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| Ernesto Rivera |
El capital
político de Enrique Peña Nieto, presidente de la República, crece
exponencialmente pero a la vez el blindaje social cada día se ve más alejado
por la tardanza de la aplicación de los programas sociales y en particular y
muy especialmente en el tema de la seguridad, en donde pese a todo tipo de
declaraciones, el tema de la violencia sigue permeando el ya de por si delicado tejido social, y Guerrero con
Acapulco en el centro de la atención mundial, se encuentra dentro de ese
caldero.
Peña Nieto
ha dado un paso muy grande a favor de la ética de los funcionarios públicos y
en particular de los representantes populares, desde los regidores, hasta gobernadores, con la
disolución o desaparición del “fuero constitucional”, el cual se había
convertido en un escudo protector de
todo tipo de impunidad y la ignominia.
Hace unos
días la cámara de Diputados votó y aprobó finalmente una minuta del Senado de la República, que elimina la
protección del fuero y que en los hechos sirvió como blindaje de protección,
incluso metaconstitucional, para la clase política y los tres niveles de
gobierno.
De hecho de
que se cambió la figura legal a la inmunidad, tiene relevancia, pues ésta se
pierde cuando el juez señala demuestra
la comisión de un delito. En teoría, nadie que tenga culpa podría quedar al
margen de la acción de la justicia. Y entonces todos los servidores públicos
tendrán que pensarla dos veces, en cuanto –que sin dudarlo- el Senado de la
República ratificará en los próximos días.
Pero el
punto clave está en que más de un político enredado en la telaraña de sus malas
artes, hoy se encuentran a punto de entrar al banquillo de los acusados, ya sin
red protectora, ni “jefes máximos” meterán las manos por pupilos que están
quemados hasta la “calva”, y que nadie dude que en cuanto el Senado de la
República lo apruebe, se verán señalados judicialmente “puñados “ de políticos
que no entendieron las señales que ya presagiaban los cambios que sin lugar a dudas
van a cambiar esta sociedad hastiada de políticos corruptos, cuya sombra los
sigue donde quiera que se paren, y que como apestados son rechazados hasta por
sus propios correligionarios de partido. Así está la peste en la que viven
atrapados.
Nombres, nombres
gritan en la galería. Pues no, el caso de Elba Esther, la maestra de la maldad,
la frivolidad y el lavado de conciencias de más de un millón de agachados
maestros, llego por otra lista, mejor dicho entro por otra puerta, y no por la
abierta ya por el Congreso de la Unión al desaparecer el fuero constitucional,
de ahí que el líder de los petroleros Deschamps, ya haya puesto sus barbas a remojar, y el exgobenador de
Tabasco, anda que el fuego le quema los pies, como debe de andar el ex alcalde
de Acapulco, Manuel Añorve Baños, el cual sin lugar a dudas es una “moneda de
cambio” que el señor de Los Pinos, debe de traer bien guardada, para
cuando necesite lo que habrá de
necesitar para usar esa moneda, con o sin el aval del jefe de la bancada
priísta en el Congreso, porque para ello el manda desde Los Pinos. Solo por
poner un ejemplo, y que para ello con un botón basta. Cuantos más estarán
pensando “trágame tierra”, ahí está Humberto Moreira, ex protegido elbista, y
en el caso de Guerrero un montón, un
sinnúmero de ex alcaldes cuyas cuentas públicas no cuadran, por más que le
busquen el mejor ángulo. No cabe duda que en las próximas semanas veremos
muchos descobijados. Email:gernestorivera@gmail.com
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