domingo, 7 de septiembre de 2014

Entresemana La necia actitud de Madero Moisés Sánchez Limón


No es nuevo que de las pifias partidistas, yerros de los prohombres de la oposición y del partido oficial, pillados en actos ofensivos para las buenas conciencias, que se rasgan vestimentas contra la rampante corrupción mas se ofenden cuando ésta cabalga entre sus filas, se acuse a reporteros entrometidos y medios de comunicación que divulgan impúdicos videos, transcripciones de sus horrendasconversaciones salpicadas de presuntos ilícitos o pecados mortales. ¡Ah!, los políticos ilustres.
Ahí tiene usted a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, defenestrado dirigente del PRI chilango, quien se asume víctima de bullying mediático prohijado por sus enemigos. ¡Caray, pobre Cuau!
Por eso no sorprende que Gustavo Enrique Madero cierre los ojos frente a los severos problemas de descrédito y deshonestidad, división y guerra doméstica de descalificaciones, la lucha por el poder partidista, que vive el Partido Acción Nacional, y acuse a los medios de ser causantes y conductos de esa percepción entre la ciudadanía.
Lo dicho por Madero a los consejeros nacionales albiazules que acudieron a sesión extraordinaria del partido, el pasado fin de semana, puede interpretarse como la necia actitud de quien observa el incendio de la casa familiar y asegura que no pasa nada, que la familia está de plácemes.
Dijo el chihuahuense que “México sigue necesitando al mejor PAN de todos los tiempos, al más unido, al que gobierna, legisla, denuncia y combate cualquier fraude, imposición, mentira o engaño”.
No hay duda. Madero cree que los mexicanos estamos ayunos de sentido común, desinformados de lo que ocurre en el PAN desde que la corriente calderonista pretendió tomar por asalto al partido y Gustavo lo defendió con una bizarra condición de creer que no pasaba nada, que Acción Nacional estaba y estaría a salvo, defendida por su grupo que en el Congreso de la Unión ha ido entre el escándalo y la difamación, la guerra intestina que no tiene reparo en destruir hogares y hacer añicos famas públicas.
Difama y calumnia que algo queda, parece ser el sello básico de la lucha entre las tribus panistas que buscan aliarse con el PRD en la agenda legislativa para combatir al PRI, pero evitan comprometerse en el plano electoral porque, en esa arena, desconfían mutuamente de las famas públicas que arrastran. El electorado tiene memoria, pese a que suele equivocarse.
En el Partido Acción Nacional, bajo la presidencia de Gustavo Enrique Madero, ha ocurrido todo, todo. Desde haber perdido la elección presidencial y hasta haber logrado la atomización albiazul en un contrasentido de reducir la membresía mediante un supuesto acto de honestidad, y sólo porque en tiempos de Felipe Calderón, que arrastraba la errática relación del Presidente de la República con el partido, desde los días de gloria de Vicente Fox, se infló el padrón de albiazules.
La guerra doméstica por el control del partido, fue el factor principal que tejió intereses de grupo y devino en dos bandos, buenos y malos, honestos y pillos, maderistas y calderonistas, diputados y senadores que un día son evidenciados en fiestas privadas con damas que cobran por alegrar imagen y pensamiento, o que son acusados de cobrar “moches”, el diezmo por bajar presupuesto a municipios o que de plano inducen al voto mediante cañonazos de medio millón de pesos, o un privado con una chica buena onda.
Por supuesto que Gustavo Madero y los consejeros nacionales del PAN saben con largueza de estos asuntos; muchos, sin duda, deben estar francamente pesimistas respecto del futuro inmediato del partido, de la suerte que correrán sus candidatos en la elección federal intermedia del año entrante.
Indudablemente saben, por ejemplo, que en Sonora el gobernador Guillermo Padrés Elías, ha hecho todo lo posible para que el PAN pierda la gubernatura el año que entra. Por eso, ¿cree Gustavo Madero que los convenció de que en Acción Nacional no pasa nada porque lo ocurrido linda en lo anecdótico?
Por eso, Madero sacó el expediente fácil de culpar a los medios de comunicación de lo que se dice ocurre en el PAN.
“Vivimos un momento de bombardeos mediáticos y publicitarios –acusó--, y es nuestra obligación generar consciencia, abrir los ojos de todos los ciudadanos”.
Bueno, tal vez porque son integrantes de su equipo, Ricardo Anaya, secretario general del partido; Cecilia Romero y los gobernadores de Baja California, Francisco Kiko Vega de Lamadrid, y de Puebla, Rafael Moreno Valle, presentes en la sesión extraordinaria de consejeros nacionales, le aplaudieron mas no con la convicción de que ésa, la pintada por Madero, es la realidad del PAN.
Porque Madero asegura que “los logros históricos del partido y su realidad actual es mucho más positiva y grande que eventuales comportamientos particulares de algunos de sus miembros”.
En ese plano, de acuerdo con la información oficial del PAN, “pidió no confundir ni engañar porque todos los indicadores medibles y ponderables hablan de que de todas las fuerzas políticas, Acción Nacional es el partido con mayores opiniones positivas por parte de la población”.
Incluso asegura que “el PRI aparece como el partido más corrupto en una proporción de cinco a uno contra el PAN, y eso es lo que tratan de revertir ellos a través de esta guerra de narrativas”, o lo que es lo mismo: el PRI es responsable de los cochupos de sus diputados y senadores, de las fiestas paganas con chicas buena onda, de los desencuentros públicos de los legisladores panistas.
Y de plano sostuvo: “El PAN enfrenta trascendidos, acusaciones sin denuncias, delitos sin testimonios, cobardes difamaciones sin voz y sin rostro para alimentar esta política del espectáculo y de la trivialización, en donde lo que menos importa son las posiciones ideológicas”. Necia actitud de culpar al vecino de enfrente, a la prensa, por el desaseo doméstico. Digo.
LUNES. Ofrece el senador Luis Miguel Jerónimo Barbosa Huerta: “El tercer año de Ejercicio de la LXII Legislatura del Senado de la República tendrá como sellos la productividad, la transparencia y la austeridad, lo cual significa llevar a cabo un proceso de transformación de esta Cámara, acorde con el avance de la pluralidad y las demandas sociales”. Y que le zumban los oídos a Raúl Cervantes. Conste.

@msanchezlimon

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