viernes, 7 de diciembre de 2018

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias PRI: ¿renovarse o seguir igual?



Luego de que el pasado 1 de julio el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sufriera la peor de sus derrotas en la historia, algunas voces se han pronunciado en refundarlo y dar la batalla como oposición seria y real en el Congreso de la Unión y en los Congresos Estatales para recobrar la confianza de los electores.
Si perdieron fue por los excesos que cometieron durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y por quedarse callados ante la robadera que cometieron algunos de sus gobernadores. Y eso no lo aguantó el pueblo.
Las consecuencias ahí están. No solamente fueron sacados de Los Pinos, sino que perdieron el control en las Cámaras de Diputados y Senadores. Tampoco ganaron Gubernaturas en disputa ni los Congresos Estatales.

Los ciudadanos sin partido salieron como nunca a votar y expresaron su hartazgo hacia el PRI votando a favor de Andrés Manuel López Obrador y por varios desconocidos de Morena que no hicieron campaña.

Hubo priistas que votaron por López Obrador y no por José Antonio Meade. Lo mismo pasó en el PRD y en el PAN.

¿Y por qué se dio ese fenómeno? Es muy fácil de explicar. Las cúpulas de los partidos –excepto Morena– hicieron a un lado a sus militantes, avalaron impuestos en perjuicio de las mayorías y privilegiaron más los acuerdos en lo oscurito con Peña Nieto.

En el caso del PRI, a los militantes les impusieron como candidato a la Presidencia de la República a un externo y un tecnócratasin carisma.

En política los errores se pagan muy caro.
Y así como las victorias no son eternas, las derrotas tampoco.
Hoy le toca gobernar a López Obrador y a sus aliados. Con aciertos y desaciertos. Con el hígado y descalificaciones.
Si el PRI se organiza y logra la unidad en los estados puede retener en tres años Gubernaturas y alcaldías. Y recuperar diputaciones federales.
Para tener un partido competitivo se requieren buenos líderes, dirigentes confiables en los municipios y una militancia que no sea llamada y escuchada solamente en tiempos electorales.
En Guerrero, por ejemplo, el PRI tiene la Gubernatura, gobierna en varios municipios y tiene presencia en el Congreso local.
No todo está perdido para los priistas. Como oposición podrán criticar aquellos programas del gobierno federal que no se apliquen correctamente y denunciar a los funcionarios que incurran en prácticas ilegales, sin descuidar sus bastiones.
Morena ya es gobierno y, por lo tanto, vulnerable. Lo estamos viendo con algunas decisiones incongruentes que está realizando el presidente López Obrador. Y no se diga de los legisladores y senadores, quienes se niegan a perder privilegios (altos salarios, jugosas dietas y gastos de representación, y aguinaldos de 230 mil pesos exentos de impuestos).
El gran problema de Morena fue haber prometido mucho, como por ejemplo, echar abajo los gasolinazos, regresar a los militares a sus cuarteles, castigar a miembros de la “mafia del poder” que hayan incurrido en actos de corrupción y hacer a un lado a los empresarios rapaces.
He escuchado varias veces a algunos diputados federales y senadores del PRI cuando aseguran que serán oposición responsable, sin embargo, la mayoría de ellos hacen otra cosa, ya que están acostumbrados al poder y no ser opositores.
Si la cúpula del PRI no cambia, otros partidos serán los que le hagan contrapeso a Morena.
EL RETO DE ALBARRÁN.-Al que le espera un gran trabajo es al ex senador y ex alcalde de Iguala, Esteban Albarrán Mendoza, quien almediodía de este sábado rendirá protesta como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Originario de Iguala y comunicólogo de profesión, Albarrán Mendoza será arropado por la clase política del priismo guerrerense como su dirigente.

Hay quienes lo vinculan al grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Lo cierto es que logró el consenso de todos los grupos y sectores del tricolor, ya que ha sido siempre institucional y leal a su militancia.
Veremos si es capaz de organizar a los priistas rumbo al 2021, año en que se decidirá al sucesor de Héctor Astudillo Flores en la Gubernatura.

La elección de 2021 será una elección muy reñida, siendo Morena el enemigo a vencer.

Esteban Albarrán ya no tendrá que manejarse con perfil bajo. De ahora en adelante tendrá que responder a los ataques de la oposición. Claro, tendrá que actuar con inteligencia y contundencia.

Ojalá se rodee de asesores con experiencia en el terreno electoral y en el manejo de crisis.

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Facebook: Efraín Flores Iglesias; 
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