No
resulta particularmente una novedad el hecho de que los animales son
maltratados todos los días en prácticamente todo el mundo. Si antes eran los
circos que cargaban a todo un zoológico para entretener al público con trucos
baratos, diversos parques aún emplean ballenas y delfines en espectáculos que
reúnen a cientos de personas a diario. Y si la vida para los elefantes y los
leones de los circos no era (o es) nada fácil, para estos animales marinos no
resulta mucho mejor.
Según
John Hargrove, un ex entrenador de orcas del mundialmente famoso parque
acuático SeaWorld, que tiene instalaciones situadas en San Diego y en San
Antonio, en los Estados Unidos, las ballenas son dopadas para lograr que
desarrollen las coreografías y arranquen los aplausos – y el dinero – de los
asistentes. “Tuvimos ballenas que fueron medicadas todos los días de su vida”.
Escribió en su libro “Beneath the Surface: Killer Whales, SeaWorld and the
Truth Beyond Blackfish” (“Bajo la superficie: ballenas asesinas, SeaWorld y la
verdad tras blackfish”, en traducción libre).
El
empleo de sustancias antipsicóticas para reducir los niveles de testosterona y
benzodiacepinas para mantenerlas tranquilas es una cosa de lo más común y el
exceso de medicamentos, junto con el estrés de los acuarios, muchas veces
conducían a la aparición de úlceras y hongos en los animales. Y para tratar
esto, más medicamentos.
John
Hargrove trabajó como entrenador en SeaWorld durante 14 años. El sitio TheDodo
llevó a cabo una investigación donde se revelan cosas realmente tristes sobre
estos animales. Se dice que además suelen aplicarse antiácidos, antibióticos y
anticonceptivos como una forma para que toleren la vida en el tanque,
sustancias totalmente innecesarias si estuvieran en su hábitat natural.
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