miércoles, 8 de abril de 2020

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos


HAY QUE DECIRLO. EN ESTOS TIEMPOS DE CRISIS, generado por el coronavirus, muchos servidores públicos, y políticos, al igual que las autoridades, están haciendo lo propio para ayudar, y apoyar, a los guerrerenses, principalmente a los que menos tienen. Y eso es bueno. Eso es loable. Lo criticable es que hay quienes utilizan la contingencia, producto de la pandemia, para sacar raja política, beneficiándose de la desgracia, mientras que otros lo hacen de manera discreta, para que, salvo el beneficiado, nadie más lo sepa.

Dice la Biblia, de la que algunos políticos toman frases para engañar a la población de que son hombres piadosos, honrados y decentes, y así quedar bien con ellos, que lo que haga tu mano derecha no lo tiene que saber la izquierda. Y eso, sin duda, es mucho más que plausible, pues la acción busca ayudar, y no servirse de ella…

Sí. Eso dice “el libro de libros”, para enseñarnos que debemos ser discretos en nuestras acciones cuando de dar o hacer el bien se trata, y no parecer como los hipócritas, por decir lo menos, que apenas dan un peso al desvalido, lo publicitan, gritándolo a los cuatro vientos, para que la gente sepa lo que hicieron y se enteren de que son buenas personas.

 Y eso, hay que decirlo, está ocurriendo con algunos políticos que, en medio de la pandemia, y aprovechando la necesidad de la gente que menos tiene, se andan publicitando con la entrega de despensas, y criticando a otros, supuestamente porque no lo hacen, es decir, porque no entregan apoyos como ellos, haciendo uso de los medios de comunicación para dar a conocer lo que dieron.

“Nosotros sí estamos apoyando a la gente”. “Nosotros sí estamos entregando despensas”, y para que no quede duda de ello, se toman fotos y las difunden en los medios de comunicación. Tienen la desvergüenza, incluso, de señalar que entregan los apoyos en nombre de un grupo o de un partido político de quienes esperan ser candidatos, incluso a gobernador del estado.

Lamentablemente hay muchos como ellos, que se publicitan en los medios de comunicación e información entregando despensas y otros apoyos. Por supuesto que es loable que lo hagan, aunque no sea de su dinero; lo criticable, y lo mezquino, es que lo hagan con el fin de lograr fortalecer su imagen, con miras a beneficiarse políticamente.

Por supuesto, no debería sorprender, pues la mayoría de los políticos, que dicho sea de paso siempre buscan beneficiarse de lo que sea, incluso de las contingencias y las desgracias, son así. No dan, pues, un paso sin huarache, como se dice coloquialmente, y de todo buscan sacar provecho, y más si entregan una despensa o algún otro apoyo. Es el caso, entre otros muchos, de Evodio Velázquez Aguirre, y de Félix Salgado Macedonio.

Hay que decirlo, para que quede bien claro. Nadie podría estar en contra de que haya quienes apoyen a los que menos tienen en estos momentos de crisis, y de contingencia por la pandemia. Lo triste y lamentable, y criticable, es que la entrega de despensas, como lo hace Evodio, o la entrega de guantes y cubrebocas, como lo hace Félix, sea de manera perversa, y mezquina. Es decir, no es un apoyo desinteresado como lo haría la gente buena y altruista, sino que esos apoyos llevan también como fin que los donadores también se beneficien de ello, y más si cuando los dos buscan ser candidatos a gobernador del estado, a través de su respectivo partido político.

Claro, dice el dicho que cada quien da de lo que tiene, de lo que está hecho.

Precisamente por eso es que hay quienes, por otra parte, también entregan despensas y otros apoyos a las familias más necesitadas con la mayor discreción posible, porque saben, y entienden, que cuando se da de corazón, no se busca más que apoyar al prójimo, sin recibir nada a cambio, ni mucho menos beneficiarse de alguna manera, más que obtener la satisfacción de ayudar a los que menos tienen.

Y a estos hay que reconocerlos, pues son quienes están apoyando a la población sin pedir a nada a cambio. En efecto, no solo servidores públicos y políticos están apoyando a la población, lejos de los reflectores y el protagonismo, sino también ciudadanos comunes que por sus posibilidades también están entregando ayuda a quienes más lo necesitan. A éstos, nuestro reconocimiento y respeto.

Sí, nuestro respeto y agradecimiento. Entre estos hay que reconocer, entre otros muchos al secretario de Desarrollo Social, Mario Moreno Arcos, no solo como servidor público, sino como un ciudadano más. También a César Armenta Adame, Administrador Fiscal con sede en Chilpancingo, y a los directivos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, de la capital del estado.

Comentarios: julio651220@hotmail.com



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