ENTIENDO QUE LE TENGA
RENCOR, y tome venganza contra la mafia del poder, contra el PRI y el PAN,
contra el INE, e incluso contra el PRD a pesar de que lo hizo candidatos dos
veces, pero no puedo entender que tome represalias contra el sector educativo
en general, y contra la UNAM en particular, la misma que lo tuvo en su aulas
por más de 10 años para terminar una carrera, y a la que ahora, ya como
presidente de la República, la castigue donde más le puede doler a una
institución educativa, es decir, en su presupuesto.
Y es que, qué provecho
tiene quitarle recursos al sector educativo, a instituciones ya establecidas y
con un nivel académico más que aceptable, como lo es la UNAM y las integradas
en el Consorcio de Universidades de México (Cumex), en donde se encuentra la
UAGro, entre otras, para construir ¡cien universidades! sin ningún tipo de
calidad y excelencia académica, como lo es la Universidad de la Ciudad de
México, que fundó cuando fue jefe de gobierno de la capital del país?
¿Por qué, en vez de esas
cien universidades patito, destina más recursos a las universidades ya legal y
oficialmente establecidas, en las que además de tener elevados estándares
académicos, tienen el reconocimiento de la sociedad por el tipo de
profesionistas que forman? ¿Por qué en vez fortalecerlas, de impulsarlas para
que continúen por la excelencia académica, les quita recursos para crear otras
universidades de dudosa calidad, como la de la Ciudad de México?
¡Carajo! No se entiende. Y
no se entiende cuando en vez de invertir en educación, en las universidades que
ya tienen reconocimiento por su trabajo en la formación de profesionales, el
Presidente de la República se autoasigna más de mil millones de pesos de los
que se asignó en el último año de su gobierno Enrique Peña Nieto, para
promocionarse en los medios como el salvador del país.
No se entiende tampoco que
el gobierno federal, el del cambio, el de la cuarta transformación, el de
primero los pobres, le quite dinero a las universidades, y por otra parte le
incremente el presupuesto a las fuerzas armadas. ¿Cómo es posible que se le dé
más dinero a los militares y se le quite a la educación? Jijos!!!
A PROPÓSITO, CON ESTE
LUNES ya van 17 días del gobierno del peje, y nada más no baja el precio de la
gasolina como prometió en campaña de que lo haría desde el primer día. Eso sí,
ya se autoasignó más de 300 mil pesos como bono y aguinaldo, por menos de un
mes de trabajo. Eso sí, los chairos
están contentos, pues querían que les robara otro. Jejejé.
EN OTRO ASUNTO, SÍ QUE ES
PREOCUPANTE, como bien lo dice el secretario de Desarrollo Social del gobierno
del estado, Mario Moreno Arcos, la centralización del poder y el control del
país que tiene el Presidente. Y es que no solo tiene bajo su mando al Congreso
federal, sino también mantiene un pleito con el Poder Judicial, que de lograr su sometimiento por la vía del
presupuesto, ya no tendrá contrapesos.
Y preocupa, sin duda, la
polarización que está haciendo del país, al catalogar de buenos a quienes lo
apoyan, incluso sin ningún razonamiento, y malos y traidores los que no lo
apoyan o lo critican. Preocupa que también esté en contra de los organismos
autónomos y las organizaciones sociales y civiles que se han convertido también
en contrapesos. Preocupa que pretenda acabar con las universidades, la cultura
y la ciencia, y le dé más recursos, ya lo dijimos, al Ejército, como lo hacen
los gobiernos dictatoriales.
Tiene razón Mario Moreno,
quien como ciudadano, y como político,
esté preocupado por la centralización del gobierno federal, quien está
centralizando los programas sociales. Preocupa que el actual gobierno federal
pretenda tener el total control del país, “y eso si es preocupante por lo que
es importante que los otros niveles de gobierno estatal y municipales puedan estar
visualizando con exactitud lo que está pasando, y qué tanto le conviene al país
centralizar el poder en una sola persona, y eso para mí como político, no como
secretario de Desarrollo Social, me inquieta y me preocupa”.
Sí. Preocupa que los
tiempos de Porfirio Díaz regresen a nuestros tiempos, con un gobierno que por
fuera aparenta ser democrático, pero que por dentro busca tener el control
total a través de un presidente con facultades únicas, para lo cual modifica a
su antojo la Constitución General de la República.
Y preocupa, hay que
decirlo, que 80 millones de mexicanos estén despreocupados.
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julio651220@hotmail.com
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