EFRAIN FLORES IGLESIAS |
Su sueño era ser gobernador del estado de
Guerrero. Ya se había preparado
para ello. Tenía estructura y había amarrado
ya importantes alianzas. Era el candidato natural del PRD, más no del entonces
inquilino de Casa Guerrero.
Se llamaba Armando Chavarría
Barrera, un hombre admirado desde que era dirigente de la Federación
Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG) por su habilidad conciliadora.
Claro, no les caía bien a todos.
Poco a poco fue fortaleciendo su liderazgo en la Universidad Autónoma de
Guerrero (UAGro), en donde intentó ser rector, que no lo logró por la colusión
de los caciques universitarios y los gobernadores en turno.
Chavarría no bajó la guardia y decidió
meterse de lleno al PRD, instituto político en donde demostró tener un amplio
liderazgo, a tal grado que en poco tiempo se convirtió en diputado federal y
senador de la República.
Desplazó a importantes liderazgos y fundadores del PRD.
En 2004 solicitó licencia como senador de la República para inscribirse
en el proceso interno para elegir al candidato a gobernador de su partido, pero
la mayoría de los militantes perredistas decidieron darle su respaldo al ex
alcalde de Acapulco, Zeferino
Torreblanca Galindo.
Armando Chavarría apechugó y
no se fue del PRD. Junto con sus seguidores decidieron respaldar en todo el
estado a Zeferino Torreblanca, quien el 6 de febrero de 2005 ganó la elección
constitucional. El PRD derrotaba por
primera vez al PRI en Guerrero.
Luego de la llegada del Sol Azteca al poder, Armando Chavarría decidió
formar Polo Guerrerense de Izquierda (PGI), una corriente al interior del PRD
que se convirtió en la más fuerte de la entidad.
Durante los tres primeros años del gobierno zeferinista fungió como
secretario general de Gobierno, pero eran
evidentes los desencuentros entre él y el mandatario estatal. Las formas de
hacer política eran distintas. Zeferino Torreblanca gobernaba a la entidad como
si fuera una empresa de su propiedad, y eso no lo veían bien Chavarría ni el
grueso de la militancia perredista que esperaban mejores resultados en política
social.
En el proceso electoral del año 2008 renuncia a la secretaría general de
Gobierno y es postulado como candidato a diputado local por la vía plurinominal
encabezando la lista de su partido.
Al instalarse la LIX Legislatura local, el PRD y el PRI tenían igual
número de integrantes, por lo que inició una feroz lucha para ver qué partido
se quedaba con la Presidencia de la Comisión de Gobierno.
Armando Chavarría era el coordinador de la
fracción del PRD, y Héctor Vicario Castrejón era el del PRI. Hubo quienes veían
a éste último como el seguro presidente de la Comisión de Gobierno, pero el
perredista se impuso en el cabildeo. Logró convencer a Convergencia (lo que hoy es Movimiento Ciudadano), al
PT, Nueva Alianza y al PAN. A Vicario solamente lo apoyaron los legisladores
del Partido Verde.
Desde su posición de presidente de la
Comisión de Gobierno, Armando Chavarría fue un serio crítico del gobierno de
Zeferino Torreblanca, a quien le cuestionó en tribuna por su pésima estrategia
en materia de seguridad pública y de perseguir a luchadores sociales.
El 20 de agosto de 2009 fue cobardemente ejecutado por un grupo de
pistoleros en su domicilio ubicado al sur de Chilpancingo. Ya no alcanzó a
celebrar su cumpleaños que era el 27 de agosto, día en que iba a destaparse como aspirante a la
gubernatura. Ya para entonces era el más posicionado para lograr la
candidatura.
Zeferino Torreblanca tenía como delfín
a su secretario de Desarrollo Rural, Armando
Ríos Piter, un personaje cuestionado por su desarraigo con los principios
del PRD y la lucha social.
Han transcurrido 7 años del asesinato de
Armando Chavarría y todo parece indicar que las investigaciones siguen lentas. Ni siquiera Rogelio Ortega Martínez, quien fuera su compañero de batallas en la
UAGro, pudo resolver el caso cuando fungió como gobernador de la entidad. No le
importó. Se olvidó de su amigo, pues.
También es lamentable que algunos de sus discípulos solamente se
acuerden de él para lucrar políticamente y dar espectáculos mediáticos. Como
por ejemplo, David Jiménez Rumbo.
Así como su familia exige el esclarecimiento del crimen, los familiares de
Luis Donaldo Colosio Murrieta, José Francisco Ruiz Massieu y de otros actores
políticos también siguen esperando que algún día se les haga justicia.
Comentarios:
E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com;
Facebook: Efraín Flores Iglesias;
Twitter: @efiglesias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.