jueves, 4 de junio de 2015

CONCLUYE EL PROCESO Por: Miguel Ortega Zapata.

Lo que a los participantes les importaba realmente era echar todas las carnes al asador para salir triunfantes en las gubernaturas (14), Presidencias Municipales, legisladores federales y locales.

MIGUEL ORTEGA ZAPATA
SI México fuera un país con niveles de desarrollo Social más o menos aceptables, poco importaría que los partidos políticos se repartieran exuberantes montos de dinero público que no traen ningún beneficio social.
Los programas de desarrollo social están dispersos y tampoco han logrado reducir la pobreza de la población. En los últimos 20 años el ingreso en los hogares mexicanos no se ha elevado.

En contraste los recursos económicos para financiar los partidos políticos abrumadoramente.

En el proceso electoral que está por concluir se repartieron entre los 10 partidos con registro oficial, un poco más de 5,356 millones de pesos.

Sabemos que la mayor parte de estos recursos,  los partidos los destinan para mantener su burocracia y en el pago de costosas campañas, en vez de trabajar seriamente en la construcción de políticas públicas efectivas que mejoren el ingreso de las familias mexicanas.
Además, al analizar las campañas, vemos que estas tuvieron poca incidencia sobre los votantes, incluso parece que les causaron animadversión.

Según algunas encuestadoras su evaluación más del 50% de los encuestados aseguro que las campañas que vieron o escucharon ninguna pareció creíble. Y más del 70%de los encuestados no recuerda ningún slogan. Y cerca del 60% no creyó nada los mensajes emitidos. Cerramos estos datos con la desconfianza que hay en la efectividad de la fiscalización.
Ya que más del 50% de los encuestados considero que el Instituto Nacional Electoral (INE), no tuvo la capacidad para fiscalizar los gastos generados por los partidos políticos participantes, como se debe.
Tal vez no sea el momento para analizar los innecesarios costos de un sistema de partidos, que han generado total desconfianza y probada ineficacia.

Ojala que la indignación generalizada, pudiera modificar que la auto repartición de dinero público a los partidos políticos reconocidos, mejore a la población mexicana para que salga de la pobreza y la ignorancia.



4 de junio de 2015.



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