lunes, 8 de junio de 2015

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta al Gober) De Julio Ayala Carlos

Sustitutazo…

Es innegable que la elección del pasado domingo, 7 de junio, la ganó Héctor Astudillo Flores, quien como candidato a gobernador incluso arrastró al triunfo a candidatos a diputados federales, diputados locales y presidentes municipales de su partido, el PRI, que difícilmente, y por sí solos, hubieran ganado su elección.

Ejemplos hay muchos, que le deberán la diputación federal o local, o la presidencia municipal, a Héctor Astudillo. Ya habrá tiempo para decir quiénes son, los que se sacaron la rifa del tigre, prácticamente ser hacer campaña.

Mientras tanto, creo yo, más te vale que pongas tus barbas a remojar. Ojalá y te acuerdes que hay en tu contra, ante la Fepade, una denuncia por delitos electorales. Ojalá y también te veas en el espejo de Ángel Aguirre, a quien por cierto le dijimos, una y otra vez, que se viera en el del ex gobernador Granier.

Pero mientras eso ocurre —otra vez—, hay que decir que los guerrerenses, “háiga sido, como háiga sido”, ya eligieron, y en tal sentido, habrá que respetar el voto mayoritario. Toca pues, a los ganadores de esta contienda, incluido Héctor Astudillo, tender puentes de entendimiento, de diálogo y concertación, a quienes perdieron la elección.

Y es que, por más grande que sea la diferencia, en el número de votos, entre ganadores y perdedores, es innegable que quienes perdieron la elección representan un gran sector de la población a quienes habrá que sumar al proyecto ganador. No hacerlo, pecando de soberbia, sería un grave error para quien será el próximo gobernador.
Sí. La elección concluyó el pasado domingo, y lo que toca ahora es sumar a todos en este gran proyecto que es Guerrero, en donde esté por delante el bienestar y el progreso de todos, pero en especial de los que menos tienen. Un proyecto en donde no haya vencedores ni vencidos, y sí en cambio el compromiso de hacer de Guerrero un estado de progreso.
Es cierto. En estos momentos hay, por un lado, la euforia del triunfo, y por el otro, la tristeza de la derrota; sin embargo, ojalá y entiendan, unos y otros, que el progreso del estado no puede construirse en unos sobre otros. Ojalá y entiendan que si bien ganó un proyecto de gobierno, es necesario incluir en éste aquellas propuestas de aquel que no obtuvo el triunfo.
Sin duda que el 7 de junio ganó el mejor proyecto, pero es innegable que el otro, o los otros, también son importantes y buenos, y en consecuencia, habría que integrarlos a un gran proyecto en donde si bien predominen las mayorías, también se tome en cuenta a las minorías, y más si se toma en  cuenta que el margen, entre unos y otros, es pequeño.
Ojalá y entiendan que Guerrero somos todos, y no sólo los que ganan una elección. Ojalá y se entienda que para hacer de este estado, nuestra patria chica, un Guerrero de progreso, se requiere un gobierno incluyente, en donde todos, más allá de colores, tengan un espacio de participación.
Hay que decirlo. En política hay adversarios, y no enemigos. En todo caso, si así ocurriera, hasta los enemigos más irreconciliables se tienen consideración y respeto.
Concluyo: Héctor Astudillo es un político maduro, responsable y comprometido con Guerrero, que sabe el sabor de la derrota, como la de hace 10 años, y en tal sentido, creo yo, bien haría en tender puentes de plata y entendimiento, diálogo y concertación con el o los vencidos.
Sin duda que todo esto no lo obtuvo de un Zeferino Torreblanca arrogante y soberbio, que incluso trató con la punta del pie a sus propios compañeros de partido que lo llevaron al triunfo. No tengo la menor duda que Héctor Astudillo Flores sabrá hacer lo necesario para la reconciliación del estado, propio de los estadistas y de lo que requiere Guerrero.


Comentarios: julio651220@hotmail.com

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