La mayoría de los politólogos coinciden que la alternancia política “es el cambio o la sustitución de un grupo gobernante o partido político, de manera pacífica y acorde a las reglas electorales”; y, por otro, “que procede de un partido político distinto al que gobierna, y esto es producto de un proceso electoral en el que compiten los candidatos y el pueblo ejerce su derecho de voto”, en términos democráticos.
En México se han producido
tres alternancias en lo que va del siglo XXI. La primera ocurrió en el 2000 con
Vicente Fox Quesada, quien abanderó
la alianza PAN-PVEM y que sacó de Los
Pinos al PRI luego de 70 años en el poder; la segunda en el 2012, en el que
los electores le volvieron a dar la oportunidad al PRI para gobernar México –a
través de Enrique Peña Nieto–, y la
tercera en el 2018, año en que los mexicanos, más que votar por Morena, acudieron
a las urnas para manifestar su hartazgo hacia los partidos tradicionales (PRI,
PAN y PRD).
A nivel estatal, se han
registrado dos alternancias políticas: la de 2005 con Zeferino Torreblanca Galindo, candidato de la coalición “Guerrero
será mejor” (PRD-Convergencia-PRS), que sacó al PRI de Casa Guerrero, y la de
2015 con el priista Héctor Astudillo
Flores, quien derrotó al PRD y recuperó para su partido el poder.
Tanto
en las elecciones estatales y federales ha prevalecido un ambiente pacífico. Lo
único cuestionable es que, cuando los partidos de izquierda pierden una
elección, alegan fraude. Y cuando ganan, celebran que hay democracia.
El PRI y el PAN, a pesar
de los descalabros electorales, han demostrado madurez política. Y cuando les
va bien en las urnas, sus candidatos siempre llaman a la unidad, al trabajo y a
la reconciliación social.
En Guerrero, por ejemplo,
las dos veces que Félix Salgado
Macedonio contendió por la gubernatura a través de las siglas del PRD (1993
y 1999) siempre alegó que le hicieron fraude y desconoció a los que lo
derrotaron en las urnas.
En 2015, algo similar
ocurrió con el ex priista y neo perredista Antonio
Gaspar Beltrán, quien al perder la elección en Chilpancingo, se quejó de
que Marco Antonio Leyva Mena y el
PRI “le robaron” la Alcaldía capitalina. Tres años después y ante un PRI
desacreditado por los errores cometidos por Leyva Mena al frente de la
administración municipal, festejó el triunfo que le dieron los ciudadanos que
confiaron en su proyecto político y en que denunciaría las irregularidades
financieras cometidas por su predecesor.
Para el Dr. Ignacio
Marcelino López Sandoval, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana,
“la alternancia política no solo implica cambios de personas o partidos
políticos en el poder, sino también es un proceso que permite reforzar la
confianza en las instituciones electorales y políticas de las democracias
representativas. Sobre todo, en sistemas que se encuentran en el desarrollo y
consolidación de reglas democráticas”.
Desafortunadamente,
algunas alternancias políticas son una total simulación, ya que cambia el
partido en el poder, pero los personajes que rodean al nuevo gobernante son
parte del viejo régimen. Y lo vemos en todos los niveles de gobierno.
En efecto, el 30 de
septiembre de 2018 Antonio Gaspar rindió protesta como presidente municipal e
inauguró la alternancia en Chilpancingo, en un evento en donde se dieron cita
algunos de sus entonces aliados y colaboradores, representantes de los tres
poderes públicos de la entidad, miembros de la sociedad civil, representantes
del clero y de las fuerzas armadas, legisladores y dirigentes partidistas.
En dicho evento –realizado
en el auditorio estatal “Sentimientos de la Nación” y en el que no asistieron
siete regidores y el síndico procurador– y fiel
a su estilo, Gaspar Beltrán lloró y pidió perdón a los chilpancinguenses por
los agravios de los últimos gobiernos municipales; olvidando que él fue parte
de uno de los últimos gobiernos que supuestamente agraviaron al pueblo de
Chilpancingo.
Han transcurrido
prácticamente dos años de aquel episodio que marcó la vida política de la
capital del estado. Dos años de la primera alternancia en Chilpancingo. Dos años de un gobierno perredista que
improvisa en el ejercicio del poder y que no tiene brújula.
La mayoría de los
capitalinos coinciden que en 2021 habrá nuevamente alternancia política en
Chilpancingo, ya que el PRD no repetirá
en el poder.
Algunos diputados locales
de Morena ya se frotan las manos y se ven despachando desde ahora en el Palacio
Municipal. El gran problema de los soñadores de marras es que Andrés Manuel López Obrador ya no aparecerá
en la boleta electoral. Por lo que ya no tendrán un mesías que les haga
campaña y les regale otra victoria en las urnas.
En 2021 ganará la Alcaldía
de Chilpancingo el que le haya construido e invertido en una estructura
electoral en las colonias y comunidades, y el que amarre importantes alianzas
con los diferentes sectores de la sociedad y no esté señalado de tener
relaciones con grupos criminales.
El PRI no está muerto
electoralmente. En Chilpancingo tiene varios prospectos. Y el más visible es Jorge Salgado Parra, un joven político
con amplia experiencia legislativa y que ha demostrado en dos ocasiones ser
competitivo en las urnas.
Recordemos que fue
diputado local por el distrito XV –hoy distrito 02– de Chilpancingo (2008-2012)
y diputado federal por el distrito 07 (Chilpancingo, Coyuca de Benítez, Tixtla,
Quechultenango y Mochitlán) en 2012.
Y no sólo eso. Jorge
Salgado tiene experiencia en la administrativa pública, pues al inicio de la
administración del gobernador Héctor
Astudillo Flores, fungió como director general del Instituto Estatal para
la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG), cargo que dejó en 2018 luego de ser incluido por el PRI en su lista
de diputados locales por el principio de representación proporcional.
Insisto, hay más
prospectos en el tricolor. Pero Jorge
Salgado es el que garantiza el regreso del PRI a la Alcaldía capitalina y, por
ende, la segunda alternancia en Chilpancingo.
Comentarios:
E-mail:
efrain_flores_iglesias@hotmail.com
Twitter:
@efiglesias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.