De entre los sesudos asesores –si es que existen en el equipo de austeridad juarista del inquilino de Palacio que desprecia consejos porque asume que su sapiencia es absoluta-- ¿habrá quien le diga que el aforismo que no acaba de completar se atribuye a Confucio, filósofo chino?
Es posible que el licenciado
presidente no sepa de este famoso filósofo, a quien incluso le consideran
escritor y periodista en aquellos años de mediados del 500 (a.C.), porque su
libreto se constriñe al periodo del México decimonónico y de la historia patria
del siglo pasado.
Pero, mire usted, para que
el licenciado Andrés Manuel deje de insultar a los pobres comparándolos con
animalitos, tal vez Chucho Ramírez o la doctora Gutiérrez Müller le elaboren
breve y concisa tarjeta para que la lea en la próxima mañanera, cuando traiga a
colación el objetivo de sus programas sociales y los defienda de los
neoliberales, conservadores y, en fin, de los opositores a quienes de plano les
advirtió el domingo último:
“(…) Y lo segundo que nos ayuda
mucho es que somos muy perseverantes, muy tercos, necios, en el buen sentido de
la palabra.
“Por eso que se preparen los
conservadores, que se preparen nuestros opositores porque no vamos a dar
tregua, ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso.
“Vamos hacia adelante a la
transformación de México, ya que se olviden del antiguo régimen corrupto, de
injusticias y de privilegios. Vamos hacia una patria nueva, vamos a la
transformación de nuestro país, la Cuarta Transformación de nuestro país”.
Rompió las hostilidades y,
como lo escuchamos en la mañanera del principio de la semana, aprovecha el
púlpito de Palacio Nacional, su Palacio, para descalificar, estigmatizar y
dividir. Aquí el pueblo bueno, allá los enemigos de la patria, de la 4T.
Justo en ese escenario, la
tarjeta que debe leer con la métrica correspondiente le despejará el fondo de
lo que pretende decir en esa insultante analogía entre la atención a los pobres
y a los animalitos.
“Confucio escribió: “dale un
pescado a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá siempre”. Ésa,
ésa, es la frase que el señorpresidente no se aprendió y pretende utilizarla
como pretexto para descalificar a sus críticos de la política social, que tiene
toda la estructura populista de administraciones anteriores, las neoliberales
que igual incurrieron en ese clientelismo que hoy se disfraza con la demagógica
frase “primero los pobres”.
Y los pobres, son insultados
por el licenciado López Obrador. Y no es un yerro discursivo, no. El tema lo
trae desde marzo último cuando, en defensa de sus programas sociales, en la
mañanera refirió:
“La justicia es atender a la
gente humilde, a la gente pobre. Esa es la función del gobierno. Hasta los
animalitos –que tienen sentimientos, ya está demostrado-- ni modo que se le diga a una mascota: ‘a ver,
vete a buscar tu alimento’. Se les tiene que dar su alimento, sí, pero en la
concepción neoliberal todo eso es populismo, paternalismo”.
Y luego, el 25 de agosto
pasado, en la crítica a las políticas que califica conservadoras de la
oposición que rechaza la reforma al sistema de pensiones --aunque Morena ha
decidido aprobar en el actual periodo ordinario de sesiones en la Cámara de
Diputados--, volvió a insultar a los pobres:
“Tienen esa mentalidad
conservadora de que el pueblo no debe de recibir nada. Pues fue aquello que
inventaron de que en vez de darles el pescado, había qué enseñarlos a pescar.
Si no hay agua, si no hay pescado… ¿Que se mueran de hambre? Qué no, si tiene uno
una mascota, un gatito, un perrito, tan fieles, con tantos sentimientos, ¿qué
no lo cuida uno?, ¿no le da uno de comer? o le dice ‘a ver, vete tú a buscar tu
comida, aprende’”.
Sin duda Javier May
Rodríguez, su amigo del alma y debutante secretario de Bienestar no se atreve,
como no se atrevió su antecesora María Luisa Albores González a pedirle no
insulte a los pobres comparándolos con animalitos.
Porque, mire usted, el
pasado domingo 28, en la Ex Hacienda de Toxpan, municipio de Córdoba, Veracruz,
siguió esa ruta del insulto que, no lo dude usted, los pobres del país han
registrado.
Después del consabido fraseo
con pinceladas de historia patria, dijo:
“(…) Pero cómo va a salir de
la pobreza el pueblo si no tiene opciones, si no tiene alternativas, es hasta
de burla lo que decían en el periodo neoliberal, ‘no les des pescado -como
dicen los asiáticos, quién sabe de dónde sacaban esos sofismas, pero repetían y
repetían- no les des pescado, mejor enséñales a pescar, enséñalos a pescar’.
¿Y dónde van a pescar si no
hay agua, si no hay río, si no hay arroyo y si no hay pescado?
Así se le dice a un
animalito que se tiene como mascota, se le dice a un perrito, a cualquier
animalito, ‘vete a buscar tus alimentos’. No, el dueño, el que quiere a ese
animal lo protege y le da de comer. ¿Por qué a los seres humanos no? ¿Cuál es
la misión del gobierno? Lograr la felicidad del pueblo, proteger al pueblo,
para eso es el gobierno”.
Y, bueno, amén de que lo
dicho por Confucio es un aforismo, no sofisma –sofisma es la interpretación del
licenciado López Obrador--, resulta que ahora tiene una nueva filosofía que
sustenta “en el humanismo, en el amor al prójimo, para eso es este movimiento,
esta transformación, y vamos avanzando, se atiende a todos, se escucha a todos,
se respeta a todos, pero se le da preferencia a la gente humilde, a la gente
pobre”. ¿A los animalitos? Vaya comparación del humanista señorpresidente.
Y luego la señora jefa de
Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo en la estrategia de justificar ausencia de capacidad
para atender demandas de movimientos sociales y feministas, utilizó la
descalificación y la intimidación contra María Beatriz Gasca Acevedo, para
desacreditarla. Dijo que es una ejecutiva de GINgroup y la acusó de patrocinar
al grupo Okupa que tomó la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
en el Centro Histórico.
¿Y si así fuera, cuál es el
delito? Pero, bueno, Sheinbaum Pardo denunció que Gasca Acevedo es
vicepresidenta de Responsabilidad Social y Recursos Humanos de GINgroup. ¿Y?
Aún más, la doctora
Sheinbaum acusó a María Beatriz de haber atendido instrucciones de su jefe Raúl
Beyruti Sánchez, presidente de GINgroup, e incluso que se le vio el pasado 12
del mes en curso entregando víveres a las feministas y que viajaba en un elegante
auto. Adujo que sus pruebas son las redes sociales y una denuncia ciudadana.
¿Y?
María Beatriz Gasca Acevedo
fue separada de su puesto y Beyruti se deslindó de lo dicho por la jefa de
Gobierno, quien incluso pulsó la denuncia penal.
Pero Gasca no se cruzó de
brazos y escribió en su cuenta de twitter: “Creo en las causas justas,
#yolescreoaellas a las víctimas, a las que en mi condición de mujer, madre y
feminista apoyé con víveres y empatía en la ex CNDH. Mis convicciones me
obligan a dejar mi cargo en @GINgroupMX temporalmente y a deslindarlos al 100%
de mi labor #niunamas”.
¿Conocerá Claudia Sheinbaum
las cartas credenciales de Gasca Acevedo? Seguramente no, o quizá volteó hacia
otro lado para enderezar su defensa y desacreditar a la carrera de una
auténtica defensora de los derechos humanos y en especial de las mujeres, que
ha sido reconocida internacionalmente.
Lamentable y ofensiva
estrategia de la jefa de Gobierno cuando las marchas se le salen de control y
desatiende demandas, mientras policías, hombres y mujeres, deben soportar
agresiones físicas y verbales, incluso con el riesgo de su vida. ¿Mimetismo?
¿Lealtad ciega?
Y como me lo platicaron se
lo platico. Se trata del charolazo legislativo que puede derivar en impunidad
frente a un intento de feminicidio en el estado de Hidalgo.
Resulta que en la vecina
entidad, la señora Maritza Reyna Martínez ha denunciado en dos ocasiones el
maltrato y la violencia que ha vivido a manos de su esposo, Germán Montealegre
Salvador, ni más ni menos que candidato a cargo de síndico en el municipio de
Mineral de Reforma, Hidalgo. Pero la segunda agresión fue grave y Germán está
detenido.
El caso es que Germán puede
salir de prisión y mantener su nominación a síndico, de proceder el charolazo
de su hermana Roxana Montealegre Salvador, diputada local de la bancada de
Morena.
Germán está acusado de
intentar asesinar a Maritza Reyna Martínez, pero, elemental, la diputada de
Morena Roxana Montealegre Salvador mueve sus influencias para liberarlo.
El intento de feminicidio es
tan grave como el feminicidio mismo, Maritza Reyna exige justicia y un juicio
apegado a la ley. Germán, después de una agria discusión, la agredió y le puso
una almohada en la cara; Maritza se desmayó, él la dio por muerta y fue
detenido. ¿Habrá justicia y gracia? Digo.
sanchezlimon@gmail.com
www.entresemana.mx
@msanchezlimon
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.