“En este país pasa todo
y no pasa nada”, algoritmo existencial que se ha convertido en salmo
responsorial y costumbre de los hombres del poder al carecer del más mínimo
sentido común y respeto para mas de cien millones de mexicanos.
Alfredo Castillo, que
con el caso de la niña Paulette demostró ceguera y falta de oficio y un jugador
de llano en ligas mayores en compromisos presidenciales. Para colmo del sentido común fue nombrado mirrey
de Michoacán con el cargo de comisionado en un estado incendiado por el
calderonismo y en franca pelea por el control no sólo del trasiego de la droga,
sino de toda la economía michoacana; ganadería, extracción de acero, aguacate,
turismo, café, caña, en fin, Michoacán paso a formar parte de la bolsa de
valores nacionales de tres grupos delictivos que instalaron en el estado
purépecha sus reales con terror, muerte, y corrupción.
Al deportista
ensangrentado y vinculado a juegos sucios en Michoacán al pactar con la
delincuencia disfrazada de auto defensa, se encargó de jugar ping pong con unos
y con otros a tal extremo que la matanza extrajudicial de rurales y población
civil dejó diez y seis muertos en Apatzingán, a cargo de la Policía Federal y
tolerada por Alfredo Castillo que entre otras cosas hizo negocios con la
delincuencia, tal y como lo ha documentado la periodista Laura Castellanos en Proceso. Este currículo olímpico deja a Alfredo Castillo muy mal parado en el
deporte extremo de sangre y muerte.
Pese a eso el inquilino
de los Pinos lo premia con la CONADE, que durante décadas fue el principal
negocio de los hermanos Vázquez Raña. Triada de empresarios muebleros menores a
quien Luis Echeverría los utilizó como esquiroles para arrebatarle teléfonos de
México a Trouyet y convertirse él en socio de los Vázquez Raña. Y de la misma
calaña fue el golpe dado a José García Valseca al arrebatarle el periódico
deportivo, el Esto, que les fue
obsequiado por Echeverría. Después seguirían El Sol, La prensa, y
otros negocios sucios cuyo cerebro fue el presidente del lema “arriba y
adelante” y cuya mejor prenda de servicios al frente de la presidencia de la
republica fue el halconazo del jueves de corpus entre otras medallas obtenidas
en el deporte nacional de la política así como instrumentar la guerra sucia en
Guerrero y haber acallado el periodismo crítico al darle en la torre al Excélsior que comandaba Julio Scherer
García.
El hecho de que
Castillo haya sido nombrado en la Comisión Nacional del deporte, es un
indicador de que el deporte de la muerte no va a parar y que la corrupción
deportiva va mantener al deporte nacional en los estándares de bajo rendimiento
gracias a la corrupción y al manejo discrecional del presupuesto deportivo en
obras pías personales como fue el caso de los eternos Hermanos Vázquez Raña.
Alfredo Castillo tiene
en su haber un record nada envidiable; del caso de la niña Paulette al trabajo
sucio realizado en Michoacán, y ahora premiado con la CONADE, sólo demuestra
que el señor presidente de México le apuesta a mantener la corrupción y
sostener una falta de respeto por los gobernados, al darle aire a bofes de su
equipo mexiquense y a mantenerlos a flote en medio de la tormenta de
corrupción, señalamientos no sólo de la prensa nacional sino internacional. De
plano, EPN, no entiende, carajo. Quizá por eso se presume entre deportistas
aficionados de redes sociales que el nuevo director de CONADE va a impulsar nuevos
deportes olímpicos como: tiro al civil desarmado sin límite de tiempo; lucha
libre entre carteles: cabeza contra cabellera; como arrojar bombas en plazas
públicas sin matar perros y gatos; lanzamiento de bombas-jabalina y discos de
fragmentación; y el más socorrido por señoras vip; como esconder una niña en el
colchón de su cama sin que nadie la encuentre.
¿Se vive en México una
guerra sucia contra luchadores, periodistas y organizaciones civiles y se
premia a posibles delincuentes como el mirrey Alfredo Castillo nuevo director
de la CONADE?
OPERACIÓN CALAMBRES
En Guerrero, las
campañas políticas suben de tono, hay preocupación por el declive real del
candidato tricolor, el repunte de Beatriz Mojica Morga, el crecimiento en menor
escala de Luis Walton y el juego de intereses de particulares vinculados a la
política y la intromisión de actores externos a favor o en contra de los
candidatos y el desbarajuste interno de los partidos que no alinean a sus
grupos por un candidato de unidad, y cuyo caso más extraño es del PRI, cuya
“disciplina partidista” de los años dorados se ha disipado como poma de jabón.
Llama la atención la
campaña orquestada por cercanos a AAR y
cuya cabeza visible es el senador Sofío Ramírez, que no quedó como candidato y
se ha hecho guaje con la candidata de su partido. La operación calambres, es
sólo eso. Mantener en el perol del aceite hirviendo la presencia del equipo
pesado de AAR, quién ayer, cumplió un año más de vida. Esto del regreso de AAR, es una operación
calambres. La gente utiliza la semántica sin entender el mensaje. Durante las
primeras horas de la tarde de ayer en Milenio
diario, ARR, dijo que “no regresa y tampoco pondrá a nadie…”.
En paralelo, Rogelio
Ortega Martínez la tarde del martes, dio un mensaje en el marco de la Mesa de
Gobernabilidad Política de Guerrero 2015.
¡Que no regrese Fantomas,
el hijo pródigo¡ “A la trikititriki” que se quede ROM, si no, se acabaría antes
de nacer el Librario que coordina
Alfredo Castro, con la colaboración de Alberto Villarreal Macías y un servidor.
DE REOJO
En la autopista del Sol,
antes de llegar al puente del fraccionamiento Las Brisas en Cuernavaca, está un espectacular del rector Javier
Almazán. Habría que preguntarle a Ortega Martínez, que sigue con la auditoria a
la UAG, o si es borrón y cuenta nueva y que con los que cobran aquí y cobran
allá.
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