jueves, 24 de julio de 2014

Entresemana STPRM, S.A. Moisés Sánchez Limón


A Selene, con inmensa admiración

Hoy que el PRD y la izquierda de claroscuros que incluye al beligerante neo partido Morena, amagan con movilizaciones en protesta por la aprobación de las leyes reglamentarias de la Reforma Energética, más que invocar a la memoria del general Lázaro Cárdenas del Río, podrían desempolvar interesantes líneas discursivas de uno de los prohombres del priismo que devino en delincuente y fue defenestrado por el sistema que lo arropó y encumbró hasta el 10 de enero de 1989.
Y lo pueden hacer sin riesgo de incurrir en un despropósito de identidad ideológica y partidista, porque al final de cuentas se trata de Joaquín La Quina Hernández Galicia, quien prácticamente renunciaba en 1988 a su militancia y credo priista por no estar de acuerdo con la candidatura de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia de la República.
Su apoyo al Frente Democrático Nacional (FDN) el antecedente del PRD, según versiones no desmentidas por él, fue factor que desencadenó en su defenestración del liderazgo real del STPRM, captura y encarcelamiento. Incluso, sus hijos fueron candidatos triunfadores del PRD a la alcaldía de Ciudad Madero, Tamaulipas, uno y, el otro, a una diputación Federal.
Veamos. En una asamblea sindical celebrada el 8 de enero de 1989, es decir, dos días antes de su aprehensión en su casa de Ciudad Madero, La Quina prácticamente se rebeló contra el sistema que lo había encumbrado como todopoderoso dirigente real del Sindicato Revolucionario (le añadió entonces) de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
De acuerdo con lo documentado por Doralicia Carmona, en Memoria Política de México, ese día 8 de enero, “en el Centro de Convenciones del sindicato, Hernández Galicia había presidido una asamblea de la Sección Uno a la que asistieron doce mil petroleros. Ahí afirmó que había dicho a Salinas de Gortari, que no “permitiría que un solo milímetro de la industria petrolera se entregara a los particulares… iremos a la huelga si se intenta entregar a la iniciativa privada nacional o extranjera los recursos de la nación”. Dijo también tener pruebas contra Mario Ramón Beteta, sobre el alquiler fraudulento de barcos petroleros; pidió que Pemex limpiara su estructura y se diera nueva administración. Al terminar su discurso, puntualizó: “…ayudaremos al gobierno, pero el sindicato petrolero estará siempre en primer lugar, con todos los obreros, con todas las clases populares, con la Patria”.
“Además de la denuncia contra Beteta, señaló que preparaba otra sobre el fraude bursátil que implicaba a personajes poderosos; también estaba organizando un foro –que se llevaría a cabo el día 12 de enero- en defensa de la empresa pública”.
Los arrebatos de La Quina se quedaron para la historia. Se fue a chirona durante cerca de ocho años. El 16 de diciembre de 1997 salió libre y resentido con el sistema priista; volvió a la sede de su imperio, aunque con la influencia política disminuida, en el plano de las grandes ligas.
Así, se han tejido historias y versiones varias en torno de la fortuna amasada por Joaquín La Quina Hernández Galicia, como dirigente del sindicato petrolero, también de quienes bajo su tutela lideraron formalmente al gremio; incluso de Carlos Romero Deschamps heredero por decreto presidencial del liderazgo del STPRM hasta estos días en que se cocina la Reforma Energética.
Lo cierto es que, amén de Carlos Romero Deschamps, ejemplo de enriquecimiento insultante como dirigente de ese gremio fue Salvador Chava Barragán Camacho, tanto que cuando lo detuvieron llevaba una verdadera fortuna, en joyas y efectivo en dólares, en la cajuela de su automóvil.
En su momento, una vez amnistiado por Ernesto Zedillo Ponce de León, enemigo jurado de Carlos Salinas de Gortari, La Quina estimó su patrimonio en dos mil millones de pesos; otras versiones la ubican superior a los tres mil millones de pesos.
El hecho es que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ha sido por décadas una Sociedad Anónima dirigida por un presidente de su consejo de administración en calidad de secretario general, enriquecido hasta el insulto y dueño de un sui generis sistema de contrataciones sustentado en el tráfico de influencias.
Por ejemplo, conseguir una ficha para ser sólo tomado en cuenta en una lista de aspirantes, es decir, sin la certidumbre de ser empleado, un aspirante paga por lo menos 180 mil pesos, sin garantía ni oferta de reembolso. La plaza puede costar cientos de miles con posibilidad de obtener la base sindical. Un negociazo.
Por ello, calladamente el grupo de Romero Deschamps –él no, por lo menos públicamente-- se niega a someterse a los cambios que debe acarrear el cambio de status de Petróleos Mexicanos, de empresa paraestatal a empresa productiva cuyas finanzas habrán de ser saneadas y sus relaciones con sus trabajadores rediseñadas en un nuevo entramado de Contrato Colectivo de Trabajo. Sin duda.
La pauta para el rechazo la dio este jueves el diputado federal panista Juan Bueno Torio, secretario de la Comisión de Energía de la Cámara baja, que durante tres años del sexenio de Vicente Fox se desempeñó como Director General de Pemex Refinación.
“Entonces lo que tenemos que hacer con Pemex es eso también: pasar a los trabajadores al sistema de cuentas individualizadas y hacer ajustes en el contrato colectivo de trabajo para que los nuevos contratos  que se realicen, a las nuevas contrataciones que realice la empresa ya entren bajo el nuevo sistema”, dijo Bueno Torio en alusión a los pasivos laborales de Pemex que ascienden a dos billones de pesos.
En suma, se trata de emprender, consecuencia elemental de la Reforma Energética, una nueva relación laboral de Pemex, también de la CFE, con sus sindicatos y ajustar los contratos colectivos que han sido factor de enriquecimiento de los dirigentes sindicales, fundo de la corrupción y sustancia del corporativismo electoral que lo mismo sirve al PRI que al PRD, e incluso a MORENA según sea el candidato y la entidad.
¿Qué opina el STPRM? Ricardo Aldana Prieto, tesorero del sindicato petrolero y actual diputado federal por el PRI, dijo que no aceptarán condiciones para que el Estado se haga cargo de la deuda de las pensiones que tiene Pemex. Y descalificó a Bueno Torio, aunque olvidó que éste sabe de lo que habla porque fue directivo de la paraestatal.
Aldana Prieto dijo que no acepta condiciones de gente que no tiene nada que ver porque, adujo, “los únicos que pueden tratar los temas laborales son el sindicato y la empresa y, en todo caso, cuando la empresa nos lo solicite, entrar a platicar”. Irónico, estimó que Bueno Torio se quiere hacer dirigente sindical, “porque no le veo el motivo de que se esté metiendo en un terreno que no es su ámbito". ¿De quién es incumbencia? ¿Temor al cambio y la pérdida del negocio sempiterno en la franquicia de esta sociedad anónima? Digo.
VIERNES. El gobernador Rafael Moreno Valle sabe que tiene un severo problema con el caso de la Ley Bala y el deceso del niño José Luis Alberto Tehuatlie. A sus prisas por abrogar esa legislación se sumó su personal cabildeo con los senadores del PAN para frenar un pronunciamiento del pleno senatorial en su contra. Alguien debe frenar las tropelías del góber poblano en su ambición por ser candidato a la Presidencia de la República. ¿Usted cree que fue gratuito el apoyo de los senadores albiazules? Conste.

@msanchezlimon

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