EFRAIN FLORES IGLESIAS |
La sociedad mexicana está cansada de tanta violencia, corrupción e
impunidad; está hasta la madre de leer en la prensa, de escuchar y ver en la radio
y televisión que algunos gobernantes y legisladores utilicen el poder para
enriquecerse y permitir que los criminales causen terror a la población.
Los mexicanos están indignados de que cada día se le descubran más casas blancas a Angélica Rivera, “La
Gaviota”, y de que el presidente Enrique
Peña Nieto siga con los gasolinazos,
pese a que en enero de este año prometió en cadena nacional que ya no habrían
incrementos.
La clase gobernante siempre promete que no habrá tolerancia a la
corrupción e impunidad, pero sólo es eso: discurso, promesas. La sociedad
reclama acciones concretas. O sea, cárcel para los gobernantes corruptos y
aquellos que en su momento desviaron recursos.
Hay varios ejemplos de gobernadores y ex mandatarios estatales que
tienen señalamientos de corrupción y que se siguen burlando de la ley y del
pueblo. Los más sonados son Javier Duarte de Ochoa (Veracruz), César Duarte
Jáquez (Chihuahua), Roberto Borge Angulo (Quintana Roo), Humberto Moreira
Valdés (Coahuila), Arturo Montiel Rojas
(Estado de México), Mario Marín Torres
(Puebla), Ulises Ruiz Ortiz (Oaxaca), Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba
(Tamaulipas), Fidel Herrera Beltrán (Veracruz), entre otros. Todos ellos del
PRI.
Los panistas no se salvan. Guillermo Padrés Elías (Sonora), Sergio
Estrada Cajigal (Morelos), Emilio González Márquez (Jalisco), Mario López
Valdez (Sinaloa), entre otros.
Y, por supuesto, los del PRD tampoco cantan mal las rancheras. Ahí están
los casos de Amalia García Medina (Zacatecas), Rosario Robles Berlanga (Ciudad
de México), Narciso Agúndez Montaño (Baja California Sur), Marcelo Ebrard Casaubón (Ciudad de México), Ángel Heladio Aguirre Rivero (Guerrero), Juan Sabines Guerrero
(Chiapas), Arturo Núnez Jiménez (Tabasco), Rogelio
Ortega Martínez (Guerrero), entre otros.
Como ven, la lista es larga.
En otra entrega detallaremos las denuncias que hay en su contra y los
escándalos cometidos en sus administraciones.
Luego entonces, si los gobernadores desvían recursos, los alcaldes
también se sirven con la cuchara grande el presupuesto que les llega a sus
municipios. Bueno, no todos, porque algunos “nomás roban un poquito”, como el
de San Blas, Nayarit, Heladio “Layín”
Ramírez Villanueva.
Y, por supuesto, la mayoría de los alcaldes también gozan de impunidad.
Solamente son encarcelados o sancionados aquellos que no son del agrado del
gobernador en turno.
Lo más reprobable es su cinismo, como es el caso de Layín. Pero Peña Nieto no
se queda atrás. Pide perdón a los mexicanos por el asunto de la Casa Blanca de La Gaviota, pero no deslinda
responsabilidades. Y se entiende, es su consorte.
Un perdón no basta, señor presidente Peña
Nieto. Se requiere combatir de fondo la corrupción en México.
Insisto, los ciudadanos ya están (estamos, me incluyo) hasta la madre de
tanta corrupción e impunidad.
Y en lo que respecta a inseguridad pública, no se ve para cuándo
termine. Es un monstruo que parece ser eterno. Y hay quienes se jactan de decir
que la grave inseguridad por la que atraviesa México, no la tiene ni Obama. ¡Zas!
ENTRE OTRAS COSAS… Este fin de semana hubo dos noticias. Una
buena y otra mala.
La buena es que las Chivas del Guadalajara
derrotaron la noche del sábado en el estadio Azteca al América. 3-0 nada más. Fue un buen partido, pero las
Águilas no jugaron con la pasión que les caracteriza. Ni modo, perdieron en su
casa.
La mala noticia es que este domingo falleció un gran cantante y
compositor. Me refiero al michoacano Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido
como Juan
Gabriel.
El Divo de Juárez, como también se le conoció, falleció a la
edad de 66 años, en Santa Mónica, California, alrededor de las 11:30 de la
mañana, a causa de un infarto. Descanse en paz.
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