En términos generales, un
objeto de colección es un activo físico que se aprecia su valor con el paso del
tiempo porque es raro o no es deseado por muchos. Mucha gente piensa en cosas
como el coleccionismo de sellos o estampillas, monedas, obras de arte o las
tarjetas de deportes, pero realmente no hay reglas estrictas sobre lo que es o
no es un objeto de colección.
El objetivo detrás de la
inversión en objetos coleccionables va a
variar dependiendo de la persona y de la colección. Ser un coleccionista
puede tomar mucho tiempo, y los objetos que se coleccionan requieren aún más
tiempo para que su valor aumente. Las inversiones en objetos de colección son
un tipo de inversión de alto riego ya que no existen garantías en cuanto a su
valor en el futuro. Sin embargo muchas de estas colecciones pueden llegar a
valer muchísimo dinero.
A diferencia de otras
inversiones, las inversiones en objetos coleccionables no ofrecen dividendos o
ingresos como otro tipo de inversiones. Pero otra de las ventajas de las
inversiones en objetos de colección es que van de la mano con la inflación, por
lo que casi siempre su valor va aumentando.
La compra de objetos
coleccionables se pueden realizar en cualquier lugar, mercados, tiendas,
subastas o en línea. El valor de la colección puede variar ampliamente, siempre
dependiendo en mayor parte en la oferta y la demanda de los activos.
Existen artículos
coleccionables que aumentan de valor de manera muy rápida. Como tarjetas,
revistas u objetos que se ponen de moda en un momento. Existen otros objetos de
colección que requieren de mucho más tiempo, inclusive décadas en aumentar su
valor. Dentro de esta categoría podríamos nombrar muebles antiguos, autos, etc.
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