Con el paso del tiempo hemos paseado en este blog por multitud de lugares abandonados; pueblos, teatros, cines, estaciones de tren… pero para mí, ninguno de ellos me causa más pena y dolor que el que os mostramos hoy, una fábrica de cerveza, de la que desde ya hace bastantes años no sale ni una gota de esa refrescante y espumosa bebida.
Llámenme melancólico, pero
todavía recuerdo el sabor de las cervezas que se producían en esta fábrica como
la Turia Pilsen, la Marzenbier, la Goldenbier, la Damm Pilsen o La Estrella
Dorada. Seguro que los más cerveceros también recuerdan alguna de ellas, sobre
todo los de la costa mediterránea, que fue donde se distribuían y donde se
encuentra la fábrica.
Sobre la historia de la
cervecera, tampoco hay mucho que contar. Abrió sus puertas en 1947 y gozó de
buena salud hasta principios de los noventa, el grupo Damm, que desde sus
inicios había tenido una pequeña participación, compró el 100% de la fábrica. A
mediados de los 90 la fábrica deja de producir y se utiliza solo como
distribuidora y poco tiempo después, es vendida a una inmobiliaria y cierra sus
puertas por completo.
El edificio es realmente
imponente, alrededor de un patio central donde estaban los muelles de carga se
distribuyen las diferentes naves, cada cuál para un uso distinto, como
oficinas, laboratorios, líneas de embotellado, almacenes, etc.
El tiempo y los amigos de la
destrucción y el deterioro se han encargado de reducir el complejo a poco más
que un montón de escombros. Todo lo susceptible de tener algún valor
desapareció ya hace tiempo y hoy en día las techumbres medio derruidas tan solo
valen para dar cobijo a pobres gentes que no tienen un lugar mejor donde
descansar los huesos.
El complejo está pendiente
desde hace mucho para ser derrumbado, en uno de los muchos planes de urbanismo
que aparecen y que luego quedan en agua de borrajas.
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/
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