martes, 2 de agosto de 2016

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

AUN Y CUANDO “FALTA MUCHO” para el 2018, en el que además de presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y senadores, también se elegirá al nuevo presidente de la República, lo cierto es que en el PRD ya iniciaron la contienda. Y falta mucho porque, por ejemplo,  los alcaldes ni siquiera cumplen un año al frente de los ayuntamientos, y ya se andan moviendo, cuando ni siquiera llevan en el cargo el 33 por ciento del trienio que les toca encabezar.

El más visible es el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, que si bien inició “a tambor batiente”,  con el paso de los meses se ha venido desinflando, y es que no es lo mismo ser matancero que vendedor de chicharrones, de tal forma que cuando no le salen bien las cuentas, grita, patalea, o se hace la víctima para no asumir su responsabilidad de gobernar y de entregar resultados.

Otro que tampoco puede con el cargo, y que por tal motivo le echa la culpa a quien se mueva, es el alcalde de Tixtla, Hosseín Nabor, quien un día sí, y el otro también, se queja que en su gobierno no hay recursos, como una forma de descargar culpas porque hasta la fecha, ya casi un año en la presidencia municipal, tampoco ha hecho nada. Y lo último en lo que se ha montado es la intención del Ayuntamiento de Chilpancingo de instalar un relleno sanitario en la comunidad de Metlalapa, manipulando al Cabildo tixtleco para oponerse a ello.

Y no es que en verdad el alcalde en cuestión sea un experto en rellenos sanitarios, pues hasta ahora, lo que ha dicho lo evidencia como un ignorante en la materia, y lo mismo puede decirse del presidente municipal de Eduardo Neri, Pablo Higuera, quien también argumenta que el proyecto del mencionado relleno sanitario  impactará en el medio ambiente. Claro, ambos no son expertos, y por lo tanto, deberían asesorarse al respecto.

Sin embargo, lo de su oposición al relleno sanitario, que de acuerdo a las autoridades sanitarias y de protección al medio ambiente han señalado que el proyecto cumple con los más altos estándares internacionales, es solo un pretexto para montarse en un asunto que ha atraído la atención pública. Uno como el otro, así como el alcalde de Acapulco, buscan estar en los medios con el fin de que sus nombres no se pierdan en el 2018, y si para eso les sirve la muerte de uno de los suyos, como lo fue el presidente municipal de Pungarabato, Ambrosio Soto, bienvenido sea.

Es obvio que a los tres alcaldes se les olvida que a los electores sólo se les puede engañar una vez, y más cuando son oposición. En el caso de Evodio Velázquez, le funcionó prometer un gobierno diferente al de Luis Walton, cuando, hay que decirlo, muchos lo califican de peor. Y lo mismo puede decirse de Hosseín Nabor, quien más de una vez buscó encabezar el Ayuntamiento de Tixtla argumentando que él sí iba a ser mejor. De Pablo Higuera puede decirse lo mismo, aunque si llegó al cargo fue por el mal gobierno que encabezó Ignacio Basilio en Eduardo Neri.

Es cierto. En el 2018 ya es posible la reelección de alcaldes y de diputados locales, y muchos más buscan treparse en otro cargo más en la elección de ese año. Sin embargo, ya lo dije, es imposible que vuelvan a engañar a los guerrerenses si no entregan resultados y un trabajo que respalde sus aspiraciones. Y es que, hasta ahora, poco o nada han hecho en el cargo que ostentan.

A PROPÓSITO, LA HUELGA de hambre, o mejor dicho, la supuesta huelga de hambre que lleva a cabo el dirigente del sindicato de trabajadores extraordinarios del Ayuntamiento de Chilpancingo, Domingo Salgado, por una falsa exigencia de incremento salarial a sus agremiados, ciertamente se inscribe en el golpeteo del PRD a los gobiernos priístas. Domingo Salgado es, todos lo saben, consejero estatal del perredismo guerrerense, desde donde se armó la estrategia de “golpear” al alcalde Marco Antonio Leyva Mena.

El objetivo es claro. Es decir, desviar los señalamientos al alcalde de porteño, por el de Chilpancingo. Es decir, trasladar el conflicto. Y qué mejor que contra el edil capitalino, con el fin de desgastar, no a un gobierno, sino al partido político al cual pertenece. Y es que en el PRD sueñan con ganar, como sea, la capital del estado, en la lógica de que Chilpancingo representa el mayor triunfo político después de Acapulco.

No obstante, al PRD se le olvida que Chilpancingo no sólo es la tierra del gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, sino también la de Marco Antonio Leyva Mena, Mario Moreno Arcos y su hermano Ricardo, y en donde también están en primera línea, Víctor Manuel Martínez Toledo, Beatriz Vélez, Beatriz Alarcón, María Luisa Vargas, e Isabel Rodríguez.


Comentarios: julio651220@hotmail.com

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