No, no, los protagonistas de la 4T no se parecen a los del pasado.
Pero, ¡ah!, cómo se empecinan en imitarlos e incluso superarlos, sin éxito.
Mire usted. Margen aparte de la ausencia de iniciativas propias de
la alta burocracia que acata órdenes desde Palacio sin chistar, el problema es
que la estructura legislativa de Morena en la Cámara de Diputados, del que se
presumía sólido bloque de Juntos haremos historia, acusa fisuras a punto de
concluir el primer año de la LXIV Legislatura federal.
Desencuentros y desencantos de diputados federales que, en buena
parte, acusan inexperiencia en esto de jugar en las ligas intermedias, porque
llegaron vía sorteo y por cuota de alianzas amén de que, como advirtió el
senador Ricardo Monreal en su momento, su curva de aprendizaje ha sido muy pronunciada
y la mejor opción es hacer cambios. Los diputados no renuncian pero piden
licencia cuando sus servicios no son requeridos o dejan mucho qué desear.
Estará usted de acuerdo en que mientras en el Senado Ricardo
Monreal ha hecho un trabajo de consenso con la oposición integrada en calidad
de bloque, como la llama Miguel Ángel Mancera, por las bancadas del PRD,
Movimiento Ciudadano, el PRI y el PAN, pese al severo desencuentro que implicó
la accidentada y poco pulcra unción de Rosario Piedra Ibarra en la presidencia
de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la mayor parte de la agenda
legislativa se ha desahogado con subrayada urbanidad política.
Por cierto, el grupo parlamentario de Morena está unido
mayoritariamente en torno a Monreal, pese a la postura discrepante del senador
Martí Batres y algunas de sus compañeras de bancada como las senadoras
guanajuatenses Malú Mícher Camarena y Antares Guadalupe Vázquez Alatorre que
aprovechan cualquier pretexto para hacer campaña en busca de la candidatura al
gobierno de Guanajuato.
Mícher Camarena y Vázquez Alatorre, hace unos días se ensañaron
con el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo; lo hicieron
trizas y poco faltó que demandaran su cabeza, porque se pronunció a favor de
que Donald Trump declare terrorismo al narcotráfico. Carentes de tolerancia al
que piensa diferente sólo evidenciaron que en busca de la gubernatura esto de
la inclusión no está en su diccionario.
En fin, el caso es que esta es peccata minuta frente a lo que
ocurre en la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, en cuyo seno
aparecieron las discrepancias justo en la asamblea que, con carácter
fundacional, celebraron legisladores de Morena, el PT, PVEM y PES para
concretar la irrupción de la llamada Asociación Nacional de Legisladores
Constituyentes de la Cuarta Transformación.
A la reunión, celebrada en el Hotel Hilton –que tiene mucho de
fifí--, no fue convocada la prensa, quizá porque entre los fundamentos de la
génesis de esta Asociación se responsabiliza a los medios de comunicación y a
la derecha como responsables de operar contra la 4T.
Y así fue, así la cascada de descalificaciones y la insistente
tendencia de estigmatizar a los medios de comunicación, a los periodistas
incluso responsabilizándolos de presentar a “un país como si estuviéramos en
desorden y anárquico”, según Mario Delgado Carrillo, principal orador en ese
acto al que acudió el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, quien tomó
la protesta a los integrantes de esta agrupación, cuyos liderazgos serán concretados
en febrero del año próximo.
El anuncio de la fundación de esta Asociación Nacional de
Legisladores Constituyentes de la 4T, que nace con alrededor de 300 diputados
federales y locales, fue conocido el pasado fin de semana y ocurre justo a un
día de que el inquilino de Palacio cumplió un año en su gestión.
¿Por qué la integración de este grupo de legisladores? No cabe
duda que a Morena le ha hecho un daño toral la lucha intestina por su control.
Su dirigente, Yeidckol Polevsnky no ha entendido que Morena es el partido en el
poder y se ha enfrentado con sus bemoles y severas consecuencias a Berta Luján
y a Alejandro Rojas Díaz Durán, entendiéndose en el caso de este último como
representante de Ricardo Monreal y, en lo que concierne a la ex dirigente del
Frente Auténtico del Trabajo, a la preferida de Andrés Manuel López Obrador,
preferencia que también tiene Mario Delgado Carrillo, cuyas actividades han ido
más allá de las legislativas.
Delgado quiere ser el dirigente nacional de Morena, pero la tarea
que le encomendó el Presidente es evitar que el Movimiento se desgaste y pierda
presencia e influencia rumbo a la elección intermedia de 2021.
Y para desbrozar ese camino es fundamental una reforma política
que pasa sustancialmente por el recorte a la prerrogativas de los partidos
políticos y el desmantelamiento del Consejo General del Instituto Nacional
Electoral, recortándole tiempo de gestión a su presidente Lorenzo Córdova
Vianello, a quien recurrentemente ha descalificado el presidente López Obrador.
Por eso Mario Delgado está preocupado, porque el Movimiento que
pretende dirigir debe estar sustentado en una estructura legislativa libre de
fisuras, garante de poder aterrizar no sólo esta reforma política que debe
estar concretada, como reforma constitucional, un año antes del proceso
electoral intermedio, que formalmente iniciará en octubre de 2020.
Es sabido que en la pretensión de recortar 50 por ciento los
recursos públicos, es decir, las prerrogativas a los partidos políticos implica
acotar el margen de maniobra de los institutos políticos en la campaña
electoral intermedia. Famélicos, los partidos estarán en desventaja frente a
ese bloque disfrazado de asociación de Morena junto con sus satélites que igual
irán por mantener mayoría en Cámara de Diputados.
El tamaño de perder hegemonía es del mismo nivel de apostarle a la
derrota en la elección presidencial. Por eso, el inquilino de Palacio blofea
con aquello de que abandonará a Morena si el movimiento pierde naturaleza y presencia.
No, la apuesta es fortalecer al Movimiento, aprovechar el momento
y la euforia triunfalista. Mario Delgado dice que seguramente
habrá ahí algunas voces inconformes pero, acota, “el chiste es echarnos para
delante. Lo de menos son los cargos. Lo importante aquí es que camine la
organización política de esta amplia composición de legisladores. Es una
asociación civil a iniciativa de legisladores y legisladoras, locales,
federales, senadores”.
Sostiene que los legisladores integran al “ejército
del Presidente” y se deben mantener leales y valientes. Incluso, Delgado urgió
a crear “comités de defensa” de la 4T, un símil de los que existen en Cuba y
creados para defender a la revolución.
Y, mire usted el nivel de la advertencia a los
contrarios. Mario Delgado pidió a sus compañeros impedir que los medios de
comunicación y la derecha difundan que México está en “desorden” y es un país
anárquico.
“No dejemos que ni los medios ni la derecha, los
conservadores, los reaccionarios presenten, la derecha radical, presenten un
país como si estuviéramos en desorden y anárquico. No, la gente está feliz con
la transformación. Y démonos cuenta de una cosa, estamos viviendo un momento
histórico irrepetible y el movimiento ¡está mejor que nunca!”, sostuvo Delegado
Carrillo,
¿Cuál es, entonces, el miedo a perder si todos somos felices?
Digo.
@msanchezlimon
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