hace un mal maridaje con el espíritu
yope que nos aqueja desde tiempos ancestrales. Aquí soy yo y mis tanates u
ovarios, según el caso. Aquí cerramos la calle cuando nos venga en gana ya sea
pa’velar al ‘’dijunto’’ o para celebrar el santo. Aquí los ambulantes se
multiplican como mochomos y tal cual hacen los de la raza canina, van marcando
territorio y ya tienen inundado el primer cuadro del Bello Nido. ¡Y díganeles
algo, porque les oyen la boca, al tiempo que amenazan con quitarles el favor de
su voto!.
Y obviamente que esta
contingencia no iba a ser la excepción. Aquí la paisanada se burla del COVID 19
y lo reta. En vano la autoridad municipal y otras instituciones les han
provisto de cubre bocas, antibacterial y demás, pues solo lo reciben se lo
ponen un par de días pa’ medio taparle el ojo al macho y ‘’hast’ái’’.
Aquí medio pueblo no cree,
se pitorrean de los que si estamos conscientes de la Pandemia, y agreden a las
autoridades municipales, estatales y los que no son chairos se van en contra de
don Manuelito que al principio también se hizo como que la virgen le hablaba y
‘’tráiba la arrechería todo lo que daba repartiendo bechos, abachos y apapachos aún cuando ya se habían
presentado los primeros casos en nuestro México lindo y querido’’.
Y así ha transcurrido la
cuarentena en mi terruño querido. L agente amontonada sin cubre bocas, tratando
de conseguir bazo o biuchis, para el almuerzo dominguero. Al cabo que aquí
todavía no hay contagiados dicen sin ningún rubor. Y no pocos paisanitos siguen
yendo y viniendo a Acapulco, Chilpancingo y CDMX, como si nada estuviera
pasando. Chintehua!....y el colmo, la paisanada cochoapeña, hoy mismo
celebraron su fiesta patronal con la arrechera del toro de petate, valiéndoles
máuser la recomendación sanitaria de la sana distancia.
Neta que le andan buscando
mucho. Neta que les andan haciendo júrgale al Coronavirus. Chintehua, chintehua
y más chintehua. Lo malo que le mentao virus ese agarra parejo. Se impone un
cerco sanitario o ya de plano aplicarles la ley del hielo. Creo que tendremos
que hacerles el fuchi guácala. A ver si así se acomodan.
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