Dirigir en este momento a un instituto político como el PRD, no es una tarea sencilla; sobre todo, porque las encuestas lo colocan en una posición muy desfavorable para las elecciones de 2021. Y no es para menos, en 2018 quedó prácticamente borrado del mapa electoral, pues Morena le arrebató importantes posiciones políticas en el país.
Además, la alianza que sus
dirigentes amarraron con el PAN le
resultó contraproducente, ya que una buena parte de su militancia emigró hacia
Morena y votó por Andrés Manuel López Obrador, al considerar que éste
representaba a la auténtica izquierda y que realizaría un extraordinario papel
como presidente de la República.
Hubo quienes vaticinaron
que el PRD perdería su registro. Pero no fue así.
En entidades como Guerrero
y a pesar del efecto AMLO, el perredismo dio la batalla y ganó un
distrito electoral federal –el 06 de Chilapa con Raymundo García Gutiérrez–, cuatro distritos locales (el XVIII de
Pungarabato, el XX de Teloloapan, el XXIV de Tixtla y el XXVI de Atlixtac) y la
mayoría de los 81 Ayuntamientos.
En
2018 quedó demostrado que Guerrero es el estado más perredista del país.
Y en las próximas elecciones y ante un Morena desgastado en el ejercicio del
poder (presidencial) y en el quehacer legislativo, sus dirigentes ya se
preparan para recuperar algunos espacios. Acapulco, por ejemplo, es uno de los
municipios que podría recuperar en 2021, siempre y cuando postule como su
candidato al ex gobernador Ángel Aguirre
Rivero, ya que es un líder carismático y que cuenta con una estructura y
amigos en todos los partidos políticos, incluido Morena.
En el Congreso local tiene
siete diputados (de ocho que contaba al principio de la LXII legislatura),
mismos que han demostrado ser muy participativos en el debate parlamentario y
en presentar importantes iniciativas de ley.
Uno de los siete
legisladores en comento es Alberto
Catalán Bastida, quien a sus 35 años de edad (30 de noviembre de 1984) se
convirtió en presidente de la Mesa Directiva del Congreso local.
El pasado 15 de agosto y
luego de intensas negociaciones entre los líderes de las diferentes expresiones
políticas, fue electo presidente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del PRD,
convirtiéndose en uno de los dirigentes más jóvenes en la historia del
perredismo en Guerrero.
Su
tarea no será sencilla, pero tampoco imposible.
De entrada, Beto Catalán –como lo conocen
popularmente– llega a la dirigencia perredista gracias a un gran acuerdo de unidad. O sea, sin
cuestionamientos ni impugnaciones. Y lo mejor de todo, encuentra un partido con
finanzas sanas.
Lo
primero que hizo después de rendir protesta como presidente del CEE fue llamar
a la unidad a todos los liderazgos internos del PRD, con el compromiso de no
generar divisionismo, sino trabajar intensamente para las elecciones del
próximo año.
También se pronunció por
enmendar los errores que el PRD ha cometido. Y convocó a los liderazgos
políticos de los 81 municipios a no decaer el ánimo, a ser leales y a no caer
en ofertas o tentaciones políticas ajenas, “pues en nuestras manos tenemos la
oportunidad de conducir los destinos de Guerrero por los próximos seis años; de
los Ayuntamientos y del Poder Legislativo, por eso vale la pena trabajar por
ese reto porque Guerrero lo merece”.
Los
retos que tiene enfrente Beto
Catalán, son inmensos.
Lo importante es que es un
político joven, con una trayectoria limpia, que sabe escuchar sugerencias y que
genera empatía.
También es necesario
destacar su llamado a los militantes que en 2018 apoyaron a otras opciones
políticas para que regresen a su origen y retomen el proyecto que representa
una verdadera izquierda.
Asimismo, tampoco niega su pertenencia al grupo político
del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero.
“No podemos ni
desentendernos, al contrario, la figura del ex gobernador en Izquierda
Progresista de Guerrero (IPG), esta expresión se fundó y se creó por Ángel Aguirre Herrera, desgraciadamente
él ya no está con nosotros, pero nosotros somos esa ala aguirrista dentro del
PRD y vemos a la figura del ex gobernador (Ángel Aguirre Rivero) como un líder
natural de nosotros. Obviamente, está el respaldo, la guía, la experiencia,
pero también la aceptación de muchos guerrerenses”. (Vértice, Diario de Chilpancingo/18-VIII-2020).
Por cierto, la expresión
Alternativa Democrática Guerrerense (ADG), que encabeza el ex senador y actual
diputado local, Celestino Cesáreo Guzmán,
fue una de las que dieron su respaldo inicial a Catalán Bastida para dirigir al
perredismo en Guerrero.
Los
que pensaban que el Sol Azteca se despedazaría en la elección de su dirigente
en Guerrero, se equivocaron. Hay PRD para rato en estas tierras del sur.
En política, recordemos, las victorias y las derrotas no son para
siempre.
El partido político que
reconoce sus errores y los supera, tiene la oportunidad de resurgir en la
siguiente elección.
ENTRE
OTRAS COSAS… No es novedad que Victoriano Wences Real, comisionado político nacional del Partido del
Trabajo (PT) en Guerrero, ande ofreciendo candidaturas antes de cada elección.
Y no son gratis.
Un ejemplo: lo hizo con Servando Salgado Guzmán en 2018.
Y ahora lo hace con Adela Román Ocampo, una víctima más de
sus perversas ambiciones.
¡No
te acabes PT!
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efrain_flores_iglesias@hotmail.com
Twitter:
@efiglesias
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