lunes, 13 de octubre de 2014

FORO POLITICO. Por Salomón García Gálvez.

SALOMÓN GARCÍA GÁLVEZ
***AGUIRRE, CON APOYO POPULAR.
***PRETENDEN INCENDIAR GUERRERO.
La mayoría del pueblo de Guerrero desea que el gobernador Ángel Aguirre Rivero continúe en el cargo. Los guerrerenses, NO quieren su destitución.
Los radicales y anárquicos, son los únicos que desean la caída de Aguirre Rivero, mientras el caso Iguala-Ayotzinapa, ya se politiza.
Siniestros personajes –perversamente- pretenden incendiar Guerrero, con el apoyo de radicales cetegistas, ayotzinapos y anárquicos foráneos.
El incendio, los destrozos y la agresión a empleados del palacio de gobierno, y luego similar acción contra el palacio municipal, son el inicio de una jornada de violencia, focalizada en Chilpancingo.
Manipulados por siniestros líderes que se ocultan en la oscuridad, los normalistas de Ayotzinapa junto con cetegistas y anárquicos foráneos pretenden incendiar Guerrero, descomponer el tejido social y romper con la tranquilidad de todos.
Pareciera que a los normalistas de Ayotzinapa NO les interesa llegar al fondo de la verdad de lo que ocurrió en Iguala la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27, donde seis personas resultaron asesinadas por la policía municipal y sicarios, donde 43 estudiantes fueron desaparecidos.
¿Quién, o quiénes manipulan las movilizaciones radicales? ¿Quién envió, o enviaron a los estudiantes normalistas a Iguala, en medio de la disputa de grupos de la delincuencia organizada? ¿Quién o quienes dieron la orden de que los siguieran desde su llegada a esa caliente plaza? ¿Por qué los mataron? ¿Por qué desaparecieron a los 43 estudiantes?
Ahora, los normalistas no buscan quien se las hizo, sino quien se las pague. No se dan cuenta que son utilizados con fines oscuros. Su miopía les genera un ánimo de absurda revancha que se convierte en violencia, destrucción y agresión contra todos.
Ni cayendo el gobernador Aguirre Rivero del poder, terminaría el fenómeno del narcotráfico, ni la violencia, como lo desean radicales y anárquicos. La salida del gobernador, no resuelve en nada el conflicto; más lo agravaría.
En medio del escenario violento, ya vienen en camino 21 autobuses (robados) con normalistas y anarquistas de Michoacán y de otros sitios, con dirección a Chilpancingo, escoltados por la Policía Federal, “para que no les pase nada”. Vienen a reforzar a sus símiles de Guerrero. Pretenden descomponer el entorno social y exhibir a esta entidad como “ingobernable”.
Mal llaman “asesino” al gobernador Aguirre Rivero pese que la policía estatal y la ministerial NUNCA participaron en la represión, asesinato y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Ángel, quizás cometió un grave error: Desde que asumió el cargo, les entregó todo: apoyos diversos, vehículos, computadoras, colchones, comida, techo y sustento.
Los ayotzinapos son “masoquistas”, pues el ex gobernador Zeferino Torreblanca, casi no les daba apoyos y jamás los apapachaba; los “mantenía a raya”, y a veces con los antimotines mandaba darles de chingadazos “para que se aplacaran”.
El conflicto Iguala-Ayotzinapa pretende ser aprovechado por políticos chicharroneros en desuso, quienes, sin ningún escrúpulo, ya se montan en el movimiento para catapultarse a puestos de elección popular como alcaldías y diputaciones. ¿Lo permitirán los radicales de Ayoztinapa?
El pasado fin de semana, un grupúsculo de comerciantes hambreadores que se dicen “empresarios”, aglutinados en diversos membretes, encabezaron una marcha de “solidaridad” a los padres de normalistas desparecidos.
En la movilización participaron dirigentes de la iniciativa privada que en el pasado reciente han ambicionado cargos de elección popular, y ahora aprovechan el descontento de los normalistas para conseguir sus fines. ¿Politizan o no, el caso Iguala-Ayotzinapa?
El incendio al edificio Tierra Caliente del palacio de gobierno y la destrucción dela papelería, forman parte de una escalada de vandalismo y violencia que se anuncia para Chilpancingo –sede de los tres poderes de Guerrero-, que podría ser perpetrada por grupúsculos anarquistas de ayotzinapos y foráneos. Ojalá no despierten el “Guerrero bronco”. ¡Cuidado!
ACAPULCO SIN POLICIAS.
El ayuntamiento de Acapulco está dispuesto a certificar a toda su policía municipal, para convertirla en confiable ante la ciudadanía. A La fecha, ya se cuenta con los primeros 116 policías certificados, preparados para brindar la seguridad y vialidad que los acapulqueños necesitan.
El alcalde Luis Walton Aburto, da cumplimiento a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que obliga certificar a los cuerpos policiacos, a más tardar el 30 de octubre del presente año.
Ante los trágicos y condenables hechos de Iguala, al munícipe del puerto, le queda claro: garantizar la seguridad de los ciudadanos y que estos cuenten con policías verdaderamente confiables.
Y como resultado de las evaluaciones, hasta ahora el resultado es el siguiente: 771 elementos NO APROBARON los exámenes; 295 policías, por voluntad propia no se presentaron a realizarlos y por esa razón no podrán continuar su labor
Sólo 131 policías APROBARON la evaluación, de los cuales 116 ya concluyeron su capacitación en un curso impartido por el Ejército Mexicano.
Queda pendiente recibir el resultado de 883 evaluaciones. Recientemente se notificó a 275 policías que ya fueron dados de baja. El proceso de certificación provocó inconformidad de ciertos policías que se han declarado en paro desde hace tres meses, demandando que se les mantenga en activo.
El alcalde Walton Aburto y la población del puerto hacen un llamado respetuoso a la Federación para que envíe a la Gendarmería Nacional y a más agentes de la PFP, para que refuercen la seguridad en el puerto.
Don Luis, no se duerme en sus laureles pues le ocupa y le preocupa la certificación de la policía municipal del puerto. Bien por el alcalde acapulqueño…Punto. 


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