MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN |
En enero de 2011, el
futuro político de Ángel Heladio Aguirre Rivero y de Marcelo Ebrard Casaubón
era halagüeño; incluso apostaban a que Alejandro Encinas sería el sucesor de
Enrique Peña Nieto en el gobierno del Estado de México, merced a una alianza
pulsada con el Partido Acción Nacional, cuya prueba se aplicaría en Guerrero.
El guerrerense, economista
originario de Ometepec había renunciado al PRI convirtiéndose de inmediato al
perredismo que lo nominó candidato a gobernador del estado de Guerrero y, para
el efecto, negoció posiciones y sociedades con vistas al futuro no muy lejano.
Y el chilango de prosapia,
nacido en la Ciudad de México de la que a la sazón era Jefe de Gobierno,
apisonaba el terreno para hacerse de la candidatura del PRD a la Presidencia de
la República en 2018.
Los recursos fluían sin
rubor alguno hacia la campaña de Aguirre Rivero, quien se paseaba del brazo de
Marcelo y éste lo arropaba y negociaba la suma del PAN a la causa aguirrista.
Ángel Heladio era candidato de la coalición “Guerrero nos une”, integrada por
el PRD, el PT y Convergencia.
En efecto, vísperas de la
elección, el candidato del PAN al gobierno de Guerrero, Marcos Efrén Parra
Gómez, declinó a favor de Aguirre Rivero. Pocos, especialmente del PRI,
cuestionaron esa alianza entre el agua y el aceite. César Nava estaría con la
representación del CEN albiazul, la noche del 30 de enero de 2011 cuando se
celebraba el triunfo de Ángel Heladio. Gustavo Enrique Madero Muñoz ya era el
presidente nacional panista.
¿Qué se negoció con el PAN
en Guerrero? ¿Qué se ofreció a Marcos Efrén para que declinara a favor de Ángel
Heladio? Vaya usted a saber, pero fue un golpe mediático que influyó en el
ánimo de Manuel Añorve Baños, entonces candidato de la alianza “Tiempos mejores
para Guerrero” integrada por el PRI, el PVEM y PANAL.
Ángel Heladio se vendió
como el mejor candidato. Y tuvo de su lado recursos y operadores pagados por la
jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que lo mismo andaban en la campaña
del hijo pródigo de Omepetec y usaban vehículos y equipo del GDF, que pagaban
hospedaje en Acapulco a los invitados especiales.
Pero, esta singular
alianza en la que Marcelo arropaba a Ángel Heladio, también se orientaba a descalificar
al entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Y la campaña
de Ángel Heladio caminaba sin tropiezos lo mismo en la región de la violenta
región de Tierra Caliente que en la insegura de La Montaña, donde el equipo de
Manuel Añorve Baños fue amenazado y su cuerpo de seguridad detenido y desarmado
por miembros de la delincuencia organizada.
Pero esa situación no
trascendía. Manuel Añorve evitaba la estridencia y se acompañaba de una
singular batucada que, en autobuses montados ex profeso se adelantaban a los
actos y llenaban las plazas, mientras el PRD, dueño de la plaza simplemente
convocaba a sus huestes y todo transitaba en un escenario que superaba las
previsiones de violencia.
¿Ángel Heladio y sus
operadores engañaban con la verdad? El tiempo instaló en su sitio a este dúo
que armó un entramado para catapultar a uno de ellos, Marcelo, como candidato
de esa alianza anti PRI rumbo a la Presidencia de la República.
Y, bueno, Ebrard echó la
casa por la ventana y logró que Ángel Heladio se alzara con el triunfo en la
elección del domingo 30 de enero de 2011. El pacto estaba en marcha; el PAN de
Gustavo Enrique Madero Muñoz cumplió, entonces, su cuota contra Enrique Peña
Nieto, quien apoyó al entonces candidato del PRI al gobierno de Baja California
Sur, Ricardo Barroso Agramont.
Pero Barroso perdió frente
a una alianza operada desde Los Pinos. Entonces el presidente Felipe Calderón
apoyó abiertamente a Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, quien recibió el
apoyo del PRD y del PT.
Por supuesto,
beneficiarios de esa postura anti peñista de Felipe Calderón, fueron Ángel
Heladio y Marcelo. El primero presumió entrañable amistad con Enrique Peña
Nieto; el segundo ha acusado al presidente Peña Nieto de operar en su contra,
aunque finalmente hay evidencia de que utilizó recursos públicos para beneficio
personal y tejió un entramado de intereses en aras de apisonar su camino, hoy
frustrado camino, a la Presidencia de la República.
Ángel Heladio ha cerrado
la boca y está fuera de toda actividad política, aunque recientemente pretendió
influir en la elección de su sucesor en Guerrero, pero la aprehensión de su
Hermano Carlos Mateo y otros de sus familiares y amigos, acusados de
operaciones con recursos de procedencia ilícita, fue un mensaje que no puede
soslayar.
Y Marcelo, presuntamente
avecindado en Houston, Texas, junto con su familia y en casa de un amigo
empresario mexiquense, difícilmente retornará a México –por lo menos no en la
actual administración—porque está sujeto a investigación por la Procuraduría
General de la República y autoridades hacendarias, por la presunta comisión de
delitos fiscales y desviación de recursos públicos.
Además, desde el pasado 2
de junio último, hay una denuncia penal presentada en su contra y ante la PGR
por el entonces candidato del PRD a diputado federal por el distrito 27 en
Tláhuac, Crescencio Morales Ávila.
La denuncia no tiene
desperdicio y cuenta con el respaldo de 65 mil firmas que acusan a Marcelo por
las anomalías detectadas en la Línea 12 del Metro.
El dúo Ángel
Heladio-Marcelo despertó del sueño de opio azuzado por las pesadillas de los
entes que creó, uno para cimentar un cacicazgo en Guerrero y fondear recursos
para la adelantada campaña presidencial u, el otro, para aprovechar el status y
consolidar alianzas, pero Dante Delgado Rannauro ya lo abandonó.
Y ya sabe usted desde
dónde ha operado esta tarea para cobrar ciertas facturas. La noche del 30 de
enero de 2011, en este espacio referí: “Guerrero: Ebrard ganó la partida a
Peña”, entonces Peña Nieto era el gobernador mexiquense perfilado a la
Presidencia de la República; Ángel Heladio, su amigo, se alió con quien y
quienes pretendieron descarrilarlo. Lo dicho: la venganza es un plato frío que
se come a solas. Conste.
MIÉRCOLES. Este día, con
la representación del presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de
Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, se reunirá con ingenieros
de todo el país a quienes reconocerá sus valiosas aportaciones en la
construcción de infraestructura, creación de empleos y desarrollo científico y
tecnológico.
Los integrantes de 62
especialidades que integran a la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros
celebrarán que un 1 de julio de 1974, se expidió el Decreto por el que se
festeja a su gremio.
En el encuentro con Ruiz
Esparza seguramente se recordará que un 1 de
julio de 1776 se expidió la Real Cédula para la Creación en México del
Real Tribunal de la Minería, que propició la fundación del centro de docencia e
investigación llamado “Real Seminario de Minería”, del que surgieron los
primeros planes de estudio y textos de las primeras escuelas de ingeniería del
continente americano. Digo.
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