martes, 29 de septiembre de 2020

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos


 

      Urge conocer la verdad de los hechos de Iguala

      Adela: nunca deben ocurrir hechos denigrantes

      Calvo Reyna, y su apoyo durante la pandemia

 

DE LOS ASPIRANTES A LA ALCALDÍA DE CHILPANCINGO, o a una diputación local, sólo dos o tres de éstos estuvieron presentes y visibles durante el inicio y lo más complicado de la pandemia del coronavirus que, hay que decirlo, aún continúa cobrando vidas. Uno de ellos es Humberto Calvo Reyna, quién sin tener ningún cargo público ayudó y sigue ayudando a la población más vulnerable en algo fundamental para la vida misma: la distribución gratuita de agua en garrafón, en donde más se requería. Sin duda el Aquaclyva, “Agua que da vida”, de su propiedad, ayudó en gran medida a los chilpancinguenses.

En efecto, de la larga lista de aspirantes a un cargo de elección popular, y hablo de todos los partidos políticos, son contados los que salieron a auxiliar a la población. Algunos lo hicieron repartiendo despensas en apoyo a la población que se quedó sin ingresos debido a la pérdida de empleos, y otros más repartieron cubrebocas y gel antibacterial para evitar el coronavirus, en tanto que Calvo Reyna se dio a la tarea de repartir agua en garrafones durante cinco meses, es decir, cuando la pandemia estaba en su punto más grave.

Dice el dicho que no da el que tiene, sino el que quiere, y muchos, hay que decirlo, tienen y han tenido recursos como para poder ayudar al prójimo, pero simplemente no quisieron apoyar cuando la población más lo requería, como sí lo hizo durante estos meses Humberto Calvo Reyna, hijo de una de las familias con mayor reconocimiento en Chilpancingo, los Calvo-Reyna, quien precisamente por ese altruismo y trabajo desinteresado, ha sido Presidente del Club Rotario Congreso de Chilpancingo en dos ocasiones, organismo con un amplio trabajo social.

Calvo Reyna milita en el PRI, partido en el que siempre ha estado “en la talacha”, es decir, haciendo trabajo político-electoral desde abajo, razón por la cual es ampliamente conocido entre la militancia de ese partido, y sin embargo, al igual que muchos otros priístas, no se le ha tomado en cuenta para cargos de elección popular. Si lo dejaran competir, él sí ganaría, dicen en las comunidades, colonias y los barrios de Chilpancingo.

Aquí lo hemos dicho. Si el PRI quiere ganar la elección de gobernador, de diputados locales, diputados federales y ayuntamientos municipales, es imperativo que envíe como candidatos a los mejores militantes de ese partido, los que tienen trabajo político, no de hoy, sino de siempre, carismáticos y honestos, es decir, gente de bien, y Humberto Calvo, es uno de ellos.

OTRO ASUNTO. LO OCURRIDO EN IGUALA, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014, no debe quedar impune, y se tiene que exigir el esclarecimiento de los hechos, porque se trata de un crimen que viola los derechos humanos. Más aún, para que no haya más casos denigrantes, como el de El Charco, Aguas Blancas, y la Coprera, se debe transformar el funcionamiento de la sociedad y las instituciones, a fin de que prive el orden y no la anarquía, la solidaridad y no el egoísmo, la democracia y no el gobierno de unos cuantos.

Es indudable que tiene razón la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, quien señaló lo anterior durante el acto conmemorativo, en Acapulco, sobre los trágicos hechos ocurridos en Iguala, en donde fueron asesinados seis personas, incluidos tres normalistas de Ayotzinapa y donde también desaparecieron 43, cuyo paradero, a seis años de los hechos, se desconoce, pese a las investigaciones realizadas por el entonces gobierno de Enrique Peña Nieto, y las que lleva a cabo el que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Se requiere conocer la “verdad histórica de los hechos”, dijo la edil, y en este sentido, confió en que la justicia llegará por la desaparición forzada de los 43 normalistas. Asimismo, manifestó su respaldo al nuevo proceso de investigación para resolver el caso, el cual por cierto es un compromiso del Presidente de la República con los familiares de los normalistas.

Román Ocampo, como magistrada, aunque ahora con licencia, sabe lo que dice, y en este sentido, se congratuló por el anuncio de que dentro de poco se concretarán detenciones de nivel más alto, tanto de militares como de civiles. “Este anuncio da esperanza y aliento, pues es sin duda una muestra de la transformación de nuestra justicia que está en marcha. La impunidad y el olvido nos condenarían como sociedad. Llegará la justicia”, confió.

Ojalá y así sea. Como lo hemos dicho, hechos como el de Iguala, en agravio de estudiantes, nunca más deben ocurrir. Ciertamente hay responsabilidad en las autoridades, tanto municipales, estatales y federales, por acción o por omisión con la delincuencia organizada, como también hay responsabilidad en los dirigentes de los normalistas; también hay responsabilidad, hay que puntualizarlo, en la misma sociedad que permitió excesos o simplemente se hizo de la vista gorda de la actuación del gobierno, de los estudiantes y de quienes actúan al margen de la ley.

Y hablando de legalidad, justicia, seguridad y tranquilidad, con la anfitrionía de Román Ocampo, Acapulco fue sede del Foro Nacional de Ciudades Seguras de la Asociación de Autoridades de México, desde donde se hizo un llamado a la Cámara de Diputados para no desaparecer el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad del Presupuesto de Egresos de la Federación 2021.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

 

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