jueves, 12 de febrero de 2015

ENTRESEMANA ¡Al corrupto, al corrupto! Moisés Sánchez Limón

No sorprende que a la parentela de Ángel Heladio Aguirre Rivero le haya caído esta justicia selectiva, la misma que por décadas ha sido utilizada para cobro de facturas y lección a pillastres que se creyeron impunes, arropados por el manto del compadrazgo en turno y el insultante silencio cómplice.
Ejemplos hay, como el del defenestrado gobernador de Guerrero, que consideraron estar a salvo sólo por no aparecer en público, pero que en los hechos pretendieron mantener hegemonía política en sus espacios palaciegos. Ahí está el caso del empresario Gastón Azcárraga Andrade, quien junto con otros de su estirpe de hampones de cuello blanco desmadró a Mexicana de Aviación, pero no tarda en ser huésped de una prisión mexicana.
Otro caso es el del presidente de Oceanografía, Amado Yáñez, quien está sujeto a proceso penal desde octubre del año pasado, cuando fue aprehendido dormido en sus laureles o, mejor dicho, en la convicción de que era intocable y que nada pasaría.
La pregunta, empero, en este momento es hasta dónde hay voluntad política del gobierno de Enrique Peña Nieto de aplicar la ley sin distingos. Hay hartazgo entre los ciudadanos mexicanos contra la impunidad y la aplicación de la justicia selectiva. Al que incurre en infracción de tránsito suele tratársele como delincuente, mas al que vandaliza y roba en aras de una supuesta demanda de justicia social, se le perdona.
¿Quién decide cómo se interpreta y aplica la ley? ¿El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, los gobernadores de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas, Veracruz y de todos esos campos donde los encapuchados violentos hacen de las suyas impunemente? ¿El Presidente de la República o el procurador General de la República?
Como se observa, la práctica de utilizar a la ley, a los órganos responsables de prevenir, procurar y aplicar justicia, como mecanismos para cobrar facturas parece no tener fin. Es como editar la misma novela de la familia revolucionaria en cada sexenio.
Y, entonces, el corrupto es juzgado por quienes corrompen a las leyes y las aplican a criterio personal, conforme con los asuntos a cobrar. Así ha ocurrido con Ángel Heladio Aguirre Rivero, de cuyas andanzas en esto de usar el gasto público para beneficio personal y de sus familiares y amigos.
¡Al corrupto, al corrupto!, gritan los corruptos que han visto cómo el infamante se les ha salido del script porque, fiel a su naturaleza, no puede reprimir el ansia de poder. Por eso, indudablemente, Ángel Heladio está en un tris de ser sujeto de proceso penal; lo sabe y evidenció la advertencia en su carta de renuncia al PRD. Dice que no saldrá del país y que enfrentará lo que deba enfrentarse.
No, no es decisión personal de Ángel Heladio quedarse en el país, es una orden de quien ya se hartó de protegerlo, de quien ha cerrado la página de aquellos días de gloria y poder compartidos, de quien aceptó ayudarlo a ser gobernador, pero que no quiere sumar una nota mala más al bisoño expediente de la Casa Blanca y otros etcéteras.
Por eso y porque la temporada electoral se ha convertido en temporada de caza, es que desde el gobierno federal se ha sumado la voluntad, vía la diputación federal del PRI, para aprobar, antes de concluir este mes de febrero, la legislación en materia del Sistema Nacional Anticorrupción o como quiera llamársele al ente que deberá estar por encima de la Secretaría de la Función Pública e incluso tener la autoridad vinculatoria del resultado de sus investigaciones, con el cuerpo de procuración y aplicación de justicia.
Las bancadas del PAN y del PRI en la Cámara de Diputados, entraron en una severa discusión en torno de esa iniciativa que pretende dar forma, cauce y aplicación al Sistema Nacional Anticorrupción. El PRD se había mantenido un tanto marginado de esos desacuerdos entre albiazules y tricolores. Incluso se reservó su opinión cuando Manlio Fabio Beltrones aseguró, en diciembre del año pasado, que las negociaciones con el PAN estaban avanzadas en más de 90 por ciento.
Y, en efecto, así ocurre; se han decantado las aristas y el PRI dio marcha atrás a la propuesta de crear una especie de consejo de notables que, encabezada por el Presidente de la República, se encargaría de juzgar casos de corrupción, al final de cuentas serían juez y parte.
Pero, a la luz del caso Aguirre Rivero, casualmente en la sesión de este jueves 12 de febrero, el pleno camaral en San Lázaro conoció la propuesta del PRD de crear el Sistema Nacional Anticorrupción y de Fiscalización, mediante reformas constitucionales.
Tres propuestas legislativas, del PRI, PAN y PRD en similar sentido. Hay prisa, elemental, para convencer al electorado de que, ahora sí, se aplicará la ley y, ¡válgame el Señor!, irán a prisión verdaderos peces gordos.
Vaya, vaya. Hasta el presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles Conejo, urgió a las fuerzas parlamentarias no retrasar la aprobación de todo el andamiaje en materia de anticorrupción y darle al país mejores herramientas para atacar este mal que lastima a la sociedad en su conjunto.
No hay que olvidar que Silvano quiere ser gobernador de Michoacán, donde sus compañeros de partido y amigos y hasta compadres, fueron causantes y partícipes de esa corriente del crimen organizado que, como la humedad, se metió en toda la estructura de gobierno.
“Aprobemos lo más pronto posible las medidas para hacerle frente a los problemas de la corrupción; crear y aprobar los instrumentos necesarios que nos permitan ofrecerles a los mexicanos soluciones de fondo, porque los escándalos mediáticos no resuelven el tema”, dijo Silvano, de filiación perredista y, por tanto, salpicado por este chapoteo que sus compañeros de partido hicieron en el lodazal de la corrupción en Guerrero.
Aunque la duda permanece respecto de las bondades de una legislación anticorrupción. Mire usted, cuestión de recordar que desde 1982 los mexicanos tenemos la promesa oficial de la Renovación Moral de la Sociedad. Ya murió don Miguel de la Madrid Hurtado sin conocer un resultado óptimo de esa su propuesta de campaña a la Presidencia de la República. ¿Ahora sí? Lo que ocurra con Ángel Heladio será señal de que ahora sí van en serio contra los pillastres de cuello blanco y toda esa fauna que ha hecho del tráfico de influencias y el conflicto de intereses una industria de la corrupción. Conste.
VIERNES. ¿Aquí no aplauden? Digo.

@msanchezlimon

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