“La propaganda siempre
necesita un enemigo y si no existe lo creará”.
Una frase ya muy gastada
en quienes saben de procesos electorales y de propaganda política, y que hoy le
ha tocado resistir o soportar a la presidenta Adela Román, a quien han
convertido en objetivo de un duro golpeteo mediático por parte de algunos
políticos durante este tiempo de pandemia.
La presidenta municipal,
quien ha estado enfocada atendiendo los problemas generados por el Covid-19 en
el puerto, no se había distraído para responder a señalamientos ni ataques a su
persona y su administración.
Pero, finalmente ha
decidido fijar una postura en torno a esos ataques en su contra y dejó en claro
que eso se acabó, mediante una entrevista virtual a los distintos medios de
comunicación.
Es decir, reconoce y
señala que, en medio de esta pandemia que ha convertido al puerto en el centro
del contagio en el estado, políticos “desesperados” que han lanzado campañas de
desprestigio en su contra y su gobierno, demostrando que no les importa la
salud de los guerrerenses sino triunfar en las próximas elecciones.
Tiene razón, porque habrá
que reconocer que junto con su equipo han estado muy por encima de las
mezquindades mencionadas, al dedicar “las 24 horas de su esfuerzo encaminado a
atender los graves problemas que aquejan al municipio.”
A decir verdad, nadie
podrá negar lo que sostiene Román Ocampo, cuando afirma que ella y su equipo no
han escatimado tiempo al dedicarse a trabajar exponiendo su salud y su propia
vida.
Y que varios integrantes
de su equipo se han contagiado de coronavirus.
La presidenta porteña ha
señalado que si las condiciones lo permiten, participará en la selección del
candidato a gobernador por Morena, pero mientras tanto estará dedicada a
atender los asuntos del municipio.
Es altamente probable que
ese anuncio le haya acarreado más ataques sistemáticos en su contra y su
administración.
Ante esto, ha anunciado
que responderá ante los tribunales correspondientes y no en columnas ni en
redes sociales donde le han orquestado campañas de manera artificial.
Por lo mientras, parece
que se ha decidido a limpiar su administración, al quitarse los enemigos
internos que le causan problemas en el funcionamiento de la entrega de agua.
Así, ante la sospecha de
sabotajes en la distribución del agua por parte de Capama y la descarga de
aguas negras en varios puntos de la ciudad, así como el vertimiento de desechos
líquidos en la bahía que ha dañado la imagen del puerto, ha decidido pedir la
renuncia de todo el equipo directivo de Capama.
Además anunció que
ordenará una auditoría financiera, administrativa y operativa de la
paramunicipal, e interpondrá denuncias en contra de quienes hayan cometido
sabotajes a la paramunicipal, dejando con ello sin agua a varias colonias de
Acapulco, complicando aún más la situación durante la pandemia de coronavirus.
De igual manera anunció
que pedirá la renuncia de la directora de Ecología, Guadalupe Rivas Pérez, para
facilitar la investigación sobre inmuebles que vierten aguas negras
clandestinamente a la bahía de Acapulco.
Dijo sentirse “indignada”
ante estos hechos de corrupción de Capama, la que dejaron con infraestructura
vieja, sin mantenimiento por años, y exceso de personal.
Además de la existencia de
estructuras corruptas que lucran con las necesidades de la población y que eso
ha generado el problema de que los acapulqueños no cuenten con agua.
Adela Román tiene en la
mira a los inmuebles que descargan sus aguas residuales a la bahía, a los que
clausurará y sancionará si se les comprueba esos hechos.
Otro anuncio es que pondrá
a funcionar un número de pipas para que entreguen agua de manera inmediata y
creará un grupo de reacción inmediata para atender fugas de agua.
Por lo visto Adela Román
ha decidido dejar de ser el objeto de golpeteo y empezará a reaccionar de
manera defensiva, pero sin salirse de la ruta que ha mencionado una y otra vez,
de atender las necesidades apremiantes de la población de Acapulco.
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