LA “CONSULTA CIUDADANA” DEL PRESIDENTE electo, Andrés Manuel López Obrador, y su partido, Morena, simple y sencillamente es una soberana mam…da, de sus organizadores, sencillamente (otra vez) porque, además de que está cargada, cuchareada, y sin metodología, no tiene razón de ser, y porque en vez de escucharse y tomarse la opinión de los expertos en la materia, la decisión se deja en manos de quienes no saben de aeronáutica, por solo dar un ejemplo.
Hay que decirlo. Es difícil creer que “el pueblo sabio”, ése al que se dirige la consulta para que decida dónde quiere que se construya el nuevo aeropuerto de la ciudad de México, en razón de que el actual ya es insuficiente, pueda emitir su voto con conocimiento de causa, cuando la gran mayoría ni siquiera tiene una idea clara de dónde están ubicadas las dos propuestas, y mucho menos sabe de aeronáutica o de mecánica de suelos, y claro, tampoco se haya subido nunca a un avión.
Al pueblo se le consulta sobre lo que sabe. Utilizarlo para validar acuerdos de campaña, haciéndole creer que se le toma en cuenta para la toma de decisiones importantes, no solo es perverso, sino mezquino y hasta criminal. Es como si un adulto se aprovechara con alevosía, maldad y ventaja de la ingenuidad de un niño, solo para que crea que se le toma en cuenta.
Pero por si esto fuera poco, la consulta de referencia carece de confiabilidad y certeza en sus resultados, en razón de que quienes la financian, la organizan, reciben los votos y van a contarlos para después dar los resultados, son quienes están a favor de una propuesta y en contra de la otra, de tal forma que desde antes de la citada consulta ya se sabe cuál de las dos va a ganar.
Sorprende sin embargo que haya quienes defiendan, promuevan y hasta justifiquen la consulta, aunque claro, más por intereses políticos y de partido, que con la realidad y honestidad. Hay otros que opinan sin conocer el tema. Aunque claro, en esta consulta no importa. Endeble
En fin que este jueves, en el primer día de la consulta, acudimos a un módulo de recepción de votos, y más allá de que las boletas no estaban foleadas, ni mucho menos la tinta es firme, no hay, no había nadie que garantizara que el sentido de los votos sería respetado en caso de que el resultado fuera otro al esperado.
¿Por qué van a votar?, le pregunté a dos jóvenes que hacían fila. “Para que no haya aeropuerto”, me contestó. ¿Y por qué no?, insistí. “Porque no lo necesitamos”, dijo con seguridad. Ambas usaban gorras con el logotipo de Morena, el partido que promueva la consulta.
“Es una mam…da del Peje”, dijo quien parecía estar de observador. “Cualquiera, aunque solo tenga primaria va a decidir lo que es un asunto de expertos. Causa risa. Quien haya reprobado matemáticas en la primaria o secundaria podrá decidir por una de las dos opciones del nuevo aeropuerto, incluso sin conocer la ciudad de México. Sin que se haya subido nunca a un avión. Sin que sepa de aeronáutica va a decir sobre aeronáutica. Voté por el Peje, pero esto es una pendejez”.
Lo cierto es que este jueves, en Chilpancingo, como ocurre en diversas ciudades del estado, y obvio, del país, la gente salió a votar para decidir dónde quiere el nuevo aeropuerto de la ciudad de México. “Se chingaron los del PRI, ahora mandamos nosotros”, me dijo un amigo, mientras esperaba la papeleta para tachar una de las dos opciones que contiene la consulta de referencia, que al leerlas no pude más que exclamar: son m… chingaderas.
Claro. Cada quien puede organizar sus consultas. Quien vaya a ellas, ya es su pex.
Comentarios: julio651220@hotmail.com
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