JORGE LUIS FALCÓN-FERNÁNDEZ ARÉVALO |
“Cuando la lucha de
hombres comienza dentro de sí, ese hombre vale algo”. -Robert Browning, poeta y
dramaturgo inglés-
La fuente y la solución de
los problemas de nuestras libertades civiles están en la cotidianeidad: donde
vivimos, donde concurrimos a la escuela, donde laboramos, donde transcurren la
mayoría de las horas. Nuestra libertad real no está determinada por la
Constitución o por juzgados, o por la Suprema Corte, sino por el poder que el
policía, agentes encubiertos, lideres o dirigentes que sirvan al sistema de
gobierno en ese momento; hasta luchadores (lucradores) sociales encubiertos
(hombres y mujeres) como agentes que usa sobre nosotros en las calles o por el
juez local que está tras él; por la autoridad de nuestros empleadores por el
poder de los maestros, directores, rectores de la universidad y los consejos de
administración y sindicales si somos estudiantes; por la mega burocracia del
bienestar social si somos desempleados,
contratados o pobres; por los celadores de las prisiones si estamos en la
cárcel; por los propietarios si somos inquilinos; por la profesión médica o la
administración hospitalaria si estamos enfermos mental o físicamente.
Ya lo dijo Errico
Malatesta: "el único límite a la opresión del gobierno es el poder con el
que las personas se muestran capaces de oponérsele”.
Una clase trabajadora
segura de sí es un factor esencial para lograr mejoras exitosas y libertarias
dentro del sistema actual y, en definitiva, para construir un cambio social o
una revolución.
Que no se confundan: el
marxismo-leninismo, son doctrinas para incrementar la libre empresa. Marx,
dijo: ¡Proletariados de todo el mundo uníos!, para enfrentar lo que venía desde
su dialéctica marxista. Desde “El Capital”. Desde su Lucha de Clases. No es lo
mismo ser bueno que hacer el bien.
Pero un magisterio
dividido, inconsciente, mal asesorado, impertinente y lépero lesionando los
derechos de terceros, una lucha así no avanza, sino que genera controversias e
impugnaciones en la sociedad. Mal enfocado políticamente y con masa moldeable
de líderes violentos, impulsivos y fanáticos, esto no los conduce a nada
concreto. La toma de calles, carreteras, casetas de cobros, quema de edificios,
destrucción de papeles de gobierno, ello, no te induce a pensar que es una
lucha magisterial, sino fuego amigo, desde las mismas trincheras del gobierno. La
lucha magisterial de Guerrero, Oaxaca y Chiapas se han convertido en entes del fascismo.
Dignos hijos de Mussolini.
De esta forma creamos
"escuelas de anarquía", tal es el caso de la Escuela Preparatoria No.
22, en Atoyac de Álvarez, dependiente de la UAGro, en mano de maldicientes de
la educación y gente plenamente identificada con una “izquierda” roñosa,
rastrera y ladrona. Que echa a la calle jóvenes mujeres embarazadas y jóvenes
varones viciosos y violentos. A ello, le sigue de cerca la Escuela Secundaria
No, 14 de esa misma comarca cafetalera. Nido de delincuentes y tráfico de sexo.
Y, enclavado, patrocinado y sostenido éste, en franca comunión entre maestros y
maestras, de dicha institución “educativa”. Perversidad magisterial.
Lo que se observa en las avenidas
y calles, entre demás sitios, son
delincuentes, vándalos, incitadores a la violencia, agitadores profesionales, “maestros”
del caos y desorden. Mujeres y hombres destructores, crueles y sanguinarios,
lesionando y entorpeciendo los derechos de terceros, de empresarios, de
asistencia de salud, de los quehaceres de la Cruz Roja, de hombres y mujeres
productivas. Están en la mira de la sociedad: facinerosos, malhechores y
vivales.
Lucha que dura más de 20 o
50 años, no es lucha, es negocio de vivales. La historia lo marca.
Por ello, mucho maestro
hombre y mujer que no entiende, ni sabe; y menos interpreta el meollo de la lucha
magisterial; es como meter a un recién nacido a una alberca a nadar. Van
luriados, les hacen “coco wash”. Les venden fantasías. Algunos otros mentores,
permanecen en su verdadera lucha, en las aulas, Enseñando, mostrándoles a los jóvenes
el transitar de la historia bajo otras perspectivas de transformar el país dentro
de la paz. Desde allí, está el germen del cambio.
Como padre de Familia e
inmerso en la problemática de las escuelas (en un tiempo me ejercité como
catedrático universitario), le compro a mi familiar estudiante: lápices de
colores, plastilina, papel sanitario, papel bond blanco tamaño carta,
cuadernos, y demás enseres educativos y académicos, para su uso en un ciclo
lectivo escolar. Es decir, participo en ello. No le veo el problema. No vendan fantasías a ilusos, de que viene una
guerra civil o una revolución. Hay mucho farsante; y, es momento de
desenmascararlos. Mentores que han lucrado, especulado, como común mente se
dice: han “sacado raja”, ganando (bueno, les pagan y otorgan desde las oscuras arcas
del gobierno en turno) dinero, casas, autos, convirtiendo secuestradores en
guerrilleros.
El maestro que haga su
lucha social y política con sabia inteligencia, con verdadero trazo de lograr
objetivos provechosos. Que lea y se
prepare, que se ¡eduque! Primero para él o ella. Después para su propia aula,
escuela y comunidad, posteriormente. Esto fortalece la auto-estima y crea una
conciencia del poder propio y colectivo. Las luchas producen, ésta solo ha
provocado atraso. Y, si esa es su función. . . ¡Lo han logrado! Os felicito.
El maestro actual
trabajador, preparado educativa y académicamente. Con alto sentido de moral y
ético en su proceder, su nombre es mancillado por maestras y maestros
sabandijas. Maestros anárquicos. Salteadores.
Porque tal como se apreciar
o llegar a pensar, la lucha magisterial, es solo una coartada, para legalizar
lo que se ha hecho con la Reforma Educativa (ya aprobada). Y, es solo un
distractor. Por lo cual pueden ser acusados como disolutos sociales,
alteradores del orden y la paz. ¡Corruptos!
@GradoCero_Gro
www.facebook.com/falare.jorge
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