“La ficción nos la hacemos
nosotros a nuestra medida.”
-Gilbert Keith Chesterton,
escritor y filósofo inglés-
La 4T, es y ha sido una
simulación verbal de un mundo diseñado en las mentes de ansiosos, afanosos y de
fantásticos hombres y mujeres que desean un mundo mejor y que auditivamente les
agrada, tal y como se los presentan. Eso fue lo que ofertó en su campaña AMLO.
Como se lo crean en su momento despertó a propios y extraños. Tirios y troyanos.
Aunque la realidad actual es desastrosa, siguen creyendo que aún ese mundo se
puede crear.
La percepción conceptual de
López Obrador, ya se rompió. No hay confianza. Nadie le cree.
Andrés Manuel López Obrador,
llegó al poder contando una historia que creo patrones de ideas y de conversaciones
de un proyecto que solo existió en su mente y que, por falta de un ejercicio laboral,
de constancia en su conducta y de voluntad; así como de no saber interpretar
sus propios planes, colapsó en él mismo. Abarcó mucho y no llegó a nada en concreto.
Fue más fantasía y ficción que una realidad palpable. La 4T, se desplomó en una
cuenta regresiva que está en uno por ciento.
La realidad le arrojó números
porcentuales del 13% de su revocación de mandato. El mito se desmorona. . .
La ficción de las muletillas
“yo tengo otros datos”, “amor con amor se paga” “no somos iguales” no es sólo
una forma falsa de referir a la realidad social, sino que fue parte de una capacidad
humana que puso sus esperanzas en alguien que podría cambiar el entorno; pero
que al paso de tiempo y casi al fin de su coto de gobierno obradorista, la
realidad supera esa simulación. La contundencia del caos económico y el ruido
estridente de sus bolsillos huecos, vacíos, los ha despertado.
La economía en México se ha
desplomado. Evitemos la autocomplacencia de la dádiva, la limosna.
La ficción, al servirse de
una categoría tan flexible como la de lo “posible”, juega con el límite entre
lo existente y lo deseable, lo irreal y lo fáctico, López Obrador abusó en ese
sentido. Ha tratado de mantenerlo a través de su soporífero programita “la
mañanera”, que él mismo lo ha llevado a chocar con el iceberg de la audiencia
que ya no le cree. Se mofan, se burlan. Ha terminado siendo el hazmerreír. Hoy
se ven quejas, acusaciones infantiles, reconvenciones, reproches y delaciones.
. .
Tal vez se haya cambiado en
el pensar de la otra sociedad. Aquella que no se metía en la política, en la
economía, en la sociología y antropología social. Hoy opina en las diversas
plataformas digitales y cibernéticas de mil voces, que han suplido -cambiado la
manera de ser y leer. Pensar y actuar- los medios impresos. Allí están los
contestarios, los que responden, los que critican, los que opinan y dicen con
el extensivo vocabulario del mexicano. Eso ha cambiado, no porque haya libertad
de expresión, sino porque hay más gente valerosa; principalmente la que antes
no hablaba. La que no quiere a los mismos hombres y mujeres de los indistintos
partidos políticos.
Aunque hay organismos
políticos, que siguen esa vieja usanza. No quieren cambiar; pero los van a
cambiar. Muestran el mismo dossier ante el respetable de viejas letanías de “oratoria”
en las y los incultos grillos que dicen hacer política y solo saben robar,
mentir y traicionar.
Lo real y palpable es que se
hará necesario que este gobierno de la 4T sirva de puente para entregar el
poder a una nueva generación de personas -sin mediar edad- que entiendan que
México debe ser un potencial país en sus industrias, ciencia, tecnologías, academia,
arte, cultura, deporte para beneficio de todos, no de una secta, grupo o tribu.
Tenemos que transitar de la
ficción a la realidad. Todo este sexenio junto con Morena, PRI, PAN, PRD, Verde
Ecologista, MC y demás engendros, son y han sido parte del problema junto a
AMLO. Porque ninguno ha entregado una solución. Acabemos con la ficción social,
de amigos, financiera, cultural, de arte. Eso debe acabar. Veamos la realidad,
que es el camino. No seguir al zonzo, al zoquete, al traidor, al menso. Hay
hombres y mujeres con mucha materia gris.
Los que gobiernan el mundo,
empiezan a tomar parte en esto. Los grandes capitalistas se asumen en los
mandos de los organismos que regulan al mundo –al menos en otros países se
observa- México debe ser parte de esto. Es imposible, regresar al masoquismo de
los ladrones.
No es de dudar que el
próximo presidente de México, venga en un paquete mundial. Ni izquierda, ni
derecha, ni nada de esos simbolismos pintoresco de la política. Vendrá a remediar
este basurero; pero ya no con los mismos pepenadores o pechugueros.
@GradoCero_Gro
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