Acapulco de Juárez, Guerrero, a 3 de agosto de 2013
Maestro Gustavo Alcaraz Abarca
Presidente Municipal Constitucional
Tixtla de Guerrero
Ciudad
Apreciable Señor Presidente:
A la par de remitir a usted el texto de la carta que se
pretende dirigir al Lic. Ángel Aguirre Rivero, Gobernador Constitucional de
Guerrero, quienes la suscribimos, a nombre de otros firmantes integrantes de
las asociaciones que se mencionan, solicitamos a usted que en su carácter de
ciudadano y primera autoridad en el municipio de Tixtla, acoja y haga suya la
petición que se hace para lograr que en la noche del 15 de septiembre, aunado a
la evocación de otros héroes de la Independencia, se mencione, en la ceremonia
conmemorativa que se lleva a cabo en el balcón presidencial del Palacio de Gobierno
en la Ciudad de México, el nombre del General Vicente Ramón Guerrero Saldaña.
Con la
seguridad de vernos favorecidos con su determinación para liderar esta aspiración en aras de que se reconozcan
los meritos libertarios de quien, como lo afirma Don Martín Guzmán: “…modesto y noble,
invencible e inflexible, mantuvo la lucha hasta que el triunfo llegó,…” le
reiteramos nuestro aprecio y valoración distinguidos.
Respetuosamente
Profr. Margarito López Ramírez
7445050040 Cel.
CARTA
AL GOBERNADOR DEL ESTADO DE GUERRERO
Acapulco de Juárez, Guerrero, a 1 de
agosto de 2013
Lic. Ángel H. Aguirre Rivero
Gobernador Constitucional de Guerrero,
México
Apreciable Sr. Gobernador:
Para dar sustento a la petición que de manera respetuosa
plantearemos a usted, empezaremos por
decir que recientemente transitamos en el contenido del libro VICENTE
GUERRERO, para jóvenes, selección de textos y comentarios de Felipe
Garrido que editó su gobierno, y de éste atraeremos el epígrafe asentado
en la página siete que denota el pensamiento lúcido de don Martín Luis Guzmán
cuando afirma: “…Sacrificado Hidalgo, sacrificado Morelos, sacrificados
casi todos los demás caudillos, fue Vicente Guerrero quien, modesto y noble,
invencible e inflexible, mantuvo la lucha hasta que el triunfo llegó. Su
intuición histórica, su desinterés y patriotismos hacen que México vea en él al
genuino consumador de la Independencia”.
Al pensamiento consciente de quien es una de
las glorias literarias e históricas de México, con recato añadiremos: a don Vicente Ramón Guerrero Saldaña le asiste el
mérito de haber sido quien mantuvo la antorcha de la esperanza libertaria hasta
arribar a la Consumación de la Independencia, pero no obstante su proceder, existen entes que le han regateado el sitial que le
corresponde en la historia patria y le escamotean sus méritos de adalid
de la insurgencia. Los enemigos eternos del liberalismo, esgrimen la escasa
instrucción y carencia de trato aristocrático de este suriano; hablan de ello
como si la formación académica y modales refinados hubiesen sido, en esos
tiempos de luchas cruentas, requisitos indispensables para reconocer méritos y atributos libertarios. Esos malos
mexicanos olvidan que fue Guerrero Saldaña quien venció a Iturbide, y que fue
éste, el propio Agustín de Iturbide quien, en su condición de jefe derrotado,
se cobijó en el Plan de Iguala que proclamaba: Unión,
Religión, Independencia para el
pueblo mexicano.
Los
reaccionarios que se cobijan bajo el
manto del oscurantismo, argumentan que
fue Iturbide quien el 27 de septiembre de 1821 entró a la ciudad de México
encabezando el Ejército Trigarante, pero olvidan que Vicente Guerrero no
era hombre ambicioso ni protagónico, y que por ello permitió tal hecho. Por
este acontecimiento, quienes en su momento alentaron y suministraron armas y
dinero a Iturbide para que combatiera a los insurgentes, subestimaron y siguen
minimizando la personalidad de Vicente Guerrero Saldaña. Pero, parafraseando a
don Emilio Pacheco(poeta, ensayista, novelista…) cabe decir que, mientras lo
que había quedado del ejército realista derrotado vestía trapos nuevos
obtenidos bajo los auspicios de los más recalcitrantes reaccionarios de México,
los hombres que conformaban el ejército insurgente
comandado por Guerrero Saldaña, aunque vestían trapos que aún estaban
impregnados de olores que deja el estallido de fusiles, tenían en su piel el
sabor de la victoria ganada, en el fragor de la batalla, a los realistas
vencidos comandados por Iturbide. En lo que fue la entrada del Ejército
Trigarante a la ciudad de México se delinean las personalidades de sus
protagonistas principales: en tanto que Agustín de Iturbide es el paradigma del
hombre ambicioso que tiempo después se proclamó emperador de México, Vicente
Guerrero representa el heroísmo nato y desinteresado del ser que rehusó el
grado militar de Mariscal de Campo y abandonó la ciudad de México para retornar
a las montañas sureñas desde donde, con
su antiguo rango de Capitán General, retomó las armas para luchar contra el imperio iturbidista.
Los
suplantadores del México liberado
no quieren reconocer que Vicente Guerrero fue en todo momento de su vida
congruente en su decir y hacer; que fue un adalid de la Independencia y un
hombre que vivió para servir a la Patria hasta que la complicidad de
Bustamante, José Antonio Fasio y Lucas Alamán, dio lugar a la traición operada
por Francisco Picaluga, un genovés que por unas monedas, a bordo de su barco El
Colombo anclado en la bahía de Santa Lucía en Acapulco, lo aprisionó y
entregó a sus verdugos que, después de un amañado juicio militar, lo fusilaron
en Cuilapan, Oaxaca el 14 de febrero de 1831.
Sr. Gobernador de los guerrerenses: como se ha manifestado, al General Vicente Ramón
Guerrero Saldaña se le siguen escamoteando sus méritos libertarios ante la
complacencia de quienes deberían procurar “honor a quien honor merece”.
Prueba de ello es que su nombre
es omitido al rememorar “el grito
de independencia” a semejanza de lo que aconteció la
noche del año de 1810 cuando inició la gesta libertaria que libró a México del
colonialismo español.
¡A qué viene lo anterior?, se preguntará,
Señor Lic. Ángel H. Aguirre Rivero. Con su anuencia, seremos concisos: cuando
aún no ocupaba el sitial gubernamental que en la actualidad ocupa, los guerrerenses le escuchamos decir en la
ciudad de Tixtla que usted emprendería la gestión para lograr que al General Vicente Ramón Guerrero Saldaña
se le mencionara, en la ceremonia que acontece la noche del 15 de septiembre en
el balcón presidencial.
Hoy, es su tiempo, Señor Lic. Ángel H. Aguirre Rivero, Gobernador
Constitucional de los guerrerenses. Si no es ahora, ¿cuándo?.., luego entonces,
quienes suscribimos este documento a nombre de los integrantes de las
asociaciones que se mencionan, le solicitamos, encarecidamente, eleve su voz
ante el Lic. Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados
Unidos Mexicanos, para lograr lo
prometido por usted, como justa retribución al héroe de origen tixtleco que vio
la luz primera el 9 de agosto de 1782, quien, como lo manifestó Don Martín Luis
Guzmán: …modesto y noble, invencible e inflexible, mantuvo la lucha hasta que el
triunfo llegó…
Respetuosamente
Por los ex – alumnos
de la Esc. Normal El Grupo Solidaridad Acapulco”
de Ayotzinapa,
Generación 1957-1963
Profr.
Margarito López Ramírez Profr.
Rubén Darío Piza Romano
Presidente Presidente
Nota:
documento respaldado por las firmas de quienes los suscriben, y otros
integrantes de las asociaciones citadas
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