Con la conciencia tranquila,
porque nunca ha dejado de apoyar a la Normal Rural de Ayotzinapa de manera
razonable, el gobernador Héctor Astudillo Flores, aguantó “a pié firme” la
“parada cívica” (protesta radical con gritos y denuestos) de cientos de
estudiantes de ese plantel quienes exigieron la presentación -con vida- de 43
de sus compañeros desaparecidos la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre
del año 2014, en Iguala de la Independencia.
Ayer en Tixtla, el gobernador
Astudillo Flores junto con el representante presidencial Baltazar Hinojosa
Ochoa –titular de la Sagarpa- encabezaron la ceremonia alusiva al 236
Aniversario del Natalicio del General Vicente Guerrero Saldaña.
Frente al presídium arribó el
contingente de normalistas radicales de Ayotzinapa, portando una manta con las
fotografías y nombres de los 43 estudiantes desaparecidos por policías
municipales de Iguala; los normalistas inconformes también cargaron y exhibieron
una figura de tortuga en color verde, para denunciar la lentitud de las autoridades
y que esclarezcan el “caso Ayotzinapa”.
Desde hace cuatro años, ningún
gobernador se había presentado en Tixtla para presidir la ceremonia alusiva al
caudillo del sur: Vicente Guerrero; del apellido de éste derivó el nombre de
esta entidad.
Astudillo Flores, tuvo la
valentía y arrojos para visitar ese poblado, donde se encuentra la normal de
Ayotzinapa; con los riesgos que implica, porque los “titiriteros” que manejan a
su antojo a los estudiantes lo tomarían como una provocación -la presencia del
mandatario estatal junto con su gabinete y el representante presidencial,
Hinojosa Ochoa-. No se registró ninguna agresión física por parte de los normalistas.
Llamó la atención ver cómo el
contingente de unos 300 normalistas, se presentaron “pelados a rape”, y desde
que arribaron frente al templete principal -y otro anexo- no dejaron de gritar
consignas radicales durante casi media hora, en exigencia de la presentación de
sus 43 compañeros desaparecidos en Iguala. Policías municipales los entregaron
a un grupo de la delincuencia y sus sicarios los ultimaron, de acuerdo con
informes de la PGR.
El gobernador Astudillo Flores,
junto con el enviado presidencial Hinojosa Ochoa, hicieron guardia de honor al pié
del monumento erigido a Vicente Guerrero junto con representantes de los
Poderes Legislativo y Judicial, diputado Héctor Vicario Castrejón y Magistrado
Alberto López Celis. En ese acto tampoco se registró ningún incidente.
“Debemos trabajar sin mirar
orígenes políticos, por Guerrero y por México”, manifestó el gobernador
Astudillo Flores durante el discurso que pronunció, desde donde envió
felicitación al Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, tras
haber recibido su constancia que lo acredita como tal para el periodo
2018-2024. “Si a López Obrador le va bien, también le irá bien a Guerrero y a México”,
remarcó el mandatario estatal.
Luego de presidir el desfile cívico
con participación de danzas regionales, instituciones educativas y vehículos
adornados, el gobernador Astudillo junto con su comitiva bajó del templete, fue
entrevistado, saludó a mucha gente, abordó su vehículo que manejó y se retiró
del poblado.
Por esta ocasión no desfilaron
ningún cuerpo policiaco, tampoco los militares de la Sedena o la Marina;
seguramente para no provocar ningún incidente con los normalistas de
Ayotzinapa, quienes siguen exigiendo -en el plano nacional e internacional- la
presentación de sus 43 compañeros desaparecidos.
La “gran verdad” del caso
Ayotzinapa aún no se da a conocer; la herida sigue abierta cuatro años después
de los sangrientos acontecimientos de Iguala donde seis personas fueron
asesinadas la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 fueron
desaparecidos los 43 normalistas.
TRANSPORTISTAS: ¡NO TIENEN
LLENADERA!
La mayoría de los vehículos
automotores destinados al servicio público -del pulpo de transportistas-
presentan fallas no sólo mecánicas sino en las carrocerías; muchos son vehículos
destartalados, caducos, vejestorios que
deberían estar en corralones y “deshuesaderos”. Pertenecen a los “pobrecitos”
empresarios del transporte, quienes exigen aumento al pasaje.
La mayoría de los conductores
(choferes) del autotransporte, son sujetos mal educados, no respetan
señalamientos viales; echan carreritas, provocan accidentes, tratan mal a los
pasajeros, andan sucios, no se bañan, no portan uniforme y a veces andan descalzos
o con chanclas, principalmente en Acapulco.
A los empresarios del transporte
siempre les va bien; anualmente obtienen ganancias millonarias e invierten poco
y no modernizan sus unidades, menos les dan mantenimiento; no expiden boletos
por pasaje pues la ganancia es directa.
A los choferes les pagan cuota
diaria y no porcentaje por boleto pagado.
No perciben salarios y menos prestaciones como IMSS o ISSSTE. A los choferes no
les dan capacitación. Los explotan.
Aún con lo anterior, el pulpo
transportista quiere que les autoricen un aumento con el pretexto del
incremento al precio del combustible. ¿Por qué no dejan el negocio; o permiten
que el transporte sea liberado?... De pendejos no tienen nada.
Oportuna la intervención del
gobernador Héctor Astudillo, quien evitó y desautorizó aumento al precio del pasaje. Paró en seco a
la mafia transportista… ¡No tienen llenadera! –como les decía en campaña Andrés
Manuel López Obrador a sus oponentes-… Punto.
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