Humberto Roque Villanueva, que tiene el privilegio de
haber sido retratado en más de una ocasión por Rogelio Naranjo, dice que
el caricaturista es el mejor sismógrafo que puede tener una sociedad.
La exposición Vivir en la raya. El arte de Rogelio Naranjo
hace un reconocimiento a los más de 45 años que tiene Naranjo
ejerciendo este oficio. El de ser un registro visual de nuestro país y
el mundo. Gracias a la donación de más de 10 mil obras que realizó a la
UNAM el propio autor, a finales de 2010, el Centro Cultural
Universitario Tlatelolco tiene el privilegio de presentar esta selección
de más de 500 obras que representan la primer retrospectiva de este
artista michoacano, nacido en 1937, Premio Nacional de Periodismo en
1977 y Premio Manuel Buendía a la trayectoria periodística en 1987.
Inició publicando en El Gallo Ilustrado para el periódico El Día y ha colaborado en algunos de los principales medios impresos, Excélsior, El Universal, Nexos, Proceso, entre otros. Un reinventor del género, asegura Juan Villoro.
La exhibición muestra diferentes facetas del artista, sus inicios en
la pintura, su vasta labor como caricaturista político, retratos,
aspectos en el género de la historieta, carteles, libros, su inclinación
por la tipografía y el collage, y su labor como artesano. Como
complemento, una serie de homenajes realizados por compañeros de oficio
como Rius, Helioflores, Magú, Helguera, Boligán, Ulises, Jis, Trino,
entre otros. La muestra incluye videos y una instalación sonora en la
que participaron El Gabinete, Bustamante y Magallanes así como un breve
documental y entrevistas con diferentes personalidades que hablan sobre
Naranjo y el arte de vivir en la raya.
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