El lamentable show que están
dando los diputados de Morena por la disputa del poder en el Congreso de
Guerrero deja claro dos cosas: 1.- El peso político de Pablo Amílcar Sandoval
Ballesteros al interior de su partido cada vez es menor, y 2.- Su primo Moisés
Reyes Sandoval y sus afines Luis Enrique Ríos Saucedo y Mariana García Guillén
son pésimos operadores políticos.
Dos veces han juntado firmas para
destituir como su coordinador a su compañero Antonio Helguera Jiménez, una de
ellas hasta con notario público pagado esperamos de sus bolsillos y no del
dinero del Congreso, y las mismas dos veces se han pegado con las narices en la
puerta frente a la opinión pública como si fuera un meme de redes sociales.
De nada sirvió que el miércoles
Moisés Sandoval amagara con decirle a Pablo Amílcar para que este acusara con
el mismísimo Andrés Manuel López Obrador a los legisladores que no firmaran
para cambiar de coordinador. Ya ven tan debilitado a Amílcar que ni le creen
ese tipo de interlocución. Ellos tienen otros datos y le han perdido el
respeto, hace unos meses hubieran tenido más de 12 firmas a la primera y sin
tanto show.
Ahí sigue Helguera y fortalecido
con otros nueve legisladores que no están de acuerdo en la forma en que opera
este grupo señalado por el diputado Ossiel Pacheco de seguir órdenes del
delegado federal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.
Como era de esperarse al ver la
torpeza de sus detractores contra atacó y va por la cabeza de dos funcionarios
puestos por el mismo Pablo Amílcar, el secretario de Servicios Financieros
Netzahualcóyotl Bustamante Santín, y la directora de Comunicación Social Vianey
Valderrábano Sagrero.
El primero por desacatar una
instrucción directa de la Junta de Coordinación Política de aplicar el 6 por
ciento de incremento salarial a los trabajadores desde el pasado 15 de
noviembre, y la segunda por dedicarse a difundir solamente las actividades de
los diputados afines a su jefe político.
Ya lo propuso a los demás
miembros de la Junta de Coordinación Política, pero hasta el momento solo ha
sido respaldado por Arturo López Sugía de Movimiento Ciudadano quien se dijo
particularmente molesto con que se haya fallado a los trabajadores de una
manera que consideró irresponsable e injustificada.
Héctor Apreza Patrón del PRI dijo
que lo trataría con su grupo parlamentario y al preguntarle Celestino Cesáreo
Guzmán lo consideró un “ajuste de cuentas” interno de Morena como parte de la
disputa entre Pablo Amílcar y Helguera en la cual dijo que el PRD no va a
participar.
Claro que en política nada está
escrito y el aún coordinador de Morena y presidente de la Jucopo ha demostrado
más capacidad de negociación que sus ¿amigos y rivales?
Mientras eso se resuelve me da
curiosidad ver ¿con qué cara recibirá Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros al
presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita de este fin de semana a
Guerrero?
Tendrá que mentirle diciéndole
que en Guerrero no hay facciones como las que el mandatario reprobó en Puebla.
También puede argumentar que son
una moda las rupturas en las bancadas de Morena como sucede en la CDMX y que él es ajeno a la que protagoniza su primo
en el Congreso local.
Supongo que en corto ha de ser
difícil explicarle que mientras no logra subir en las encuestas, pierde el
control del Congreso y fractura a su partido, en la oposición parece
construirse una alianza que no puede minimizarse.
La señal de ésta se dio en la
Costa Chica de Guerrero donde ¿coincidieron? el ex gobernador Ángel Aguirre
Rivero, el senador priísta y aspirante a la gubernatura Manuel Añorve Baños, el
dirigente estatal del PRD Ricardo Barrientos Ríos, y también el Jefe de la
Oficina del gobernador Héctor Astudillo Flores, Alejandro Bravo Abarca.
Justo este viernes, a un par de
días el presidente anunció en la mañanera que a esa región también llegará para
atender a la población Afromexicana el programa Sembrando Vida.
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