No cabe duda que la sombra
de Iguala perseguirá por siempre al ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero. Y no es para menos, 43 jóvenes
normalistas de Ayotzinapa siguen desaparecidos.
El ometepequense creía que
el tema ya estaba superado y que no tendría ningún problema en iniciar su
arranque de precampaña a diputado federal por la coalición “Por México al Frente”
(PAN-PRD-MC) en el distrito 08.
Así es, estimados lectores.
Al ex gobernador le fallaron sus cálculos.
Nunca se imaginó que los
padres de los 43 normalistas irrumpirían este miércoles en el salón Ávila de
Ayutla, lugar en donde dirigiría un mensaje a sus simpatizantes.
“¡Asesino!, ¡sinvergüenza!”,
le gritaron los enfurecidos manifestantes que durante unos minutos forcejearon
con sus guaruras, lo que motivó que el mentado “Jefazo” suspendiera el evento.
Pero antes de abandonar el
lugar, el ex mandatario perredista les dijo a los padres de los normalistas: “No tengo de que avergonzarme y tengo
calidad moral para hacer precampaña”.
Lo que sea, el evento fue boicoteado. Los padres de
los normalistas y sus titiriteros lograron su objetivo: dar la nota.
En efecto, Aguirre es un sinvergüenza, no tiene
llenadero y tiene mucho que explicar del Caso Iguala. Pero también es
necesario precisar que tiene todas las posibilidades de ganar la elección del
próximo 1 de julio.
Como gobernador fue un
desastre, pero aun así es apreciado por sus paisanos de la región de la Costa
Chica. Y si el PRD y sus aliados lo apoyan, es porque están conscientes de su
capacidad para ganar elecciones.
Los padres están en todo su
derecho de exigir la presentación con vida de sus hijos desaparecidos la noche
del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala.
De igual manera, Aguirre no
tiene impedimento legal para seguir participando en política. Tiene impunidad desde Los Pinos.
Un
fuerte sector del PRD lo sigue viendo como un gran líder,
aunque en 2015 haya sido el sepulturero de dicho instituto político.
Su gobierno está señalado de
haber incurrido en actos de corrupción. De hecho, uno de sus hermanos –Carlos
Mateo– y seis ex colaboradores fueron detenidos en febrero de 2015 por el
delito de operaciones de recursos de procedencia ilícita, por lo que fueron
recluidos en el penal federal del Altiplano.
Hasta el momento el ex
gobernador ha salvado el pellejo. Nadie lo toca.
Además, sabe jugar muy bien sus fichas. Sus tentáculos llegan hasta el mismo PRI, en donde tiene operando
al senador y ex alcalde de Tlalixtaquilla, Socorro
Sofío Ramírez Hernández, y al ex alcalde de Chilpancingo y actual delegado
del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
(ISSSTE), Mario Moreno Arcos.
Y en el PRD, ni se diga. A
pesar de haber renunciado a su militancia tiene a operadores que le han sido
leales, y dirige a través de Alberto
Catalán Bastida la corriente Izquierda
Progresista de Guerrero (IPG).
En
2014 le mintió a todos. No se retiró de la política.
Desde la clandestinidad
operó las campañas de algunos candidatos del PRI, el PRD y Movimiento
Ciudadano.
Aguirre
está sediento de poder. Y si la ley lo permitiera, volvería a
contender por la Gubernatura del estado de Guerrero. Afortunadamente está
imposibilitado para ello. Si no, imagínense.
Llama la atención que su
competidor en el distrito 08 no saldrá del PRI, sino del PVEM. O sea, le ponen de a pechito el triunfo al Jefazo de los perredistas.
ENTRE
OTRAS COSAS… Quien sigue destacándose como un gobernante
gris, es el alcalde interino de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas.
Es más, es un secreto a
voces que quien realmente manda en el Palacio Municipal, es Joel Eugenio Flores.
Don Joel funge como
secretario general del Ayuntamiento, pero es evidente que opaca la imagen del
ferretero que sustituyó a Marco Antonio
Leyva Mena en el cargo. ¡Zas!
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E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com;
Facebook: Efraín Flores Iglesias;
Twitter: @efiglesias
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