La literatura de Saúl Ibargoyen se ha convertido en una de las consentidas de los asistentes a la #FUL en los últimos años y por eso, este 2014 volverá a estar en el Polideportivo Carlos Martínez Balmori con tres obras.
Los movimientos culturales
independientes son abundantes y variados, mientras el sistema se conforma con
10 o 12 nombres, apunta; Ibargoyen participará en la FUL 2014 con 3 obras
Poeta y escritor prolífico
Saúl Ibargoyen subraya la confusión en la que se desarrolla la poesía mexicana,
a razón de que los movimientos culturales se realizan de forma autónoma por
grupos y artistas independientes y diversos de toda la República, quienes se
desarrollan por fuera del sistema debido a las restricciones impuestas por las
instituciones culturales a través de los cánones.
“En México ha sido muy
claro, sobre todo el canon establecido por los contemporáneos, soslayándose en
los estridentistas y el canon posterior con Octavio Paz, que tiene
implicaciones político-ideológicas”, explica el poeta nacido en Uruguay al
precisar que esas restricciones del sistema generan respuestas a contra
sentido, provocando una enorme producción que pasa desapercibida pero es uno de
los grandes sustentos de la cultura que no se ve pero conecta con el pueblo en
general.
En el marco de la Feria
Universitaria del Libro, FUL 2014, a realizarse del 22 al 31 de agosto en la ciudad
de Pachuca de Soto, Hidalgo, Saúl Ibargoyen compartirá con el público
hidalguense parte de su obra literaria, con la presentación de la novela “Toda
la Tierra”, el libro de poemas “Maldita Mía”, editado por Sediento Ediciones y
“Los Cuates de Candelita“, obra de teatro para niños que en 2007 recibió un
premio de la SEP para integrarse al programa Bibliotecas de Aulas y este año
sale por primera vez en edición comercial realizada por Textofilia.
Tomando en consideración que
Francia será el país invitado durante la FUL 2014, Ibargoyen comparte su novela
“Toda la Tierra”, publicada en Francia bajo el sello Edition Á plus d’un titre
y en México, por la editorial EON. En esta obra, el poeta relata el desarrollo
de una familia que habita en la frontera entre Uruguay y Brasil, con una
historia que se desarrolla en portuñol, una mezcla de español y portugués.
“Hay una limitación ahora y
no sé cómo podrá abrirse. Lo que tratamos es seguir trabajando, conectando por
fuera, teniendo contacto con los colegas y en lo posible estar fuera del
aparato, aunque mantenga una relación laboral con las instituciones culturales,
porque el Estado tiene la responsabilidad de fomentar la cultura”, afirma el
lector incansable del Quijote y reflexiona sobre la naturaleza del canon como
reflejo de la ideología dominante, que establece lo correcto y lo incorrecto e
intenta ajustar todas las producciones bajo un mismo molde.
Asiduo lector de literatura
mística, religiosa y poesía islámica, exalta la trascendencia de la poesía como
canal de denuncia y reflejo del acontecer histórico, pero apunta que la
estridencia y las tentaciones actuales de caer en los artífices tecnológicos y
el gran show, distraen a la actividad creativa para convertirla en espectáculo,
en bullicio, en farándula, porque el grito atrae pero no sensibiliza.
“El tiempo del poeta es
distinto del tiempo histórico, pero el primero se nutre del segundo. No podemos
ser como los exquisitos que miran la historia a lo lejos. Uno está metido ahí,
adentro, a nivel de cancha, no en las tribunas”, afirma entre risas el
reconocido escritor quien revela que la construcción de un poema es un proceso
largo, que toma tiempo, recopila memorias del poeta y sentires de otros tiempos
y en un momento dado se unen y crean una obra nueva.
En el mismo tono, Ibargoyen
celebró la cada vez mayor participación de la juventud en los movimientos
culturales, no obstante advierte que la literatura requiere de preparación
previa, conocimientos y sensibilidad, para que la obra surja cuando el tiempo personal
coincide con el tiempo de la poesía.
No obstante, confía “la
inspiración no existe, es la sensibilidad del artista que puede transformar los
estímulos de la realidad en algo nuevo” y relata cómo un hecho cualquiera se
percibe de forma distinta desde la mirada del poeta, “un perro tirado en la
calle para todos es un hecho, pero va más allá… estás pensando en la muerte, en
la fugacidad de las cosas, en el azar. No solamente es la descripción de un
hecho, va más allá”.
Finalmente, afirma que el
poeta es un ser histórico y cuando escribe está realizando un producto
histórico en el caso de que lo comunique, sin embargo explica que la selección
de temas no es un proceso premeditado, aunque pudieran caer muy bien en un
cierto momento histórico y se genera una especie de modelo y el poeta está
obligado a ser leal a su propia necesidad.
“La necesidad que comienza a
expandirse va a implicar una responsabilidad. Los poetas deben entender que su
trabajo no cambia la realidad del mundo, pero va a influir en determinados
círculos y debe influir en un sentido de autonomía, fuera de toda manifestación
del poder”, concluyó.
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