sábado, 6 de octubre de 2012

Tercera Vía Ernesto Rivera Rodríguez Congreso, marasmo de tribus


“A Florencio Salazar Adame, un político que aprendió bien y enseña mejor”

Incapaces o impedidos de generar propuestas legislativas por sí mismos, como representantes populares que son, so diputados locales en la LX Legislatura Local, tienen que pedir o esperar “línea” de sus jefes tribales por lo que el trabajo legislativo no ha dado un paso por su independencia y muestra a cabalidad su exasperante dependencia de sus “jefes políticos” que es a quienes se deben, según esto.

De esta manera los guerrerenses que votamos por ellos, nos ponemos a pensar ¿qué fue lo que hicimos? al dar el voto por  “tipos” que virtualmente están engañando a su electorado y que de ninguna manera se presentan en sus distritos ni para dormir. Así camina, en la oquedad de la falta de aspiraciones por lograr realizar un trabajo digno, como se merece y espera el electorado y el pueblo de Guerrero, y además a Usted los diputados federales por Guerrero, le preguntaron cómo iban a votar en el sesudo y delicado caso de la Reforma Laboral?, Usted vio en alguna asamblea distrital al diputado federal Víctor Jorrín? o al plurinominal multicuestionado y sátrapa de Acapulco, diputado federal con nombramiento de vice….Manuel Añorve Baños, a quien defendió el ex senador hoy anti obrero, y Secretario de la Federación de Trabajadores del Estado de Guerrero, CTM, Antelmo Alvarado García, quien desde su lecho de recuperación apoyó “mediáticamente, la postura del ex alcalde porteño al votar a favor “sin consultar” de la reforma laboral.

Por qué no mencionó la postura obrerista del diputado líder de la Sección 12, CTM, Rodolfo Escobar Ávila, quien en una postura ya convertida en histórica, logró un “Punto de Acuerdo” por unanimidad, de ese cuerpo colegiado mejor conocido como LX Legislatura Local, para estudiar y analizar a profundidad la mencionada iniciativa de reforma laboral, antes de emitir una postura equivocada o en contra uno únicamente del sector obrero, sino en lo más delicado de la economía familiar. .

En Rodolfo Escobar Ávila se advierte y reconoce su responsabilidad como líder obrero, se reconoce su profunda concepción del principio de “lucha de clases”, se reconoce su liderazgo, en Manuel Añorve Baños, la inclinación hasta la ignominia por la obediencia.      

En tanto la mayoritaria fracción perredista continúa sumida en los abyectos intereses de sus jefes: Evodio Velázquez Aguirre, de Nueva  Mayoría; Sebastián de la Rosa, de Nueva Izquierda y David Jiménez Rumbo, de Grupo Guerrero,  los que dominan el escenario del PRD en Guerrero y que no dejan de ser grupúsculos ávidos de cuotas de poder, y desde afuera, desde el exterior, desde la periferia, controlan las ganancias políticas colaterales, como  lo es el dominio  de las representaciones en los 81 municipios de la entidad, que como la “humedad” no se sienten cuando lo invaden todo.

Desde las sombras y desde los medios, a control remoto, hacen saber sus intenciones  y mandatos a sus títeres, porque no pueden ser llamados de otra manera, o cuál es la función de gente como Víctor Aguirre Alcaine o David Jiménez Rumbo, quienes por su avaricia y obsesión se quedaron sin curul? Cuál  es el objetivo de aceptar sin rubor alguno “trabajar”, para el hombre que manda en el PRD en Guerrero, porque no me digan que es Carlos Reyes Torres, o Bernardo Ortega Jiménez, goza de tal independencia que luce con luz propia? La verdad es otra.

Héctor Astudillo, líder de la fracción priísta en el Congreso Local, sabe esperar, algo, más que algo aprendió de su maestro Florencio Salazar Adame. Email:gernestorivera@gmail.com   

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