En la historia para
erradicar la pobreza en México, hay best seller, sociales y proyectos, patito. El programa de
Solidaridad, fue fusilado de la encíclica del pueblo de dios de Juan XXIII y
teledirigido para la reencarnación presidencial de Carlos Salinas. Desmantelar
al pri con el Movimiento Popular Territorial, una especie de organización
maoísta horizontal con un emperador
eterno y solidario con su familia.
El panismo pactista con Xóchitl Gálvez, según
sus cuentas acabó de un tajo la pobreza de la Montaña del estado de Guerrero al
inicio del mandato del ex mocho y ahora moto, Vicente Fox. Cualac y Metlatonoc,
fueron los sitios del arranque de esta pandemia oficial.
El presidente Peña Nieto, respetando los
tiempos electorales, “freno el ritmo”, y en el municipio de Mártir de Cuilapa,
Guerrero, en la comunidad de Apango, en uno de los estados más marginados del
país, recupera la velocidad para llegar a la meta de este año, atender al menos
80 de los 400 municipios incluidos.
Y como con el viejo programa de Solidaridad,
que hoy rencarna en la cruzada: ¿la SEDESOL, será la punta de la Cruzada contra
el hambre y a favor de los votos? El presidente reconoció que hay 7.5 millones
de mexicanos que padecen hambre. Y dijo: “esa condición no nos gusta ni
enorgullece, pero debe reconocerse para hacer frente común y revertirla”. Pero
¿qué harían los políticos sin el negocio millonario que representan los pobres?
Asistió a este acto el presidente de
Guatemala, Otto Pérez y el gobernador perredista de aquella entidad Ángel Aguirre
Rivero. El mandatario suriano, afirmó
que la Cruzada marca el rumbo para que el estado de Guerrero salga de la
miseria y marginación. Dijo: "nos alienta, nos compromete a todos, para
que el rumbo de las localidades indígenas de Guerrero tengan un cambio".
Con el impulso de los programas federales y del estado se ha impactado en mil
700 comunidades, donde el ingreso per cápita ha superado el 14 por ciento y se
abatió la pobreza alimentaria en 18 %. Estimó que para el siguiente ejercicio
fiscal, a través del Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria, se
inviertan en el estado 600 millones de pesos.
Que el interés de su
gobierno es que haya cero hambre en Guerrero, aumentar la producción de
alimentos, promover la participación comunitaria y combatir en su totalidad la
desnutrición infantil.
La
otra cara de la moneda
El reconocido especialista en asuntos
económicos Julio Bolvitnik, es más cauto en su análisis: “La Encuesta Nacional
de Ingresos y Gastos en los Hogares elaborada por el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi) muestra graves distorsiones de lo que en
realidad ocurre en México, porque los más pobres viven de la ayuda solidaria
entre familias o de algunos apoyos gubernamentales, y no de un incremento real
de su ingreso. (La Jornada/17/7/2013).
Para sus castos oídos, acostumbrados a frases
rimbombantes y cifras neblinosas, el experto realizó un análisis de la pobreza
y llegó a conclusiones no aptas para cardiacos.
Con calderón se incrementó notablemente la pobreza. “En la encuesta del
Inegi se asegura que el ingreso del primer decil creció 5.5 por ciento entre
2010 y 2012, pero las transferencias en efectivo crecieron 19.7 por ciento; en
especie, 26.8, y las remuneraciones en especie 58.6 por ciento, lo que quiere
decir que los hogares reciben apoyo de algún programa de gobierno, tienen ayuda
de otros familiares que están en mejores condiciones económicas que ellos o que
las familias se apoyan con alimentos y ropa, entre otros productos básicos…”
Mientras mayor es el gasto dedicado a los alimentos, mayor es la pobreza. Y en
México esta ecuación es altísima. Y a esto le añadimos el aumento a la
gasolina, la caída de la capacidad adquisitiva de los mexicanos es criminal.
Por otro lado el crecimiento económico es nulo comparativamente a otras
naciones con el mismo rango de desarrollo que México. Y el tiro de gracia,
sería que se aprobara “aplicar el 16 por
ciento de impuesto al valor agregado (IVA) a alimentos, medicinas y vivienda,
entre otros, se provocaría un empobrecimiento brutal de la población…”
De oreja a oreja
Don Santos García Antonio, vecino de la
comunidad de Huiziltepec, en el municipio de Eduardo Neri, del estado de
Guerrero, es uno de miles de ciudadanos que la madrugada del miércoles subió a
un autobús para acudir al evento que encabezó en Mártir de Cuilapan el jefe del
Ejecutivo Federal. Fueron recogidos a las 7 de la mañana. Llegaron a la cancha.
Hicieron fila para entrar. No les permitieron ingresar con agua. Formaron
largas colas para ser revisados por miembros del EMP. El evento comenzó a las
doce del día. La lona que cubrió el área generó una especie de efecto
invernadero. Los niños se desmayaron. Santos García Antonio dijo profético:
“Llegamos con hambre y nos vamos igual”. No a todos les entregaron la torta y
el litro de agua.
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