domingo, 14 de febrero de 2016

APLIQUE REGLAS SENCILLAS ANTES DE DORMIR PARA LOGRAR DESCANSO REPARADOR

      Cuando una persona duerme mal, regularmente tiene alguna inestabilidad orgánica, funcional o emocional

Hipertensión, sobrepeso, obesidad y estrés pueden generarnos roncopatía (ronquido) y la apnea (dificultad para respirar), provocando en una persona  dificultad para dormir, por tal motivo, el IMSS Guerrero hace recomendaciones para lograr diariamente un buen sueño reparador.

Para tener una adecuada vida productiva durante el día, tanto en lo laboral como en lo personal, es necesario que una persona adulta duerma de cinco a ocho horas, mientras que un niño de edad escolar requiere entre seis y nueve horas para reponer la energía necesaria para su organismo.

Las horas de sueño son necesarias para estabilizar y mantener el equilibrio del cuerpo y de cada una de sus funciones, aunado a que el organismo ingresa a una etapa de tranquilidad que garantiza el descanso y la reposición de energía para el día siguiente.

El coordinador de Prevención y Atención a la Salud, Jesús Roberto Valdez Ortiz, explicó que es de vital importancia el respeto a las horas de sueño, ya que de acuerdo a estudios, las personas pasamos la tercera parte de nuestras vidas durmiendo.

Destacó que cuando una persona duerme mal, regularmente tiene alguna inestabilidad orgánica, funcional o emocional, la cual se manifiesta a través de distintos síntomas y padecimientos denominados trastornos del sueño.

Por ejemplo, comentó, se recomienda 14 sencillos pasos de salud que contribuyen a lograr ese buen sueño, mismo que debe ser seguido por todos los integrantes de la familia.

Las recomendaciones son: cenar temprano –mínimo dos horas antes de dormir-; evitar por la noche el café o té negro y los refrescos de cola, el chocolate, comidas y cenas grasosas y caminar de 15 a 30 minutos antes de acostarse, si cenaste en forma abundante.

Así también, mantener una hora estipulada para ir a dormir; dormir con ropa cómoda y holgada; evitar dormirte con la radio, televisión o el celular encendidos; tener una habitación más cómoda, es decir, dormir sin ruido ni luz; tener una cama cómoda con un colchón firme, con sábanas frescas y de fibra natural; evitar la siesta durante la tarde; evitar el ejercicio en la noche; ejercitarse durante el día, evitando la vida sedentaria; evitar el tabaco, alcohol y el sobrepeso.

Otros signos de los trastornos del sueño son: movimiento de las piernas mientras duermes, amanecer con la boca seca, sensación de flemas en la garganta (orofaringe), cansancio o fatiga, cambios de humor o agresividad. dolor de cabeza (cefalea). baja productividad intelectual, laboral y sexual.

En el ámbito laboral, los trastornos del dormir pueden afectar nuestro desempeño. Tenemos baja concentración, alteraciones de la memoria, cambios de carácter, mal humor y agresividad. Esto repercute en la productividad y puede generar problemas de convivencia, llamadas de atención, cambio de funciones o actividad.

Cuando se tiene una sospecha de un trastorno del sueño, lo ideal es no auto-medicarse y acudir con un médico, quien nos canalizará con un especialista.

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