CUÁL FUE, O ES EL MOTIVO
por el que el presidente municipal de Zitlala, Roberto Zapoteco, pudo ser
objeto de un atentado, el lunes pasado, por un grupo armado que, se supone,
forma parte del crimen organizado? Y es que, hay que decirlo, el actual alcalde
de ese municipio nunca ha tenido una postura firme, al menos pública, contra
los que integran la delincuencia organizada.
Es decir, el alcalde en
cuestión no es ningún peligro ni mucho menos representa ninguna piedra en el
zapato para algún grupo delincuencial, de los que operan en esa zona de la baja
Montaña, como para que intenten acabar con él. En consecuencia, los motivos
para ello pueden ser otros.
Y es que atentar, o
pretender atentar contra un alcalde, por muy pequeño que sea el municipio que
gobierna, y más si se trata de uno donde el gobierno federal mantiene una
atención especial, descartando la hipótesis de un peligro para el crimen
organizado, solo puede explicarse por dos motivos: porque hay quien pretende
“calentar” la plaza o porque el edil en cuestión no ha cumplido.
Iguala es un caso típico
con los hechos del 26 de septiembre del 2014, Chilapa con la irrupción de un
supuesto grupo comunitario, y más recientemente Acapulco, con la balacera
inventada hace unas semanas. Estos, como en otros casos, son ejemplos de que se
intentó, y se logró calentar la plaza más de lo que ya estaba, de tal forma que
el Gobierno federal, a través de su policía y el Ejército, han intervenido
decididamente en ellos.
Es decir, pretender
calentar la plaza en ese municipio atentando contra su alcalde, luego de que
hace unos días el mismo grupo que irrumpió en Chilapa hace un año, fue detenido
en su intento por ingresar a Zitlala, con el pretexto de que buscaban a una mujer,
esposa de un miembro de quienes se asumen como policías comunitarios, parece
ser una explicación de lo que se fraguaba en contra del edil que
afortunadamente no ocurrió.
Y si el atentado fraguado
en contra de Roberto Zapoteco no tiene que ver con calentar aún más la plaza
que es Zitlala, cuál fue el verdadero? Qué tiene que ver el alcalde con los
grupos de la delincuencia organizada? Será éste, el verdadero motivo? Sea como
sea, el gobierno federal tiene que llevar a cabo una investigación minuciosa sobre
el caso.
Sea como sea, lo cierto es
que el presidente municipal en cuestión salvó la vida al ser alertado a tiempo
que un grupo armado lo esperaba en el trayecto a Zitlala, para atentar contra
él, cuando éste se encontraba en Chilpancingo, aunque queda también la duda de
por qué, si se conoció de los hechos, no se detuvo a los presuntos
delincuentes.
Y EN OTRO ASUNTO, tiene
razón el presidente de la Comisión de Educación del Congreso del estado, Víctor
Manuel Martínez Toledo. Por más gritos y sombrerazos, por más marchas,
plantones, bloqueos o toma de edificios públicos, la mal llamada reforma
educativa, que busca capacitar a los maestros para lograr mejores niveles de
enseñanza, no tiene vuelta de hoja, y en consecuencia solo es cuestión de
tiempo para que se aplique en todo el país.
Y es que a diferencia de
los maestros de Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Michoacán, los profesores del resto
del país están trabajando de manera normal, además de que acudieron a la
evaluación en las fechas en que fueron convocados, de tal forma que, comparado
con el número que existe en todo el país, los que protestan son un grupo muy
reducido que se oponen al examen de referencia.
No. No es cierto que los
maestros que no aprueben el examen, hasta en tres ocasiones, serán despedidos
del sector educativo, ni mucho menos perderán sus derechos laborales, incluido
su salario. Eso no es cierto, pues como bien dice Martínez Toledo, la llamada
reforma educativa solo contiene como sanción máxima el retiro de los maestros
de las aulas para ser ubicados en plazas administrativas “en el caso de que no
aprueben una de las tres evaluaciones a las que deben ser sometidos”.
Por supuesto que es válido
el que los maestros del estado defiendan sus derechos y su relación laboral
cuando suponen que son violados, aunque hay que señalar que la inmensa mayoría
de los mentores no consideran que se trastoquen, y en consecuencia siguen en
las aulas, enseñando.
El legislador priísta
aclaró a los maestros que dentro del esquema de la evaluación se plantean tres
oportunidades para que los profesores la aprueben, “y en ningún momento se dice
que perderían sus plazas, y quien no resulte idóneo al final será reubicado en
un área administrativa, con lo que jamás se ha hablado de que serán cesados”.
Así que, quien diga lo contrario, miente.
Hay que decirlo. Un grupo
minoritario, aunque eso sí, combativo, gritón y hasta vandálico, que le apuesta
a la confrontación con el fin de tener banderas y mártires, no puede doblegar
la ley ni obligar al gobierno a negociar sus intereses. Cierto es que en muchos
casos ha ocurrido, más por intereses políticos que por el interés general de
los guerrerenses
En consecuencia, se puede
o no estar de acuerdo con la reforma educativa, se puede o no estar a favor de
ella o luchar en su contra, pero lo que es cierto es que quienes se oponen a
ella y han hecho oídos sordos a los llamados de evaluación, corren el riesgo de
ser despedidos sin ningún problema. Claro, eso ya es decisión de cada quién
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