jueves, 1 de noviembre de 2012

EL EQUIPO DE WALTON… Con mucho cariño a la Maestra Luz Elena Jáquez Jáquez. Por: René López Victoria


"Acapulco en crisis": Luis Walton

 Si usted consigue empleo o es convocado a trabajar en una empresa  particular,  señalándole  claramente en qué consisten  sus obligaciones y   metas,  así como el tiempo razonable  que tiene  para conseguirlas,  evidentemente tiene un compromiso que cumplir.  Y si después de  un período establecido  no  consiguió  los frutos  u objetivos señalados  o  - peor  aún- traicionó   la confianza depositada  en usted  cometiendo   actos de corrupción  en general  o  malversación de fondos en  lo particular, sin ninguna duda  y con cajas  destempladas  será  puesto  con toda su humanidad en la calle. Y eso,  si bien le va; porque lo lógico es que le  sean  fincadas   responsabilidades  legales   por las que tendrá que pagar cuentas  ante la justicia…
Lo anterior viene a cuento  porque  uno de mis pacientes -al término de la consulta médica -    se refirió   a  la situación política, social  y económica   predominante  en el país y me decía  muy esperanzado:  “¡En el 2013  los políticos  de los tres niveles de gobierno  tendrán que  ponerse  las  pilas. O sea,  deberán trabajar  para entregar al pueblo de México los mejores resultados de todos los obtenidos hasta ahora!”… so pena de que el país  –ahora sí-  se  les escurra  de entre las manos.
 Más tarde  nos preguntaríamos ¿Cuántas veces  hemos  escuchado  ese mismo razonamiento que  nunca pasó   de  ser más que  un  sueño peregrino? O qué… ¿Será posible que de la noche a la mañana la clase  política anule sus arraigadas prácticas de corrupción y prevaricato, transformándolas en inimaginables  virtudes y mejores costumbres?  ¿Podría creerse además en ello sin pecar de iluso o de desmemoriado? ¿O  el cambio únicamente tendrá fundamento y visos de realidad a partir de la presión para la consecución de metas y  la  rendición de cuentas,  así como de la aplicación irrestricta de las correspondientes leyes y del relegado referéndum o plebiscito?
 Seguramente que nunca se dará por generación espontánea o iniciativa propia de los políticos. Porque desde siempre ninguna fórmula de renovación moral u otras  equivalentes --de dientes para afuera--  garantizó a los mexicanos un cambio radical en quienes detentan la actividad pública de  nuestro país, en la que ciertamente muy pocos se salvan, y donde la gran mayoría, desde siempre, han aprovechado la buena fe de las conciencias ciudadanas que, con verdadera convicción, han participado en política cumpliendo con sus obligaciones cívicas, confiados en la idea de que nuestros representantes --los ciudadanos diputados y senadores-- nos defenderían de todo aquello que pudieran perjudicarnos, en lo político y en lo económico.
Pero nada más lejano a la realidad, ya que los supuestamente representantes y  defensores del pueblo estuvieron permanentemente al servicio del ejecutivo en turno, de sus intereses personales, de grupo y hasta del extranjero; seguros de que nadie les reclama sus tropelías, desaciertos  e ineficacias. La culpa,  empero, ha sido de la sociedad civil (que merece mención aparte) porque los hemos dejado solos y ellos –los políticos- siempre  se despacharon con la cuchara grande...
En cuanto a los funcionarios municipales de  Acapulco, encabezados por el Lic. Luis Walton, empresario exitoso que evidentemente sabe, por propia experiencia, cómo manejar con atingencia los recursos humanos y de toda índole y que hoy se encuentra presumiblemente ante la empresa  de mayor grado de dificultad que  haya enfrentado,  toda vez  que en este municipio se cuenta con el nada  honroso primer lugar en corrupción a nivel nacional, y  en él  se concentran todas las lacras y problemática que sufre la República Mexicana, deberá prodigarse.                                                                                
Por el bien de todos, esperamos que el ejecutivo local cumpla con las expectativas creadas desde su trayectoria individual y  su triunfo electoral, seleccionando a las mejores mujeres y los mejores hombres para servir a la ciudadanía de Acapulco,  cuyas características de honestos y eficientes sean la divisa permanente en su accionar; dando una gran satisfacción a quienes votaron por él y a la sociedad en general. Y sobre todo, para que se siente un precedente y nunca más  se repita la desvergüenza del trienio municipal anterior, de cuyo lastre aún no se libera, complicándose sobremanera el inicio de su administración. En caso contrario,  se confía y da por descontado que cumplirá con su indiscutible  deber  en  contra  de las corruptelas y el abuso, cumpliendo ante todo con él mismo,  como  máximo responsable legal y moral de su equipo de trabajo,  mostrando congruencia entre los hechos y lo expresado durante  su campaña…

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