Vergüenza nacional que
tenga que ser por intervención Buró de Investigaciones Federales (FBI) de
Estados Unidos como se combata a la trata de personas y el tráfico sexual en
México.
Gobernadores de todos los
signos políticos en Tlaxcala, decenas de titulares de la PGR en las últimas dos
décadas y aún más supieron y saben que Tenancingo, en Tlaxcala, es la tierra,
la cuna, el centro de operaciones de importantes bandas de traficantes de
mujeres que lo mismo las secuestran, que las engañan y las explotan en un
corredor de hoteles y burdeles de La Merced y otros sitios o las “exportan”
hacia Estados Unidos.
Montones de reportajes en
México con nombre y apellido de quienes encabezan estas mafias. Incluso
programas estadunidenses de Discovery Channel y otros han expuesto la forma
como trabajan estas redes del crimen transnacional y como llevan a niñas y
jóvenes mexicanas lo mismo a Tucson, Houston, que a Las Vegas, Atlanta o a
Nueva York. Aquí en México no pasa nada.
Bibiana Belsasso,
periodista, escribió en el diario “La Razón” en el 2011 que los padrotes de
Tenancingo, alias los Charros de Tenancingo, utilizan el portal
www.tlaxcala.tlax.com para poderse comunicar entre sí y poder reclutar a
menores de edad para mandarlas a toda la república mexicana y de ahí
introducirlas a Estados Unidos. Incluso tienen dos fiestas anuales en ese
pueblo donde se juntan los traficantes de mujeres más influyentes del país.
Tlaxcala es la entidad más
pequeña del país y sin embargo la impunidad es inmensa. Cuánto dinero tienen
que repartir y a qué autoridades
mexicanas para que los “padrotes” nadie los moleste en México y sea el FBI
quien prácticamente ordene, dirija y realice un operativo para detener a una banda llamada “Los
Rendones”.
Los círculos de
inteligencia policial del país saben
que este de lucrativo e infame negocio lo controla un puñado de familias. Las
mujeres explotadas están a la vista de todos en el corredor de carreteras Tlaxcala-Puebla, pero también en el antiguo
Barrio de la Merced, a unas calles de Palacio Nacional, de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación y de la Cámara de Diputados.
En un escueto boletín, que
ni siquiera se ganó la primera plana de algún diario nacional se dio cuenta que
agentes del FBI apoyado por helicópteros de la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR realizaron un operativo el pasado viernes en Tenancingo para capturar y extraditar a 5 integrantes de la familia Rendón, ligados
a la trata de personas en México y Estados Unidos.
Se señala que los hechos
ocurrieron cuando elementos del FBI y de la PGR ingresaron en total sigilo al municipio de
Tenancingo, derivado de una orden de búsqueda de estos delincuentes.
Los detenidos, por lo que
se les acusa a los llamados “Los Rendones” miembros de una sola familia, son
lenocinio y tráfico de personas.
Aquí en México desde el
2012 está vigente la Ley contra la Trata de Personas. Es letra muerta, de vez
en cuando un operativo un antro para decir que se rescataron dos o tres
mujeres. Los grandes delincuentes impunes, todo ello frente a la triste
realidad de decenas de mujeres y niñas que desaparecen diariamente en
prácticamente todo el país. Sobre todo el Distrito Federal, estado de México,
Tlaxcala. Puebla y Chiapas.
Nunca he estado de acuerdo
con la participación de agentes extranjeros en México, pero ante la impunidad y
corrupción que rodea este delito, bienvenido el FBI. Tal Cual.
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