Enrique Castillo González |
La historia que habré de
contar ocurrió hace 45 años; mi padre, soldado profesional fue el personaje
central, mi madre, la heroína y mis 4 hermanos, simples actores de reparto, una
de ellas de solo meses de nacida.
Mi padre, recién llegado de
un entrenamiento en Texas (Fort Ord) donde calificó cómo-Ranger- pertenecía a
un Batallón de Infantería y su comisión era de Jefe de la Sección de
Instrucción de esa Unidad, el Batallón estaba en Apatzingan Michoacán; él nos
había llevado a un balneario próximo al pueblo, recuerdo que era un lugar un
bosque en toda su extensión, albercas en varios espacios y un río con sonido
excepcional, la gente caminaba por estrechos senderos que permitían subir o
bajar (según fuera la necesidad) de pronto, tres balazos, los recuerdo como si
estuvieran sonando en este momento, igual recuerdo que mi padre le dijo a mi
madre "voy a ver" ahora que estoy metido en el cubo de los -recuerdos
frescos- viene uno más, mi madre lo miró a los ojos y con un gesto le dijo
"ve, se que es tu deber, yo acá estoy con los niños"-por cierto, mi
padre traía puesto su uniforme verde.
El Mayor de Infantería se
paró frente al individuo, un tipo joven con sombrero negro, con el, dos hombres
más, uno a cada lado; recuerdo que mi padre extendió la mano hacia arriba al
del arma y habló "deme eso" el héroe de esta historia nunca sacó su
arma del carcaj; no recuerdo como, en que forma o momento mi padre aseguró la
pistola que traía aquel sujeto, solo se que lo hizo. La siguiente imagen es,
toda la familia de regreso a casa, íbamos en silencio, mi padre con cierta
preocupación (años después reflexioné que él pensaba que nos seguirían) y junto
a el, mi madre con un gesto de orgullo y con las alas extendidas como gesto de
protección hacia los que íbamos dentro de ese auto.
A mis 8 años la respuesta,
del acto de DEBER efectuado por mi padre era sencilla, -portaba el uniforme y
tenía que hacerlo- diez años después, ya siendo yo soldado y recordando aquel
asunto, mis respuestas a aquella acción fueron más ricas en conceptos de
AXIOLOGÍA y TEORÍA DEL DEBER.
Hoy, ya que aquél Ranger
mexicano ha pasado a situación de retiro y que yo tengo como oficio este del
PERIODISMO, cada que se me presenta algún conflicto personal me hago una sola
pregunta -¿Qué haría mi padre frente a esta situación?"- e
irremediablemente llega el evento vivido en aquel balneario en el que, el
SOLDADO haciendo uso solo de su personalidad uniformada de verde desarmó a un
tipo que así, por simple gusto, disparaba al aire.
Ultimo
patrullaje.- definitivo es que -mi héroe personal- nos
puso la vara muy alta, más, el esfuerzo lo seguimos haciendo, pues estamos
conscientes que la felicidad se divide en dos partes, el FIN y el CAMINO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.