“Sin rencores, pero con memoria” -Dicho popular-
“Lo que sucede en Cuba es
trágico. La promesa de prosperidad y libertad que trajo en el vientre la
Revolución Cubana hace medio siglo es hoy una realidad de miseria económica y
opresión política”.
“Hay en América Latina
países con niveles de privación parecidos a los que pueden verse en Cuba con
sólo caminar por La Habana. Pero en ningún país de América Latina hay una
dictadura tan minuciosa, capaz de controles tan efectivos, como en la Cuba
revolucionaria”. (Nexos, 1ro. Abril, 2002)
Las dos únicas revoluciones
que han rendido frutos sociales en su momento, lo fueron Francia y Rusia. La
URSS, en la década de los 80's, con la "Perestroika" (Reestructuración),
de Miguel Gorvachov, donde se aceptó la propiedad privada (en México, pretenden
desaparecerla).
Un sistema nuevo de oferta y
demanda para justificar el sistema y vida burgués que disfrutaban y gozaban de
los privilegios de esa economía el grupo gobernante. (Nomenklatura).
Darles autonomía a las
empresas (en nuestro país, se pretende lo contrario, controlarlas,
desaparecerlas y que el sistema de gobierno en una economía centralmente
planificada, donde se observa la degradación del campo, de los empleos y
sujetar al pueblo a un salario universal). Lo vemos actualmente los ingresos no
garantizan un nivel mínimo de subsistencia. El Estado, otorga pensiones, becas,
apoyos, préstamos; ahoga en si el Producto Interno Bruto. Esas son las
caridades económicas propias de un gobierno comunista.
No hay inversión extranjera.
Vemos si la creación de bancos propios y la concesión de créditos ilimitados
que están provocando inflación y la escasez que se incrementa, de alimentos. No
es el Covid-19, son las malas políticas económicas empleadas. Guardar dinero
para completar el circulo asfixiante de apoderarse de los Congresos,
gubernaturas y alcaldías. Para imponer un totalitarismo, que fue lo que inició
y el triunfo de la Revolución Francesa, con los hombres sentados a la
izquierda, de reconocidas logias.
Cuba y sus dos polos. La
Habana vieja, donde reside y pervive la pobreza, la necesidad apremiante de los
migrantes y las necesidades básicas de alimentos. La otra, la turística, la de
los paseantes de otros países, donde las bellezas de grandes hoteles, viandas
opíparas, drogas, prostitución y sitios de interés históricos y de distracción.
Allí está la más amplia y variada cultura para los más bajos instintos. Las
tengo a pululu. . .
En esta última es donde
concurren los que pretenden darse el lujo y presumir de haber estado
vacacionando en la Isla de los empresarios hermanos Castro y su descendencia
para sentirse por un momento “revolucionarios marxistas-leninistas”; y para
ello “rubrican” y presuntuosos compran camisetas con las imágenes de los próceres
de la revolución cubana, creyéndose “soldados” de aquel famoso asalto al
cuartel Moncada.
El cubano mercantilista,
empresario capitalista, con el saludo clásico del ¡camarada! les hacer creer a éstos
que ya son bendecidos en la pila bautismal cubana, para convertirse al
comunismo o socialismo, según las fantasías del comprador al adquirir dichas
camisetas, pipas, sombreros o cualquier souvenir o sirviéndoles un mohito o
fumando un habano ‘cohíba’ (hechos en china). Bien dicen en la Isla: “No hay
cabrón sin pendejo” o bien, el adjetivo “eres un punto”.
¡Candela paria proletariado!
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