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MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN |
¿Hay legisladores de segunda? Sí, de acuerdo con los 35 diputados federales de Movimiento Regeneración Nacional (Morena). No, conforme con los 465 integrantes de la Cámara baja militantes en los restantes siete partidos representados en esa instancia del Congreso de la Unión.
Resulta que estos diputados de Morena quieren trato de pedigrí porque su plumaje no es cualquiera y, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, no se conforman con retazos de la alta burocracia camaral, según han dicho.
Esa es su postura radical. Ayer dieron el primer paso de los incontables que sin duda darán a lo largo de la LXIII Legislatura, en acatamiento a la consigna de sacar raja de donde sea para la causa de Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, éstos próceres surgidos del dedazo de López Obrador, consideran que sus pares de los otros siete partidos representados en la Cámara baja, les dan trato de segunda, porque les niegan la titularidad de las comisiones ordinarias que demandan.
Son miembros de un partido de reciente creación y registro otorgado por el Instituto Nacional Electoral sobre una sustancial membresía arrebatada al Partido de la Revolución Democrática, al que ahora pretenden despojar de una Comisión ordinaria que no es cualquier cosa.
Las cabezas negociadoras de Morena son la coordinadora Norma Rocío Nahle García y el vicecoordinador Virgilio Dante Caballero Pedraza, un comunicador peleado en extremo irreconciliable con Beatriz Paredes Rangel, quien lo destituyó de la dirección general del Canal del Congreso, en una sesión de madrugada en la LVIII legislatura.
Bien. Resulta que la distribución de las 56 comisiones ordinarias de la Cámara baja, es decir, las que pueden dictaminar iniciativas de ley, se atoró merced a la postura radical que atiende a una consigna del todo o nada, conseguir la presidencia de la influyente –política y partidistamente, por obvias razones de quien gobierna a la capital del país y que no es bien visto por Andrés Manuel López Obrador-- Comisión del Distrito Federal. Ni más ni menos.
Pero, con la elemental ecuación de buenos y malos, de primera y de segunda los diputados federales de Morena instalaron su postura en la negociación de las comisiones que corresponden a cada uno de los grupos parlamentarios de acuerdo con el número de sus integrantes.
Además, en ese desplante de soberbia, califican como retazos a las comisiones que les corresponden consecuencia de la negociación. Y, asidos a una consigna, reventaron las pláticas que, la noche de este martes debían haber aterrizado en acuerdos en la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados para ser votadas en el pleno camaral con la designación de sus integrantes.
Pero, en la Junta de Coordinación Política los coordinadores de las siete bancadas no pudieron avanzar en los consensos con sus contrapartes de Morena, porque éstos quieren imposibles, aspiran a presidir comisiones que, por número de legisladores, corresponden legalmente al PRD.
¿Es el primer traspié de César Camacho Quiroz como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados? Tal vez, porque evidencia que en casi un mes no ha podido concretar un acuerdo con los legisladores de Morena y, en ese tenor, éstos amagan con convertirse en una piedra en el zapato legislativo y el dolor de cabeza para priistas, panistas y perredistas.
Por de pronto, los negociadores de Morena arrinconaron a sus contrapartes del PRI, PAN, PRD, PVEM, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza y Encuentro Social y obligaron a César Camacho Quiroz, coordinador de la bancada priista y presidente de la Jucopo, a ajustarse al reloj legislativo inaugurado por Beatriz Paredes Rangel y retomado ayer por Jesús Zambrano.
Cuando presidenta camaral y responsable del procedimiento legislativo para aprobar el paquete económico, hace casi 15 años Paredes Rangel echó mano de un mecanismo inédito que se desprendía del horario normal para emprender uno especial que podía durar las horas necesarias para aprobar el gasto público dentro del rango de la fecha en que comenzó su discusión, aunque ya fuese otro día.
La repartición de las 56 comisiones, de acuerdo con la oferta de Camacho Quiroz el domingo último, sería aprobado por el pleno camaral en la sesión de este martes, mas la postura de Morena obligó a entrar en ese reloj legislativo, previéndose, sólo previéndose, que este miércoles a las doce del día se reunirá la Jucopo y, a la una de la tarde, se reanude la sesión plenaria con el fin de integrar y aprobar la repartición de las comisiones.
¿Será posible que los diputados de Morena hayan aceptado, en negociaciones nocturnas y de madrugada quedarse con las comisiones que les asignen en la Jucopo? En esta mesa, a Morena le habrían ofrecido las comisiones de Atención a la Niñez, Fomento al Cooperativismo, Reforma Agraria y Seguridad Social.
Empero, el PRI, de acuerdo con el vicecoordinador Jorge Carlos Ramírez Marín, incluso ofrecieron a Morena la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción, pero quieren la Comisión del Distrito Federal; el PRD no está dispuesto a perder esa posición. Y ahí se atoraron las negociaciones.
“Vamos a insistirle”, dijo Ramírez Marín y sostuvo: “Realmente no creo que haya un espíritu de crear contentos, se trata de crear consensos. No podemos dejar contentos a todos, no es posible”.
El caso es que los diputados de Morena ya dieron luz de su postura y ésta pasa por descalificar a sus contrapartes. Hay diputados de segunda que se conforman con retazos de la burocracia camaral. Y el plumaje de los pupilos de López Obrador no se mancha con esos lodos. ¿Quiénes son los juniors, pirrurris y señoritos?, en la paráfrasis del tabasqueño. ¡Vaya negociadores de Chanel y Lavanda! Conste.
MIÉRCOLES. La alarma sísmica de la noche de este martes, sorprendió en plena chamba a los diputados federales del PRI Martha Tamayo y Enrique Jackson; atendieron al llamado del desalojo y luego retornaron a sus tareas. ¿Afinaban detalles de la asignación de comisiones? Digo.
@msanchezlimon
Vanguardia Digital