martes, 1 de julio de 2014

Entresemana Demócratas Moisés Sánchez Limón

La dirigencia de Gustavo Enrique Madero al frente del Partido Acción Nacional se ha distinguido por procedimientos inéditos, uno de ellos aliarse con el Partido de la Revolución Democrática –su contrincante histórico ideológico—en busca de minar la fuerza del Partido Revolucionario Institucional cuando transitaba rumbo a la recuperación de la Presidencia de la República.
Madero ha salido exitoso de una contienda en la que abatió a Felipe Calderón, quien se convirtió en su enemigo y principal obstáculo en busca de consolidar su carrera por la Presidencia de la República en 2018.
Gustavo Enrique no quiere ser diputado federal en la LXIII Legislatura. Su lícita aspiración es la nominación de Acción Nacional, la misma que se afana en obtener Rafael Moreno Valle, gobernador del estado de Puebla, a la Presidencia.
Por eso, la batalla que libra el maderismo albiazul contra la armonización de la reforma política en los congresos locales y que ha logrado en los de Tabasco, Nuevo León y Jalisco, enderezada contra los partidos emergentes, los pequeños a los que ha llamado satélites o incluso sanguijuelas, tiene alta relevancia en la representación que tendría Acción Nacional para operar en una campaña presidencial tripardista.
Quizá esa campaña de tres candidatos, el del PRI, el del PRD y el de PAN, estaría un tanto asediada por el Partido Morena de Andrés Manuel López Obrador, quien iría en busca de los votos del perredismo perdido y hastiado de las tribus que no pudo controlar el matrimonio René Bejarano—Dolores Padierna.
El experimento de ese escenario lo anunció este martes, mediante comunicado, el CEN del PAN, es decir, Gustavo Enrique Madero Muñoz, en términos de un acuerdo de “apoyar en unidad a candidatos de su "cantera" para las elecciones en Michoacán, por lo que no establecerá ninguna alianza en esta entidad con otras fuerzas políticas rumbo a los comicios del próximo año”.
Incluso refiere que, “para construir los acuerdos necesarios que permitan al partido ser más competitivo en este estado, instalaron una mesa política conformada por el presidente Gustavo Madero Muñoz; el dirigente estatal de Michoacán, Miguel Ángel Chávez Zavala; los senadores Luisa María Calderón Hinojosa y Salvador Vega Casillas; así como por el consejero nacional Marko Cortés Mendoza (quien cobra como asesor en la Cámara de Diputados)”.

Y pronostica: “Los liderazgos que integran la mesa política tendrán la encomienda de establecer consensos para presentar una campaña que favorezca a los ciudadanos en el estado y dé esperanza a los michoacanos ante la grave condición de inseguridad que viven. Con esto Acción Nacional saldrá fuerte y unido para llegar a 2015 con triunfos electorales importantes que permitan la reconstrucción de Michoacán y sus instituciones”.
Por supuesto que no sólo en Michoacán, sino en el resto de las ocho entidades donde se elegirá gobernador el año entrante, el PAN no estará en condiciones de buscar coaliciones con, por ejemplo, el Partido Nueva Alianza que lo apoyó en la contienda por el gobierno de Puebla.
No, por rubor y congruencia –si es que la tiene—el PAN no buscará aliarse con ninguno de esos partidos a los que hoy desprecia porque han servido al interés priista y perredista, cuyos candidatos a gobernadores y a la Presidencia de la República les han acarreado suficientes votos como para mantener el registro.
¿Demócratas los panistas? Nada, nada. Esta discusión en torno a la sobrerrepresentación en los congresos locales y en el Congreso de la Unión, tiene más que ver con la, insisto, lícita ambición de Gustavo Enrique Madero y los suyos, incluso la misma senadora Luisa María Calderón Hinojosa, por hacerse del poder y de la mayoría congresista para operar candidaturas. En política no hay hermandades juradas ni pactos de sangre. El poder es el poder. Y punto.
Madero quiere ser Presidente de México, aunque en el terreno de la ambición personal fue la antítesis de su tío abuelo y se encaramó en la reelección mediante un sufragio efectivo por mayoriteo en la dirigencia nacional del PAN.
¿Le sirven Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo, el Partido Nueva Alianza o el Verde Ecologista? Para su proyecto, no. Madero se construye la candidatura y en el camino quiere deshacerse en 2015 de los partidos que sirven al PRD y al PRI, como fieles de la balanza electoral.
Los partidos emergentes, ideológicamente tienen su razón de ser, salvo los familiares que así como llegan se van en calidad de botín.
Al PAN lo califican la senadora y lideresa de la CNOP, Cristina Díaz, y el dirigente nacional del PRI, César Camacho. Sostienen que, en su afán por boicotear el trabajo legislativo, ha ofendido a otros partidos, llamándoles satélites superficiales. “Ello lo dibuja de cuerpo entero, con doble y hasta triple discurso, dependiendo del tema que se trate”, puntualiza la legisladora. Conste.
MIÉRCOLES. Sin duda, Luisa María Calderón Hinojosa y Marko Cortés, van por la revancha y serán los candidatos al gobierno de Michoacán y la alcaldía de Morelia. ¿O Salvador Vega Casillas? Digo
@msanchezlimon

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